"Es un edificio patrimonial", explicó a Efe el alcalde del municipio B de la capital, Carlos Varela, quien detalló que el lugar es histórico no solo por su arquitectura construida sobre una base de hierro, sino también por la cultura que contiene.

"Es un patrimonio inmaterial, (...) es la música, el tango, el folclore, el candombe, la parrilla, el asado...", añadió el político uruguayo.

En este sentido, Varela describió el mercado -ahora repleto de restaurantes especializados en carne- como un "lugar icónico" que sirve tanto como para enseñarle la cultura uruguaya a un turista como para que un local festeje una fiesta en familia.

"Montevideo se funda en función de la cercanía con el puerto, esa relación puerto-ciudad es muy potente, muy fuerte (...). Antiguamente no era lo que es hoy, era un mercado más asociado al término, hoy es algo más turístico, más asociado a la gastronomía, al disfrute, a la familia a la regalería", apostilló el alcalde.

Por su parte, el propietario de "La Chacra del puerto", Alberto González, que se crió jugando a la pelota entre los pasillos del mercado, señaló a Efe que la evolución del edificio en estas últimas décadas ha sido "positiva".

"Esto era una estación de trenes que iba a construirse en Paraguay y al final quedo aquí e hicieron un mercado de verduras por la proximidad con el puerto", comentó el propietario y explicó que esa es la razón por la que un enorme reloj de origen inglés corona al edificio.

La celebración del aniversario empezaron el viernes 14de diciembre en el marco de "Museos en la Noche" con diversos conciertos nocturnos.

El sábado, el mercado se convirtió en una especie de cápsula del tiempo, pues a su exterior se exhibían carruajes históricos.

Mientras en que la jornada del domingo fueron payasos, malabaristas y mujeres zancudas los que tomaron el mercado para entretener a adultos y niños. EFE