"Lo que está sucediendo en este país es un mensaje positivo para la región y para el mundo, ya que les estamos mostrando que los derechos se pelean, se luchan, se conquistan y se defienden todos los días", dijo González del colectivo Unión Trans.

El proyecto de ley fue aprobado el miércoles en la Comisión de Población y Desarrollo del Senado y pasará al pleno el próximo martes, donde se descuenta que será aprobado.

Más de 80 colectivos, sindicatos, organizaciones sociales y grupos estudiantiles entregaron el miércoles al Parlamento unas 60.000 firmas para apoyar el proyecto.

La recolección de firmas fue una reacción de estos sectores a una iniciativa similar, pero contra la ley, que habían iniciado iglesias evangélicas.

González comentó que la situación de Brasil, en donde el candidato ultraderechista y homófobo Jair Bolsonaro obtuvo un 46 por ciento en las elecciones del 7 de octubre, "duele y asusta mucho".

"Brasil nos duele mucho y nos asusta, porque es un referente en Latinoamérica; que un país tan grande, vasto y rico termine en manos de una persona que siente odio hacia las mujeres, los pobres, los vulnerables, la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), los afrodescendientes y migrantes nos llena de temor", agregó.

El diputado del Frente Amplio Gerardo Núñez dijo a Sputnik que Uruguay presenta una "fortaleza", ya que está avanzando en el sentido contrario al de Brasil o el de otros países de la región.

Sin embargo, señaló que "no hay que bajar los brazos", ya que "muchos están luchando cotidianamente para que estos derechos se recorten".

González apuntó que los colectivos LGBT están muy expectantes de lo que pueda suceder en Brasil en la segunda vuelta presidencial del 28 de este mes.

Ojalá que en Uruguay "no repercuta ninguna de estas decisiones democráticas", que lo que muestran es que a "América Latina le falta tener memoria y generar conciencia social", dijo la activista.

Núñez y González coincidieron en que la situación de las personas trans en América Latina "se parece muchísimo" y en algunos países "están en peores condiciones" que en Uruguay.

"En algunos estados ni siquiera tienen el derecho básico de cualquier ser humano a nombrarse; por tanto, están en una situación de desventaja si se compara con Uruguay", agregó González.

En particular, la situación de la mujer trans se caracteriza por una "vulnerabilidad extrema", "mucha exclusión y "violencias desmedidas" que se depositan sobre los cuerpos de las personas en la vida cotidiana, comentó.

CIFRAS

El Primer Censo Nacional de Personas Trans, realizado en 2016, mostró que este colectivo suma unas 1.000 personas en todo el país.

Un cuarto de los menores trans que expresan su sexualidad a su familia es expulsado del hogar; el 75 por ciento de las personas trans abandonaron sus estudios debido al acoso de docentes y compañeros, y solo un 23 por ciento cuenta con un trabajo formal, lo que condena a muchos a la prostitución, indica el censo.

El proyecto habilita el pago de pensiones para personas trans que fueron perseguidas por la dictadura, y asegura la práctica de tratamientos de hormonas e intervenciones quirúrgicas en el sistema de salud pública, así como el cambio de nombre para menores de edad.

El texto sufrió algunas modificaciones para determinar que los tratamientos médicos en menores solo puedan llevarse a cabo con autorización de padres o tutores. (Sputnik)