El Ministerio del Interior seála que a partir de los operativos realizados en Casavalle, Complejo Quevedo y Villa Española, que pusieron fin a situaciones de vulneración de derechos sufridos por vecinos de dichos barrios, "la confianza de los vecinos ha ido creciendo al punto de animarse a denunciar nuevas situaciones padecidas".

Este domingo 21 de octubre se procedió -orden de allanamiento mediante- a la inspección de tres casas ubicadas en las calles Acevedo Díaz, Palmar (Edificio Iberia) y 20 de Setiembre, donde existían denuncias sobre actividades vinculadas con la venta de estupefacientes. 

Tareas de inteligencia previas junto a denuncias recibidas fueron suficientes para abrir una investigación que tuvo resultados positivos tras los allanamientos realizados en esta jornada.

Un total de 11 personas fueron detenidas (2 en cada finca inspeccionada) y 5 en la vía pública, junto con la incautación de armas, drogas, dinero en efectivo y objetos producto de hurto que eran reducidos en esos lugares que oficiaban como bocas de drogas, fue el resultado primario de estas acciones.

El edificio Iberia, situado en la calle Palmar, cuenta con 12 apartamentos distribuidos en dos bloques de 6 viviendas cada uno, con dos apartamentos por piso.

Los residentes son principalmente personas adultas mayores y, mayoritariamente, mujeres. En todo el edificio sólo viven 4 hombres, también mayores de edad.

Según testimonio de los vecinos, la situación en dicho inmueble comenzó a cambiar drásticamente a partir del 26 de julio del 2018 cuando falleció el antiguo propietario del apartamento 304 que residía junto a su hijo de 35 años, consumidor de drogas.

Inmediatamente después del fallecimiento, su hijo compartió el apartamento -a cambio del suministro libre de droga para su consumo- con una persona que trafica estupefacientes. Esta persona, de 23 años, (apodado "el Macumbero"), cuenta con un antecedente penal por usurpación de vivienda en las Cumbres de Neptunia en el año 2016. Anteriormente, vendía sustancias prohibidas en la zona principalmente en la calle 20 de setiembre y Palmar.

Los vecinos fueron perdiendo el control del edificio desde entonces, al punto que pasó a ser un punto de venta de drogas donde personas ajenas al mismo tenían llaves e ingresaban hacia el apartamento 304 de forma constante. Asimismo, en el patio del Edificio comenzaron a guardarse motos y bicicletas -productos de hurtos- que eran entregadas en pago por la droga.

A través del sistema de videovigilancia del Ministerio del Interior se pudo registrar la intensa actividad desplegada en torno a dicho apartamento, desde donde se distribuía droga a un conjunto de personas quienes, fundamentalmente los fines de semana, iban a retirar la misma y hasta la comercializaban en los alrededores del propio edificio.

Modalidad

La forma de entrega de la droga era muy particular ya que en ocasiones desde la propia ventana del apartamento tiraban los paquetes a "los delivery" que iban en busca de las sustancias. En otros casos, se registró que tiraban la llave de la puerta de acceso al edificio desde la ventana para que los compradores ingresaran por la puerta de calle.

En el entorno del Edificio Iberia, se había montado una vigilancia y presión sobre el vecindario que volvía inexpugnable el lugar. Se alejó a los antiguos cuidacoches de la cuadra y áreas contiguas, sustituyéndolos por personas recientemente liberadas del sistema penitenciario con quienes se vinculaban los líderes del negocio. Complementariamente a estas acciones, se instalaban "campamentos" de cuatro o cinco personas en situación de calle, que fueron retirados en varias ocasiones por la Policía y la Intendencia, conformando un microclima de altísima hostilidad para los vecinos atemorizados por ese entorno.

Un crimen conexo

Antes de mudarse al Edificio Iberia, donde su actividad de venta de drogas aumentó en forma vertiginosa, "el Macumbero" vendía estupefacientes en la zona junto a su ex pareja, particularmente en la calle 20 de Setiembre y Palmar.

En junio de 2018, la pareja se separó y el conflicto por el punto de venta culminó en amenazas de muerte reiteradas entre ambos. Unos días después, la mujer, le roció el auto con nafta -que estaba estacionado en la calle 20 de setiembre- y se lo prendió fuego como forma de presionarlo para que abandonara el lugar. Desde ese momento, la antigua pareja comenzó un enfrentamiento en el territorio que fue creciendo de forma constante.

En ese contexto, "el Macumbero" logra acceder al Edificio Iberia desde donde con mejor logística, instala un sistema de distribución de estupefacientes de escala mayor.

Pero el conflicto se agudizó a partir de setiembre, cuando el jueves 13 desde una moto, le efectúan 5 disparos a las ventanas que dan hacia la calle del apartamento 304 donde se alojaba. Los disparos hacia el Edificio se reiteraron el domingo 16, el sábado 22 y el domingo 23 de setiembre.

El lunes 29 de setiembre se produce un homicidio en la calle 20 de Setiembre y Palmar, dentro del auto de su propiedad. Según lo que declaró a la Policía, había dejado el coche en esa calle días antes porque estaba averiado y no tenía plata para su arreglo. Le pidió a una persona que vivía en situación de calle, y que él conocía, que se lo cuidara y que podía dormir dentro del mismo. De acuerdo a testigos, desde un auto Peugeot 306 se bajó una persona encapuchada y le disparó a quien estaba dentro del auto ocasionando su muerte. El fallecido tenía 27 años y era Jonathan Larrosa, vendía drogas en ese punto.

Los testigos que declararon en la Policía sostienen que, probablemente, los sicarios se hayan equivocado ya que el objetivo era "el Macumbero". Este homicidio no está aclarado y continúa siendo investigado.

 Fuente: DGRTID  - Jefatura de Zona Operacional II de Montevideo