Entrevistas

Reclaman apertura de un centro de rehabilitación para adictos a la pasta base

A diario, el juez penal de adolescentes, Alejandro Guido, ve que los jóvenes llegan "en un estado deplorable" por el consumo de pasta base, que está presente en más del 50% de las causas que atiende. "Tenemos toda una generación de jóvenes que está en riesgo sanitario", advirtió. Además, eso tiene directa relación "al auge de la delincuencia más violenta". Impotente, denuncia que no hay centros de rehabilitación acordes a la dimensión del problema.

(Emitido a las 8.44)

EMILIANO COTELO:
El crecimiento del consumo de pasta base le está haciendo mucho daño a la sociedad uruguaya. Desde el gobierno se han anunciado en los últimos años distintas estrategias para enfrentar ese flagelo, pero por ahora los resultados no parecen demasiado exitosos.

La semana pasada la voz de alarma la puso el doctor Alejandro Guido, juez penal de adolescentes, que reclamó a las autoridades la imperiosa necesidad de un centro destinado a rehabilitar a los adictos a esa droga.

El planteo del doctor Guido se escuchó durante una reunión entre jueces de adolescentes y de familia con jerarcas de los ministerios del Interior, Desarrollo Social y Salud Pública.

¿Cuál es el déficit que tenemos en cuanto a la rehabilitación de adictos a la pasta base? Vamos a tratar de averiguarlo en los próximos minutos.

***

Doctor Alejandro Guido, usted es juez penal de adolescentes, un término quizás nuevo para muchos de nuestros oyentes, que están acostumbrados a hablar de jueces de menores.

ALEJANDRO GUIDO:
En realidad la categoría juez de menores ha dejado de existir a raíz de la vigencia del nuevo Código de la Niñez y la Adolescencia, en el cual se distinguen los niños y los adolescentes en situación de riesgo de los niños y adolescentes infractores.

En mi caso particular soy juez de adolescentes o, como también se puede denominar, juez penal de adolescentes porque atendemos la temática exclusiva de adolescentes que cometen delitos.

EC - Adolescentes de 13 a 17 años.

AG - Exactamente.

EC - Para empezar un par de preguntas sobre el problema de la pasta base en sí y su vinculación con el delito. ¿Qué porcentaje de los menores que usted recibe son adictos a la pasta base?

AG - No tenemos una estadística como tal, el Poder Judicial no ha encarado una estadística de ese tipo y no sé si alguna ONG o el INAU la tienen. Sí le puedo decir que es más del 50 por ciento.

EC - Más del 50 por ciento. ¿Es un índice que ha ido creciendo?

AG - El problema se empezó a vislumbrar hace un par de años cuando empezaron a aparecer los primeros chicos que venían y decían que "fumaban de la lata", lo cual era una novedad para mí porque realmente no sabía lo que era fumar de la lata. Después nos vinimos a enterar de que lo que fumaban dentro de la lata era la pasta base, que se mezcla con ceniza, para calentarla luego, el humo que salía de allí. Ahora la lata prácticamente ha dejado de existir, aunque le parezca mentira, son modalidades que van cambiando, y ya se realiza con una especie de plastiducto, una especie de pipeta para fumar la pasta base. O sea que ya no se puede hablar de lata, hay que hablar de pipeta para fumar la pasta base.

EC - Aquél fue el origen. En dos años entonces ha llegado a más del 50 por ciento de los menores que usted trata.

AG - En aquel entonces eran casos aislados, no era este número que estamos hablando ahora, era uno cada tanto. Nosotros los veíamos diferentes de los típicos infractores porque habían cometido el acto con gran irracionalidad, con uso desmedido de violencia, por ejemplo si era un arrebato a una señora anciana, la arrastraban varios metros por la vereda y no contentos con eso si tenían una baldosa a mano se la daban por la cabeza con tal de lograr su objetivo de obtener la cartera. Esto no era el típico acto, como lo define el Código Penal, "por sorpresa" sobre el objeto que la víctima lleva consigo.

EC - Había un ensañamiento.

AG - Claro. Más que un ensañamiento un acto irracional, porque ese chico está alienado, con tal de lograr su objetivo, de lograr el dinero, no mide ninguna consecuencia.

EC - Y el consumo está directamente ligado con la delincuencia.

AG - Absolutamente vinculado. En el juzgado tenemos chicos que dicen que gastan entre 400 y 500 pesos por día.

EC - De 400 a 500 pesos por día...

AG - Sí, para consumir la pasta base, que llegan a ser 10 "medios", porque cada medio vale 50 pesos.

