Uruguay está en el puesto 14 en la lista de países con mayor incidencia de bullying del mundo. Los últimos datos indican que tres de cada diez niños lo sufren. Sin embargo, solo dos de cada diez lo denuncian.

"Un mal silencioso que se propaga como epidemia", según dicen los expertos.

Los datos, alarmantes, fueron difundidos hace algunas semanas por la organización internacional Bullying Sin Fronteras, cuyo cometido declarado es combatir este flagelo y defender el "derecho a la dignidad humana".

Es que, "cuando la violencia no se detiene, se reproduce y crece", dijo en Rompkbzas la psicóloga forense e investigadora Silvana Giachero, una de las mayores especialistas sobre el tema en el país.

Citó en ese sentido un estudio de 2012, que indicaba que entre tres y cuatro niños sufrían este flagelo, que América Latina reunía el 51% de los hechos y que el 30% se producía en Uruguay.

Giachero sostuvo que, más allá de algunas "islas", no se está trabajando en prevención.

La especialista definió al bullying como "la escuela de todas las violencias", ya que refleja todo lo que sucede en la sociedad. "Se reproduce si se legitima al acosador y se lo justifica bajo el argumento de que sufre violencia en su casa", afirmó.

Cuestionó en ese sentido que no se marque un "quiebre o una sanción" a este tipo de conducta, reproduciendo un sistema que termina culpabilizando a la víctima, en una dinámica muy perversa.

"Mientras esto suceda, el fenómeno irá en aumento", sostuvo.

Giachero explicó que hay niños que "disfrutan" hacerle daño a otros y de la necesidad de ese poder. Presentan, dijo, un cerebro diferente, con la ausencia de células "espejo" que no les permite desarrollar la empatía y el sentimiento de culpa.

Una patología cuyo origen es desconocido.

La experta se refirió además a un proyecto de ley, presentado en agosto de 2016, destinado a combatir el fenómeno del bullying, que nunca fue discutido en el Parlamento. "No hay un interés real por avanzar en este tema", concluyó.