Una mirada hacia 2018
El investigador en Historia John Moor hizo un balance del año en La Mañana de El Espectador, desde donde analizó varios sucesos nacionales e internacionales.
El año 2018 estuvo cargado por varias cuestiones en materia de asuntos nacionales e internacionales, como también por varias conmemoraciones, ya que se cumplieron nada más ni nada menos que 50 años del mítico año 1968 que, comparando todo lo que en aquel año ocurrió en Uruguay como en el mundo entero, deja a este 2018 con todo su balance de convulsiones propias quizás, nunca como un año más porque sin duda alguna no lo fue y todavía no terminó, como bastante más aburrido, pero repito, sólo en términos comparativos.
El 2018 lleva en sus entrañas procesos en gestación o ya en curso que marcarán el rumbo del 2019, en el Uruguay como un año electoral, muy distinto a los anteriores, tal vez, el más complejo desde las elecciones de 1984 cuando se restauró la democracia porque el Uruguay se juega en las próximas elecciones mucho más que un simple cambio de gobierno.
El espíritu de 1968 parece que volvió a Francia. Bajo el foco de los 50 años del mítico 1968, en otro lugar del mundo en el que ese año pareciera haber retornado con furia en una versión siglo XXI ha sido precisamente en Francia, que fue el epicentro de aquellas manifestaciones de protesta protagonizadas al comienzo del famoso "Mayo francés" por estudiantes universitarios y al que luego se le unieran los sindicatos comunistas, teniendo en cuenta que entre ambos nunca hubo un consenso de propósitos.
En su conjunto, 1968 fue lo que se llama un "año bisagra" en el que pareciera que la Historia se acelera en su furia de acontecimientos y en la subversión del orden establecido, y en los que se concentran una gran cantidad y diversidad de hechos políticos, sociales y culturales que confluyen para hacerlo tan extraordinario. Ese fue el año en el que fueran asesinados Martin Luther King y Robert Kennedy, quien ya estaba en carrera de las primarias para ser candidato presidencial.
Hay que imaginar todo lo que ocurrió durante ese año, sólo pensar en el asesinato de una figura como Luther King y de un precandidato presidencial, hermano de quien era presidente también asesinado en los Estados Unidos, pensando que eso ocurriera hoy la conmoción que estos hechos provocarían.
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