EC - Permítame sacar la cuenta: son de 12.000 a 15.000 pesos por mes, sólo de consumo de drogas.

AG – Claro. ¿Y cómo piensa usted que los consigue ese adolescente? Trabajando no lo consigue, porque no trabaja. Y además en el estado en que se encuentra no puede trabajar.

EC - ¿Son conscientes del problema en que están metidos?

AG - Tenemos dos categorías, algunos son conscientes y ellos mismos han venido al juzgado a pedirnos a los jueces que los internemos, han venido a pedir ayuda porque han visto algún amigo que ha muerto o casi o ha quedado directamente como un zombi, por decir una palabra para graficar el estado en el que puede quedar uno de estos jóvenes después de un consumo prolongado excesivo. Se asustan o su instinto de conservación les dice que tienen que buscar una protección, entonces vienen a pedir una internación. Y ahí es donde empiezan estos dramas, porque este Código de la Niñez y la Adolescencia es nuevo, algunos dicen que es un código del primer mundo, lo tenemos, pero muchas de las herramientas o las normas que contiene son inaplicables.

EC - Tenemos un código del primer mundo pero una infraestructura del tercer mundo.

AG - Ni que hablar que es del tercer mundo y en algunas cosas parecería del cuarto mundo.

EC - Según esa legislación, más allá de la pena que usted decida puede ordenar también la rehabilitación del joven.

AG - No, ahí hay una diferencia, ahí es donde entran los llamados jueces de familia especializados, que son cuatro, que trabajan en las situaciones exclusivamente de riesgo. Los que usted llamó al principio de la entrevista "jueces de menores" –para hacer la distinción– tenían la doble competencia, o sea intervenían en la infracción y en el amparo. Pero ahora nosotros intervenimos sólo en la infracción, y a los jueces de violencia doméstica, que son cuatro juzgados que se crearon por la ley de violencia doméstica para atender esa temática, se les agregó la temática de los niños y adolescentes en situación de riesgo. Con lo cual se ha generado también una situación muy problemática en esos juzgados –lo digo de paso– porque allí van adolescentes en este estado y en otros, de mucha beligerancia –son los juzgados que funcionan en la calle Rondeau, de reciente instalación–, y por lo que me han dicho se generan situaciones muy difíciles de controlar.

EC - Pero usted en su jurisdicción también termina ordenando muchas veces la rehabilitación.

AG - Lo único que puedo ordenar no es específicamente un tratamiento, ese menor –porque el artículo 83 del Código, que se llama "Del menor infractor adicto", lo prevé– infractor adicto puede requerir además de su internación por el delito que ha cometido, un tratamiento o una derivación. El artículo no habla de una internación, el único que puede ordenar la internación es el juez de amparo.

EC - Por lo que usted señaló en esa reunión de la semana pasada, esas posibilidades de rehabilitación están muy menguadas en Uruguay.

AG - Hay unas pocas camas en el Maciel, que está haciendo un gran esfuerzo, donde me consta que hay algún médico interesado en el tema. Pero le estoy hablando de un médico que está interesado; alguna cama en el Vilardebó, puede ser –recuerdo que en una oportunidad mandamos una chica que estaba en un estado realmente desesperante y pedimos auxilio al Vilardebó porque no teníamos a quién recurrir realmente–; y más nada.

EC - ¿Qué pasa con el INAU?

AG - El INAU es el organismo especializado en temas de niñez y adolescencia, y este Código le da además una relevancia muy grande, para la cual todavía necesita munirse de una cantidad enorme de elementos que hoy no tiene, para poder cumplir el rol que le asigna el Código, no solamente en esto, en muchas otras cosas.

EC - En particular, ¿el INAU no tiene un departamento de adicciones?

AG - Lo tiene, pero no tiene dónde internar los jóvenes, no tiene un centro de rehabilitación, ni siquiera tiene miras de tenerlo.

EC - Entonces no hay ningún centro para rehabilitar a estos jóvenes.

AG - No, no lo hay, creáme, no lo hay.

EC - Es realmente una carencia muy grave.

AG - Es muy grave. El centro de rehabilitación que se iba a hacer en una de las alas del ex hospital Musto, que se mostró por televisión y tal vez usted como mucha gente lo pudo ver vacío, sin funcionar. Se creó con esa finalidad pero nunca se puso en funcionamiento, y las últimas noticias que tenemos dicen que no va a funcionar porque las nuevas autoridades han considerado que ese lugar es inadecuado. Pero lamentablemente tampoco tenemos noticias de que haya otro, de cuál va a ser el lugar alternativo a ese.

