El año de los débiles vs los poderosos
El investigador en Historia John Moor analizó en la Mañana de El Espectador la encuesta de la revista Time, a raíz de la cual un colectivo de periodistas, a los que la publicación denomina "Los Guardianes y la guerra contra la verdad", en la que eligen al personaje del año.
En la edición del 2018 se eligió a un colectivo de periodistas a los que Time denominó "Los Guardianes y la guerra contra la verdad". La publicación del reportaje acerca de los diversos casos de este colectivo se hizo con distintas portadas. Una de ellas fue dedicada a Jamal Khashoggi, asesinado el 2 de octubre en Estambul.
Fue un año muy complejo y duro para el periodismo, pero no fue menos duro para otros colectivos que protagonizan una lucha desde sus situaciones de debilidad contra el poder, un poder que en la política se viene configurando con carácter autoritario en muchos países, pero hay también otras formas de poder. Hoy pondremos la mirada a algunos de estos ejemplos de quienes lo deben enfrentar.
En un año al que le quedan apenas un par de semanas y siendo viernes, queríamos hacer una suerte de mezcla entre mirada y homenaje a tres diferentes grupos que parecen estar separados uno de otro, Micaela mencionaste al periodismo que la tuvo, la tiene y la tendrá muy difícil, y yo quería agregar a los inmigrantes y a las mujeres, que si bien son periodistas y son inmigrantes, vienen abriendo un espacio de transformación de lo que es o debe ser su identidad y rol en la civilización en el siglo XXI.
Son tres aspectos de la vida humana que tienen un hilo conductor y que es la lucha desde las respectivas debilidades en contra de los poderes que impiden o amenazan su trabajo y sus vidas.
Uno de ellos como adelantaras son estos periodistas en particular, pero hay muchísimos otros casos de mujeres y de hombres periodistas que han pagado con sus vidas el ejercicio de su profesión que es el de buscar, hallar y compartir la verdad detrás de los hechos.
Efectivamente, el segundo grupo, el de los inmigrantes que desde cualquier origen deben abandonar sus respectivos países, los lugares en los que han construido sus vidas y a los que pertenecen, debido a que las condiciones vitales ya sea por motivos políticos, económicos, o cada vez con más frecuencia, debido a los efectos del cambio climático, como en el caso de regiones que han sido afectadas por prolongadas y extensas sequías, muchas de ellas ya casi formando parte del clima del lugar.
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