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Educación sexual, materia pendiente en Uruguay

Cada vez que se planteó incluir la educación sexual en los programas de Secundaria, respondiendo a una necesidad indudable de la sociedad, el tema de la homosexualidad trabó cualquier iniciativa. Sin embargo, las cifras cada vez más importantes de incidencia del embarazo adolescente y la exposición de los jóvenes al Sida, por ejemplo, siguen allí... esperando una respuesta por parte de la Educación.

Informe de Lucía Massa.

"Es difícil sostener, a nivel científico, que la homosexualidad sea tan legítima como la heterosexualidad". Esa fue la frase que el integrante del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), José Pedro Barrán, dijo en el Parlamento. Publicada por el semanario Búsqueda el jueves 23 de junio, generó una fuerte polémica en los últimos días.

Aunque no quería hablar sobre este punto, el consejero finalmente accedió a darnos una entrevista en la que sostiene que se malinterpretó lo que quiso decir. Pero de todas formas, más allá de las explicaciones que se incluirán en este informe, está claro que cada vez que se intenta poner en práctica un programa de Educación Sexual a nivel de Secundaria, la definición sobre lo que se entiende por homosexualidad paraliza cualquier acción a nivel del Estado. Los ejemplos se repiten gobierno tras gobierno.

Mientras, en nuestro país, las estadísticas dejan en evidencia que los jóvenes necesitan información de forma urgente. Son los más afectados por la epidemia del Sida y las cifras de embarazo adolescente se disparan. De hecho, cada año nacen 8.500 niños de madres que tienen menos de 19 años, cifra que representa el 16,5 % del total de nacimientos.

¿Cómo se resuelve este problema? ¿El nuevo gobierno impulsará alguna acción al respecto? ¿Qué saben los adolescentes sobre sexo? Estas son algunas de las preguntas que intenta responder el siguiente informe.

Las consecuencias de la falta de información sobre sexo entre los adolescentes son cada vez más graves. En primer lugar, los jóvenes son los más afectados por el Sida. En nuestro país, la mayoría de los casos de VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) positivo que se diagnostican están ubicados en la franja que va de los 15 a los 34 años y la principal vía de transmisión es la sexual.

Por otro lado, si hablamos de embarazo adolescente, hay datos impresionantes. Lo más preocupante es que aumentan cada vez más los partos de adolescentes niñas. El Hospital Pereira Rossell atiende alrededor de 1.300 partos anuales de niñas que se convierten en mamás entre 11 y 15 años. Las autoridades sanitarias dicen que, en 10 años, la cifra de embarazo adolescente infantil se triplicó. De hecho, el 15 % de los partos que atiende el hospital pertenecen a madres de menos de 15 años.

El tema es que ya van varios intentos fallidos por poner en práctica un programa de educación sexual a nivel de Educación Secundaria. ¿Por qué fallan? Porque cuando llega el momento de decidir cómo tratar y cómo definir a la homosexualidad se genera una polémica tan grande que, al final, se opta por paralizar cualquier programa o texto sobre sexualidad.

La frase de Barrán y la polémica

El 15 de junio pasado, cuando el integrante del Codicen fue a la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes, el consejero José Pedro Barrán hizo primero una fuerte defensa de la laicidad de la Educación y terminó hablando de la educación sexual.

Sobre este punto, Barrán dijo, textualmente:

"las señoras Diputadas y los señores Diputados tienen una idea de la educación sexual que probablemente yo comparta como generadora de herramientas que procuren defender la salud. Pero puede ir más allá y es un punto tan delicado como el de la enseñanza de la historia contemporánea. No quiero decir que no se haga educación sexual; habría que advertir sobre la complejidad que presenta para la laicidad defender algunos principios de esa educación. Es relativamente sencillo sostener desde el punto de vista científico que el preservativo debe usarse; inclusive, hay científicos católicos que lo afirman, pero ya es mucho más difícil sostener científicamente que es tan legítima la heterosexualidad como la homosexualidad. Esto probablemente roce creencias muy arraigadas en la sociedad, lo cual no quiere decir que los temas no se traten sino que son muy complejos, sobre los que no me atrevo a pronunciarme aunque, por supuesto, condeno, la homofobia".

Aunque en principio no quiso salir a los medios para explicar sus dichos, el consejero finalmente aceptó darnos una entrevista en la que dejó claro que, para él, la homosexualidad y la heterosexualidad son absolutamente comparables a nivel de la sexualidad. Lo que dice, y que cree que se malinterpretó de sus dichos en el Parlamento, es que la Educación Pública es ante todo laica y por lo tanto le corresponde dar información pero no hacer juicios de valor sobre las opciones sexuales de cada uno.

