La Audiencia Opina

Contra la extracción del granito rosado para las obras de continuación de la peatonal Sarandí

(Mensaje enviado el miércoles 13 de julio)

En Perspectiva:
 
Desde hacía mucho tiempo todos esperábamos que la IMM se decidiera continuar la peatonal, pero no haciendo desaparecer todo vestigio de las buenas obras anteriores, como lo eran los añejos bloques de granito rosado que estaban allí desde los primeros días de nuestra patria. Nadie está en contra de la idea. Alguna gente puede no estar de acuerdo con el diseño. Pero sin duda a todos nos sorprende la falta de sensibilidad y el daño que le han hecho a su propia profesión los arquitectos de hoy, dando un mal ejemplo para el mañana.  Estoy segura que tanto a ellos como a la empresa constructora y a la barraca, les gustaría pensar que algo de lo que están haciendo hoy se va a saber mantener en el futuro, en honor a las mentes y manos uruguayas que están interviniendo, como lamentablemente no se está haciendo en honor a los uruguayos y extranjeros que picaron y pusieron aquellos bloques de piedra hace más de un siglo. Hoy se amontonan al costado del Solís, todos rotos, o en un depósito municipal, al menos que ... tengan algún otro destino incierto.
 
El hecho es que al pasar por la nueva y confortable peatonal Sarandi, constatamos con tristeza que el hermoso y colorido mosaico, compuesto por "típicos" pavimentos montevideanos, no incluye el histórico granito rosado, el de la calle Sarandí, que pisaron mil veces nuestros padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, el cual podría haber quedado como parte del actual muestrario y sin embargo fue intencionalmente, incomprensiblemente, descartado.
 
Me pregunto cuáles habrán sido los sentimientos que vencieron a los arquitectos del proyecto y a las autoridades de la Intendencia para hacer algo tan poco civilizado.
 
Si tenemos la sangre fría para llegar a destruir, no ya de modo vandálico sino institucional, lo que fuera uno de nuestros más preciados patrimonios, admitamos entonces que somos un pueblo inculto que no atesora su trayectoria y su obra, lo cual ya sospechábamos, con la demolición de edificios céntricos y la desaparición de las veredas de granito de 18 de Julio.
 
Quisiera creer que este ha sido nuestro ultimo grave error y que pronto dejaremos de engañarnos a nosotros mismos, elogiándonos con ríos de tinta por un lado mientras por otro, nos faltamos el respeto borrando nuestra identidad.
 
Carmen