Trans Boys, el colectivo que nuclea a los varones transexuales de Uruguay
Hace cuatro años se creó en Uruguay el primer colectivo de varones transexuales que nuclea a más de 100 niños, niñas, adolescentes y familias, contó a esta agencia el fundador de Trans Boys, Rodrigo Falcón, en el marco de la votación del proyecto de Ley Integral para Personas Trans en el Congreso de este país.
Trans Boys (TBU) trabaja por los derechos de todos los niños, niñas, adolescentes y hombres transexuales del país y que hoy nuclea a personas de la capital, pero también de los departamentos de Tacuarembó, Río Negro, Treinta y Tres, Rocha, Salto, Maldonado y Canelones.
En Uruguay hay 937 personas trans de las cuales 12 por ciento son hombres, según una actualización del censo realizado en 2016 por el Ministerio de Desarrollo Social.
Falcón, de 48 años, decidió empezar su transición en 2014 y encontrar el camino se le hizo cuesta arriba, desde el trámite para cambiar su nombre hasta encontrar un servicio para la hormonización.
"Fue todo una locura porque en Uruguay no había información sobre cómo comenzar la transición, ni siquiera había información acerca de que existían hombres trans", contó Falcón a esta agencia.
De a poco, encontró datos y través de sus amigas llegó a la activista trans Alejandra Collette, quien lo ayudó a comenzar los trámites para su transición.
"Cada paso que das es un logro, yo tardé siete meses en que me autorizaran la hormonización; esos meses fueron interminables, hoy cuando miro para atrás y veo todo el camino que hice siento que escalé el Everest", relató.
En un encuentro al que lo invitó Collette, conoció a otros varones trans, y juntos detectaron la necesidad de crear un colectivo, porque así como él pensaba que era el único de Uruguay, debía haber muchos más en la misma situación.
"En aquel momento lo único que quería hacer con mi vida era adecuarme a lo que yo fui siempre y jamás pude expresar, no podía vivir un día más de mi vida así", dijo Falcón.
CERCA DE LOS HIJOS
Cuando TBU llevaba un tiempo trabajando, comenzaron a acercarse familias "que querían acompañar a sus hijos y no sabían cómo", relató.
"Nos parece genial que esté pasando esto, porque antes las familias expulsaban a sus hijos de sus casas, sobre todo a las chicas trans", señaló Falcón.
El activista opina que esto es más frecuente con las mujeres porque la sociedad sigue siendo machista y, en este contexto, haber nacido con un cuerpo de varón y luego ser una mujer "es como descender un escalón social".
"Sin embargo, en el caso de los varones trans pareciera que subimos un escalón, otra cosa que pasa es que las familias te siguen viendo como 'la nena', como la indefensa a la que no pueden dejar sola en la calle y por eso no la echan", sostuvo.
Un cuarto de los menores trans en Uruguay son expulsados de sus casas, el 75 por ciento abandonaron sus estudios debido al acoso de docentes y compañeros, y solo 23 por ciento cuentan con un trabajo formal, lo que condena a muchos a la prostitución, además de que el promedio de ingresos de las personas trans mayores de 50 años ronda los 3.700 pesos (100 dólares), indica el censo.
"Cuando mis padres se enteraron de que era trans ellos tenían 68 años, y no entendían de qué iba todo esto, pero mi madre me dijo: 'Sos mi hijo y vas a ser toda la vida mi hijo', y me defendió como una leona, y así uno se siente protegido, más allá de que tenga 48 años, pero esto no es lo que sucede en el común de los casos, el camino de estos gurises (niños) va a ser más fácil si están su mamá y su papá apoyándolos, como en cualquier otra situación para un adolescente", dijo.
El fundador de TBU valoró que la ley va a marcar "un antes y un después en nuestras vidas; pensando en mí, un tipo de 48 años que ya tiene dos operaciones arriba, que ya tengo mi documento con mi nombre, para mí esto es la victoria para los gurises que vienen atrás, laburé, pero esto es la recompensa".
RESISTENCIAS
Falcón observó que las principales resistencias a la Ley Integral para Personas Trans se encuentran en el opositor Partido Nacional y en un sector de la Iglesia Evangélica de este país.
"Desde que nací soy cristiano evangélico, obviamente que dejé de ir a la iglesia, pero la fe la tengo intacta y esto no es más ni menos que una intervención de la iglesia", sentenció el activista.
La senadora del Partido Nacional, Verónica Alonso, está relacionada con la iglesia evangélica Misión Vida, y a su vez, tres diputados de la misma fuerza política se declaran evangélicos y promueven una agenda religiosa en el Parlamento.
Falcón sostuvo que Misión Vida que "dijo disparates como que por medio de esta ley van a mutilar niños, que les van a quitar la patria potestad a los padres, han llegado a decir cosas como que van a sacarle a los niños a los padres y dárselos a homosexuales".
Este hombre vivió el distanciamiento de la iglesia de una forma muy dolorosa, pero con el tiempo se fue dando cuenta de que su fe no había cambiado, pero sí su mirada sobre la institución.
"Yo hice todo lo posible para dejar de sentir lo que sentía, cuando tenía dos años a mí me preguntaban qué era y decía que era varón, en mis oraciones a los 7 años yo le pedía a Dios por favor que me creciera el pene; esas eran mis oraciones, a mí nadie me va a decir que esto es un capricho", sostuvo.
Su situación empeoró en la adolescencia, porque su cuerpo comenzó a cambiar de una forma "brutal" en un sentido indeseable para él.
Además, no podía hablarlo con nadie y había comenzado a darse cuenta de que se sentía atraído por las mujeres.
"Yo pensaba '¡Qué horrible esto para Dios y para mi familia!', en el momento que pude ponerlo un poco en palabras lo hablé con la pastora de la iglesia, le conté lo que me estaba pasando y me dijo 'Vos tenés que casarte y formar una familia y esto se te va a pasar', y yo lo hice, me casé con un amigo, pero eso me devastó y cuando ya no pude más me fui de la iglesia", relató.
La expectativa de vida de las personas trans en Uruguay es de 35 años, y solo dos por ciento llegan a cumplir más de 65 años.
"Muchas veces quise terminar con mi vida; nunca lo intenté, pero siempre estaba en mí el pensamiento de que no quería vivir más así, esa vida no me pertenecía, estaba peleado con el mundo, y después de empezar la transición estoy más feliz que nunca", concluyó el activista.
Las principales causas de muerte de la población trans uruguaya se relacionan con los intentos de suicidio y con la inyección de productos tóxicos a los que acceden en el mercado clandestino ante la falta de tratamientos hormonales autorizados. (Sputnik)