Barrán empieza hablando del texto "¡Escucha, aprende y vive!", último intento que realizó el gobierno anterior y que fracasó porque los católicos rechazaron la definición que daba sobre homosexualidad. Al final de la charla dejó entrever que él está de acuerdo con esa definición que se daba y que se podría llegar a usar en los programas que se impulsa desde el actual gobierno. El consejero habló después sobre las declaraciones que generaron tanta polémica.

"Hubo un texto en 2000 que el Codicen mandó a hacer y luego lo retiró, si no me equivoco fue así. Se consideró que algunas afirmaciones eran peligrosas en cuanto a que equiparaban por completo las conductas heterosexuales a las homosexuales. Desde el punto de vista de la sociedad y desde la sexualidad, son conductas completamente comparables porque ocurren como un hecho. Lo que ocurre por supuesto es que las conductas homosexuales en todas las sociedades, en todas las épocas se han dado. Son minoritarias, claro", dijo Barrán.

Consultado sobre si eso era lo que había querido decir con esa declaración, respondió que sí. "También de alguna manera dije que naturalmente el problema de valorar homosexualidad y heterosexualidad, no corresponde a la educación laica. Las valoraciones éticas, morales –sobre todo en relación a la moral privada de las personas- están fuera de las atribuciones del Estado, a mi modo de ver", agregó.

El consejero afirmó estar de acuerdo con que aquel libro lo que hacía era informar y no valorar.

Incluso activistas del movimiento gay creen que las declaraciones de Barrán quedaron fuera de contexto y que, por lo tanto, se malinterpretaron. Así lo decía Diana Mines, integrante del Grupo Lésbico Gay Travesti Transexual y Bisexual de Amnistía Internacional Uruguay.

"Lo de Barrán surgió porque él integró una delegación del Codicen que fue a la Comisión de Educación de la Cámara Diputados y allí hizo un extenso alegato, una larga exposición en general sobre el tema de la laicidad en la enseñanza y tocó al final el tema de la educación sexual de una manera muy breve. Las palabras de él quedaron bastante descontextualizadas, mal interpretadas. Creemos que él tiene todavía, por lo que surgió de la mesa redonda en la que participó, algunas reservas que parten probablemente por falta de información un poco más actualizada, aunque maneja una información muy abundante. Él hizo mucho énfasis en que es un enemigo de la homofobia, que está dispuesto, que cree que los estudiantes deben tener todo lo que esté al alcance de la información, puesto de manera respetuosa delante de ellos. En las declaraciones que publicó Búsqueda, sin estar el antecedente de lo que había dicho antes, adquiere un tono con el cual él no estuvo de acuerdo", explicó Mines.

La semana pasada, este grupo realizó un encuentro en el que denunció la ausencia de programas sobre educación sexual a nivel curricular y exhortó al poder político a tomar medidas.

José Pedro Barrán asistió a este encuentro, pero lo hizo a título personal y no en nombre del Codicen, según nos explicaba Mines. Por eso, aunque no les molestaron los dichos de Barrán, se quejan porque no fue nadie en representación de los órganos de la enseñanza a ese encuentro. Diana Mines cuenta que invitaron a más de uno, por ejemplo a la consejera Lilián D`Elía, que les contestó que por ahora no quiere pronunciarse públicamente sobre el tema. Mines extiende la queja a todo el gobierno.

"Nos preocupa realmente porque tenemos un gobierno que plantea propuestas bajo una declaración de progresismo. Suponemos que el progresismo no es sólo en materia económica o social, también tiene que ver con lo cultural, con los valores. Se habla mucho de valores pero nunca se aclara de qué valores se habla. Creemos que los valores tienen que ser los del respeto por la diversidad y por laicidad. Nos preocupa que estas autoridades no estén queriendo pronunciarse sobre el tema", advirtió la activista por el respeto a la diversidad sexual.

Los intentos fallidos

El último intento por llevar adelante un programa de educación sexual fue en el año 2000, con la publicación del libro "¡Escucha, aprende, vive!". Ese texto hoy duerme en las bibliotecas y que ningún estudiante usa, a pesar de que se llegó a publicar y que el gobierno pagó.