EC - ¿Cómo cayó su reclamo en la reunión de la semana pasada?

AG - No es un reclamo, porque los jueces no estamos para hacer reclamos, estamos para juzgar. Lamentablemente en mi caso he tenido que salir a la prensa –pese a que los jueces tratamos de mantener un perfil bajo, es nuestra obligación– a hablar de estos temas un poquito para crear conciencia y otro poquito para ver si sacudimos la modorra con esto porque realmente tenemos toda una generación de jóvenes que está en riesgo, en un grave riesgo sanitario, y no sólo sanitario, sino que además esto está estrechamente ligado al tema de la delincuencia, al auge de cierto tipo de delincuencia más violenta.

EC - Es muy serio, realmente es un tema muy serio, prácticamente ausente en la última campaña electora, yo no escuché a ninguno de los candidatos hablar del tema.

AG - Usted vio que el presidente de la República en su discurso inaugural nombró el tema del combate a la pasta base.

EC - El 1 de marzo sí, efectivamente, en el discurso inaugural hizo esa referencia muy clara.

AG - Yo tomé debida nota de eso porque era la primera vez que escuchaba a un político hablar del tema, siendo que yo vengo hablando de él en entrevistas y demás desde que empecé a vislumbrarlo. Pero hay un problema que no podemos soslayar: si tenemos este problema de pasta base es porque tenemos una oferta de pasta base muy importante. Se lo digo y se lo dejo ahí, ¿me entiende?

EC - Es lo que están consultando varios oyentes en este momento por teléfono: ¿qué pasa que ese consumo puede ir creciendo como ha ido creciendo?

AG - Pienso –es una opinión personal– que esto no se atendió debidamente a tiempo cuando empezaron a aparecer las primeras "bocas" –donde se vende la pasta base–, no se empezó a controlar, no lo tomaron debidamente las autoridades competentes –que por supuesto no son las del Poder Judicial– que están encargadas de la represión en un combate frontal desde el primer momento. Porque ahora la cantidad de bocas que se mencionan, son 500, 800, 1.000, 2.000... las cifras que se manejan ya son enormes. No sé a esta altura cuál es el camino para terminar con esto, realmente no lo sé porque no soy un experto en seguridad, en represión, yo estoy en el juzgado y me llegan los menores en este estado deplorable, porque aparte se deterioran físicamente, algunos parecen esas fotos que uno ve de los campos de concentración, con los físicos lamentables.

EC - Yendo a lo que era el punto de partida de esta charla y para cerrar, usted estuvo reunido, junto con sus colegas, con jerarcas de los ministerios de Interior, Desarrollo Social y Salud Pública; ¿tuvo algún tipo de eco su pedido, su exhortación a que se instale un centro de rehabilitación?

AG - No, yo particularmente hice una exhortación a que rápidamente se instalara este centro.

EC - ¿Y qué respuesta tuvo?

AG - Un lugar para desintoxicar de donde el joven durante ese período de desintoxicación no pueda salir libremente, porque hay algunos que se internan voluntariamente –hay una clínica que tiene convenio con INAU con algunos pocos lugares para algunos que voluntariamente lo desean y tienen apoyo familiar y demás–, pero a otros realmente hay que contenerlos durante ese período inicial. Eso es lo que falla, no hay ningún lugar para contenerlos, para desintoxicarlos.

EC - ¿Pero le dieron alguna respuesta?

AG - No, particularmente respuesta... El sentido de la reunión no era hablar sobre la pasta base, era coordinar acciones y una especie de balance del tiempo que llevamos –nueve o diez meses– de vigencia del nuevo Código. Era una especie de balance y coordinación, y yo allí tiré sobre la mesa el tema e hice la exhortación. Por supuesto que nadie me iba a dar una respuesta de inmediato. La respuesta que recibí fue que el centro de rehabilitación que yo pensaba que iba a empezar a funcionar estaba descartado. Por supuesto me desalenté, pero las noticias malas es mejor saberlas que no saberlas.

Notas asociadas:
Injusticia por mano propia. Entrevista con la defensora de oficio Esther Scaramelli (17.02.2005)
"La pasta base dejó clara la falta de políticas sanitarias". Entrevista con Roberto Gallinal, director de Encare (11.02.2005)
Preocupa la extensión en todo Montevideo del consumo de pasta base. Entrevista con Julio Guarteche, encargado de la represión del tráfico ilícito de drogas (10.02.2005)

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe