Turismo social: más de 90.000 personas ya viajaron y unas 5.000 han sido atendidas por Mintur
Uruguay, único país en América que reconoce por ley al turismo como un derecho humano, considera que la actividad tiene, al igual que la salud o la educación, la capacidad de "cambiar la vida de la gente", ya que brinda nuevas experiencias a los sectores más vulnerables de la población.
Así lo destacó en una entrevista con Efe la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, quien afirmó que, más allá de su importancia como actividad económica, el turismo tiene el carácter de un derecho humano en tanto promueve el ocio y la recreación para todas las personas.
La ministra señaló que si bien la Organización Mundial del Turismo (OMT) reconoce desde la década del 90 al turismo, el ocio y la recreación como un derecho humano, fue a partir del 2005, durante el primer mandato del actual presidente, Tabaré Vázquez, que Uruguay decidió incorporar esa concepción a su programa de Gobierno.
En ese sentido, Kechichian indicó que uno de los primeros desafíos que tuvo Uruguay para fue garantizar que el turismo llegara a toda la población y, por ende, brindar acceso a servicios y actividades turísticas a las personas de menor poder adquisitivo, para lo que se diseñó un programa de turismo social.
Si bien aseguró que ya existía en el país una experiencia de turismo social para adultos mayores impulsada desde el Banco de Previsión Social (BPS), la ministra sostuvo que se buscó profundizar esa experiencia y llevarla a otros sectores, como los trabajadores rurales, estudiantes y quinceañeras que no pueden costear sus viajes.
La ministra puntualizó que el programa, que en 2006 se consolidó como Sistema Nacional de Turismo Social, constituyó "un cambio grande" que llevó a la cartera a revisar su trabajo, ya que la oferta de paquetes turísticos -con un transporte subsidiado por el Estado- estaba pero los beneficiarios "no estaban acostumbrados" a hacer uso de ese derecho.
"Ahí volvimos para atrás, tenemos que llegarle de otra manera a las personas y (...) terminamos de instaurar el programa de turismo social yendo a cada departamento, hablando con los transportistas del lugar (...), con las asociaciones de domésticas, peones rurales o sectores que nosotros queríamos incorporar", acotó Kechichian.
"Realmente hubo un despegue muy grande que nos permite decir que en todo el sistema más de 90.000 personas ya han viajado y que unas 5.000 han sido atendidas por el Ministerio de Turismo", añadió.
A su vez, la ministra estimó que el programa, que, valoró, ha significado "un incentivo" para que muchos jóvenes que planean sus viajes durante el año se mantengan en el sistema educativo, tiene aún muchos desafíos a futuro, entre los que se destaca una mayor inclusión de las personas con discapacidad.
"Cuando nosotros hablábamos de integrar siempre pensábamos en los que menos tienen económicamente y no habíamos tomado en cuenta la fuerza que tienen las personas con discapacidad, que tienen el mismo derecho a hacer turismo, en tanto es un derecho humano, que tú, que yo o que cualquier persona", expresó.
"Ahí también es un desafío; todavía es muy incipiente lo que estamos haciendo y en lo personal lo siento como un gran compromiso poder profundizarlo", recalcó.
Asimismo, si bien manifestó que actualmente el programa tiene como emisores de turismo social a todos los 19 departamentos del país, totalizando unas 150 localidades, y está por incorporar a un último departamento como receptor, Kechichian opinó que una de las metas a futuro es dedicarle más presupuesto.
Por otra parte, preguntada sobre si cree que Uruguay es un ejemplo en estas políticas, la ministra apuntó que si bien no lo calificaría en esos términos la experiencia uruguaya, al igual que otras de turismo social en Chile o España, es mirada "con mucha atención".
"No me gustaría ponernos como ejemplo pero sí creo que somos un fenómeno diferente por la concepción que le hemos dado de derecho humano que hace que nos miren con mucha atención cuando hacemos la presentación de este programa en foros internacionales o en la propia OMT", concluyó. EFE