Se trataba de un texto, preparado por Salud Pública, la ANEP y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH-Sida, para incluir en el programa de biología de tercer año de liceo, era un manual muy completo sobre sexualidad y tenía como  primer objetivo frenar la epidemia de Sida.
Cuando llegaba al punto de hablar de las orientaciones sexuales, el material educativo sostenía textualmente que "existen diferentes maneras de obtener satisfacción y placer sexual, ya sea en forma transitoria o permanente. Es posible lograrlo con el propio cuerpo (autoerotismo, masturbación) o en relación con otras personas. (...) Estas personas pueden ser del otro sexo (heterosexualidad) o del mismo sexo (homosexualidad)". ¿Cuál fue el problema? Justamente, esa definición.

La Conferencia Episcopal sostuvo que con esa definición el libro "violaba la laicidad" y prohibió que se usaran en colegios católicos. A esas críticas se sumaron las del reverendo Moon. Al final, ANEP, anunció que no usaría el texto a nivel de la Enseñanza Pública.

El sexólogo Gastón Boero, que desde hace dos años está dando talleres de educación sexual en colegios privados, sostiene que se trataba de un buen libro. "Es un buen libro pero apareció la homosexualidad y entonces inmediatamente se retiró de circulación. Era un buen librito, estaba bien. Además, no agredía a nadie, era bastante neutro. Pero apareció la homosexualidad y entonces se levantaron todas las voces. Parece que los que deseamos una educación sexual, estamos fomentando la homosexualidad, según la mente privilegiada de nuestros gobernantes", afirmó el sexólogo.

Boero también habla de un programa de educación sexual anterior a este. Un programa en el que llegó a participar Boero y que el entonces presidente del Codicen, Germán Rama, desmanteló en 1995. "La doctora Estela Cerruti fue la que hizo el único plan de educación sexual que se implantó en el Uruguay, que se llevó adelante y que cuando cambió el Consejo y vino Rama –y (José Claudio Williman también- por el asunto de la homosexualidad... es un tema que traba completamente todos los planes de educación sexual. El otro programa del que hablo, el de Cerruti, todos contribuimos (...) Andrés Flores Colombino habló de la sexualidad, yo de la semántica del sexo y hablamos con docentes. Preparamos a los docentes de Primaria y de Secundaria y después lo aplicamos", recordó Boero.

El temor de quienes se oponen a tratar el tema de la homosexualidad es que se esté induciendo a los jóvenes a ser homosexuales. Boero afirmó que es una ridiculez, que es una opción que cada uno lleva dentro. Es algo que es interno de cada uno. Diana Mines, activista gay, dijo que le parece infantil que la gente crea que los adolescentes se van a volver homosexuales por leer una definición biológica sobre el tema. "Cualquiera que haga un poco de reflexión sobre cómo desarrolló su propia sexualidad, sea cual sea su orientación, va a entender que no fue una cosa que fue que alguien le dijo que probara algo. Es una cosa que la vas sintiendo, por lo general desde muy temprana edad, en algunos casos puede arrastrarse una confusión durante un largo período de la vida. Pero las cosas inciden para que alguien en definitiva se vuelque hacia una orientación u otra, no pasan por el hecho de que te cuenten las cosas que existen en la realidad. Pretender ocultar información por el temor de que eventualmente a alguien se le ocurra convertirse en algo que no siente, es de una... yo no sé cómo calificarlo pero es pueril, realmente una cosa infantil que no tiene seriedad científica", sentenció.

El sexólogo Boero está trabajando en un nuevo intento para poner en práctica un programa de educación sexual. Después de la publicación del libro "Educación Sexual: la materia pendiente", de la ONG Iniciativa Latinoamericana, Boero se puso a trabajar con un grupo de profesionales en un programa de educación sexual que tienen previsto presentarle dentro de poco tiempo al Codicen.
"Es un grupo de personas que estamos trabajando sobre cómo se puede implantar un programa de educación sexual a nivel curricular. Entonces, dentro del primer documento que se terminó de hacer, nos preguntamos sobre el porqué de una política pública de educación sexual en nuestro país. Damos todos los motivos por los cuales tenemos que llegar a eso. Uruguay tiene firmado un montón de tratados dentro de los cuales está justamente la libertad sexual como uno de los elementos importantes. Dentro de los Derechos Humanos está el derecho del individuo a hacer lo que él o ella consideren sexualmente conveniente, mientras no agreda a los demás. De manera que hay una serie de tratados que están firmados y están documentados. Por eso decimos que tenemos que cumplir con los compromisos asumidos por el país, que no se cumplen".

Al momento de la emisión de este informe, desde la audiencia llegó un comentario. Claudia, de Carrasco, dice que "si bien no se debe discriminar al homosexual hay que dejar claro que no se puede hablar como de algo normal, como no es normal una neurosis". Claudia es psicóloga y afirmó que "la homosexualidad no se elige, es algo que va más allá de la persona como tampoco se elige ser fóbico. Si bien no se los debe discriminar, no se debe plantear como normal algo que no lo es porque, técnicamente hablando, lo normal a nivel sexual es que te guste lo distinto y no lo igual.

Los números de la sexualidad de los jóvenes uruguayos

La mitad de los varones se inician sexualmente antes de los 14 años. Si hablamos de mujeres, un 25 %, es decir una de cada cuatro, tiene relaciones por primera vez antes de esa edad. Estos datos se desprenden de la última encuesta sobre sexualidad en adolescentes que llevó a cabo la ONG Iniciativa Latinoamericana, encuesta que realizaron los sociólogos Juan José Meré, Mónica Guchín y Laura Latorre.

Hicieron talleres con 800 jóvenes de entre 12 y 17 años, provenientes de los departamentos de Artigas, Rivera, Salto, Paysandú, Canelones, Maldonado y Montevideo. Los datos de este estudio de 2004 muestran que cada vez baja más la edad en la que se inician sexualmente los adolescentes. El estudio arrojó un promedio de 13.8 años entre los que ya habían tenido relaciones en el momento que se realizó la encuesta. Para los varones la edad baja a 13.5 y sube a 14.2 entre las mujeres. El estudio detectó además que un 6,2 % de los encuestados tuvo su primera relación sexual antes de los 12 años.

Boero decía que sobre este último dato habría que analizar qué tipo de relación es. Habría que considerar que sonaría raro que no se tratara de abuso.

Lo que más llama la atención es que, en nuestro país, la edad de inicio baja cada vez más. Según cuenta Boero, hace 15 años los estudios mostraban que los uruguayos tenían su primera relación sexual a los 16 años.

Respecto a los métodos anticonceptivos, el 89 % dijo que se cuidó durante su primera relación sexual. La gran mayoría optó por el preservativo (91%). Pero cuando se les pregunta a los adolescentes si se cuidaron la última vez que tuvieron relaciones, la cifra baja al 82 %. Es decir que casi dos de cada diez no se cuidaron la última vez. Baja, además, el uso del preservativo y aumenta el de las pastillas y el del coito interruptus.

Es que a los adolescentes no les preocupa el Sida, la gran mayoría se cuida pensando en el embarazo. Eso queda claro si se ven los temas que generan más preguntas en los talleres de educación sexual. En un estudio de la Fundación Álvarez Caldeyro Barcia, que enumera en orden de importancia los temas que más le interesan a los adolescentes, los métodos anticonceptivos figuran recién en tercer lugar, atrás de la iniciación de las relaciones sexuales y el funcionamiento del aparato genital femenino y masculino. Y recién en  el séptimo puesto del ranking aparece el interés por la prevención sobre VIH Sida.

¿Qué saben los adolescentes sobre sexo?

Boero, que, como decíamos, hace dos años que da ciclos de sexualidad en algunos liceos privados, cuenta algunas de las preguntas más frecuentes y que dejan en evidencia la necesidad que tienen de informarse. Por ejemplo, una de las preguntas más repetidas es si se puede usar el mismo preservativo en varias relaciones sexuales, si la masturbación provoca problemas mentales, o si se pueden usar las píldoras de emergencia (como el Evitarem) como método de anticoncepción permanente.

Los planes del gobierno

Barrán nos decía que educación sexual ya se da, por ejemplo, en Biología, aunque entiende que es necesario mejorar la información. Pero no se quiere que haya una materia sino que se dé educación sexual de forma transversal, en las distintas materias. Más que de educación sexual habla de información sexual.

"Me parece que es bastante interesante la idea de la Asamblea Técnica Docente de formación docente. Así, los docentes tendrían bien claro los problemas que la educación sexual implica y puedan desarrollarlo no en una materia –no vamos a poner una materia que se llame Educación Sexual- sino transversalmente en cada una de las disciplinas donde ese punto se puede tratar. En las historias muy a menudo se plantea el tema de la homo y heterosexualidad, de la masturbación... Y si das Literatura, ¡por favor! Si das La Iliada, se va a plantear el tema de la homosexualidad, por ejemplo. Y dando cualquier cultura... En Filosofía, dando valoraciones éticas no exactamente sobre las opciones sexuales sino sobre cómo las valoraciones éticas también se dan en la sociedad en ese plano. Yo pienso que debería hacerse lo cual no quiere decir que se termine haciendo como lo estoy diciendo. Me da la impresión de que formando mejor a todos los docentes en este plano que es tan importante, lograríamos resultados mucho mejores", concluyó.