Entrevistas

Presupuesto incluirá medidas para mejorar las condiciones laborales de la guardia carcelaria

El subsecretario del Interior, Juan Faroppa, respaldó que el Círculo Policial denuncie la situación laboral de los agentes que cumplen la función de guardia cárceles ante la Organización Internacional del Trabajo. Tanto para presos como para policías, "las condiciones son infrahumanas", dijo, y "es una de las grandes preocupaciones de este gobierno". Afirmó que en el marco de la elaboración del presupuesto se está trabajando "para mejorar las condiciones de ingresos de esos policías y el equipamiento".

(Emitido a las 7.35)

EMILIANO COTELO:
Vamos a ocuparnos de un ángulo del panorama nacional quizás pautado por lo que podríamos llamar sorpresa, porque no sé si se aguardaba que el Círculo Policial recurriera a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Pero efectivamente eso ha pasado, la noticia está hoy en el diario El Observador y dice que "el Círculo Policial presentó una serie de denuncias ante la OIT para solicitar la intervención de ese organismo ante las condiciones laborales insostenibles por las que atravesarían los uniformados que desempeñan funciones en las cárceles".

En una carta enviada al director general de la OIT el Círculo Policial afirmó que los efectivos que trabajan en centros de reclusión como el Penal de Libertad o el Complejo Santiago Vázquez, cumplen una carga horaria que casi duplica la admitida por la ley y además trabajan en condiciones de insalubridad y hacinamiento que resultan prácticamente infrahumanas.

Ante denuncias que le hicieron llegar efectivos integrantes de esos cuerpos, el Círculo Policial visitó las cárceles mencionadas y constató una sobrecarga en el horario de trabajo de los policías que, a diferencia de las 48 horas semanales legalmente previstas, cumplen un régimen de 12 horas diarias siete días a la semana y suman 84 horas de trabajo semanal, lo que resulta violatorio de todos los acuerdos internacionales suscritos por Uruguay, según detalla este texto.

Agrega que el descanso de los guardia cárceles se produce en condiciones de total hacinamiento, ya que durante las horas de retén, cuando se encuentran a la orden, no cuentan con alojamientos apropiados y llegan a convivir diez policías en un habitáculo de no más de 6 metros cuadrados.

El Círculo Policial denunció también la carencia absoluta de equipamiento y apoyo logístico, a tal punto que policías que no se encuentran de guardia porque salen con licencia o están de retén, deben prestar sus botas y sus prendas de vestir y abrigo a un compañero que toma la guardia y que carece de dichos implementos.

La misiva agregó que los efectivos se encuentran en peligro constante de vida, en particular en los horarios nocturnos, cuando un solo policía debe custodiar a unos 350 reclusos.

En materia sanitaria –sigue diciendo el Círculo Policial– se registra una inexistencia total de medidas preventivas, al extremo que, de acuerdo con estadísticas existentes, los policías que trabajan en las cárceles han contraído tuberculosis, sarna, forunculosis y sida, enfermedades que, al contagiarse a sus familias, corren el riesgo de transformarse en una epidemia. La institución social, el Círculo Policial, afirma que existen 14 casos de policías que contrajeron tuberculosis durante su trabajo en las cárceles.

La carta enviada a la OIT afirmó que la gravedad de la situación ameritó que el 29 de junio se efectuara la denuncia ante el propio ministro del Interior, José Díaz.

Vamos a dialogar con el subsecretario del Interior, doctor Juan Faroppa.

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Doctor Faroppa, veía que en este informe el Círculo Policial aclara que las autoridades actuales no tienen responsabilidad en la situación, que es heredada, pero enfatizan en que deben solucionarla y al mismo tiempo advierten que se carece de presupuesto para ello.

Impresionante, porque nos hemos pasado los últimos meses con el debate político a propósito de las iniciativas del Ministerio del Interior para atacar el problema de superpoblación de las cárceles, o sea las condiciones –ustedes lo han dicho– inhumanas en las que viven los presos, y ahora aparece la otra cara de la moneda, el reclamo en este caso del Círculo Policial por las condiciones en las que trabajan los funcionarios encargados de cuidar a los presos.

JUAN FAROPPA:
Sí; seguramente hay una lectura errónea del discurso del gobierno y del ministro del Interior, el doctor Díaz, y su equipo en todos estos meses. Cuando nosotros hablamos de una situación inhumana en el sistema carcelario, de que es necesario humanizarlo y modernizarlo, no estamos hablando solamente de los presos. Es una lectura parcial que no refleja la realidad de lo que ha sido el discurso del Ministerio del Interior.

EC - Está claro que no hablaban sólo de los presos.

JF - El sistema penitenciario en su totalidad. En primer lugar a nivel humano, a nivel de la gente que está vinculada al sistema penitenciario, tanto de un lado como del otro de la reja, vinculada porque ha cometido una infracción a la ley penal y está privada de libertad, o vinculada porque por esas cosas del destino le ha tocado la suerte o la mala suerte de trabajar en el MI como guardia cárcel. En cualquiera de las dos situaciones las condiciones son infrahumanas. El gobierno lo ha reconocido, el doctor Díaz lo ha señalado reiteradamente, es una de las grandes preocupaciones de este gobierno.

Me alegra que el Círculo Policial diga que es una situación heredada, aunque somos conscientes de que no vamos estar los cinco años de gobierno hablando de situaciones heredadas. Es un dato de la realidad, este gobierno encuentra un sistema carcelario desde el punto de vista humano, de infraestructura, de equipamiento, de normas sanitarias, de carencia de programas de capacitación y de educación en una de las peores situaciones históricas que se han dado en el país. Es un tema de gran preocupación, un tema que preocupa hondamente al gobierno.

Y además –si me permite hacer un comentario; no me corresponde, por supuesto, opinar sobre lo que hacen las organizaciones sociales policiales– quiero decir que me parece muy bueno que el Círculo Policial, que históricamente tal vez no había hecho estos planteos, tal vez porque no se habían dado las condiciones a nivel de las autoridades para que los hiciera, tenga en cuenta que existe la OIT, que existen los derechos de los trabajadores, que en la Policía también existe el personal subalterno, no solamente los oficiales, que tradicionalmente han sido la preocupación normal –y está bien que lo fuera– del Círculo Policial.

Si hay una señal de cambio que está dando este gobierno es precisamente generar las condiciones para que se puedan utilizar los mecanismos a los que todos los trabajadores, tanto públicos como privados, tienen derecho a acceder. Bienvenido sea este tipo de planteos y también reconocer, por supuesto, que el Círculo Policial a fines del mes pasado, hace pocos días, hizo llegar formalmente estas demandas, que compartimos y que nos generan la misma preocupación, al MI para que podamos entre todos ir buscando paulatinamente las soluciones a esta situación dramática.

EC - Usted veía con buenos ojos que el Círculo Policial diera un paso como éste de recurrir a la OIT. Esta mañana procuramos ubicar a autoridades del Círculo Policial, sobre todo para conocer si hay antecedentes de presentaciones de este tipo hechas por esa institución.

JF - Yo veo con buenos ojos cualquier tipo de actitud que implique que las personas hacen uso de los mecanismos que tienen para defender sus derechos, no específicamente en este tema. Me parece muy bien, ojalá siempre se siga haciendo. Pero parece que en los últimos años, sobre todo a partir de la recuperación de la democracia, este tipo de mecanismos no existían, porque para algunos sectores del país parece que la defensa de los derechos humanos es noticia recién a partir del 1 de marzo. Pero está muy bien, me parece muy bien.

EC - Está dicho con bastante filo eso.

JF - No, no lo digo solamente por este tema sino por otros que se están dando en esta coyuntura, por todo lo que está sucediendo con la situación de los detenidos desaparecidos, etcétera. Parece que durante 20 años la situación de defensa de los Derechos Humanos en general, de los trabajadores y de los funcionarios en particular quedó en el freezer, hasta que el 1 de marzo vino un hada madrina con una varita mágica, descongeló la situación e hizo despertar a la Bella Durmiente. Pero me parece muy bien, me siento feliz de que este gobierno lo esté haciendo.

EC - ¿Cómo es la relación entre el MI y el Círculo Policial?

JF - Muy buena.

EC - Se lo pregunto porque hace pocos meses, cuando estaba instalándose el nuevo gobierno, comenzó a formarse un sindicato de funcionarios policiales –cosa que hasta ahora no existía–, al que desde el ministerio se le dio vía libre. Por eso pregunto cuál es la relación con esta otra institución más tradicional.

JF - Es muy buena. Y con respecto a la relación entre el Círculo Policial, la Federación de Círculos del Interior, el nuevo sindicato, el Club Policial y otra serie de sociedades y asociaciones policiales, no puedo hablar, discúlpeme, porque soy la patronal en este caso, estoy del otro lado del mostrador. Hay varias organizaciones sociales policiales que están actuando libremente, como corresponde en un Estado de derecho, el ministerio tiene una buena relación de diálogo con todas ellas, permanentemente estamos conversando, permanentemente estamos recibiendo los planteos, tanto del Círculo como del sindicato, por separado, por supuesto. Son temas que tienen que ver con la interna entre los funcionarios policiales sobre los que, como le dije recién, no les corresponde al ministerio ni a ningún empleador opinar. Tenga en cuenta que las asociaciones policiales están siendo recibidas –es otro dato histórico, que creo que nunca se había dado en la historia de este país, si alguna vez pasó me gustaría que alguien me lo aclarara– en el mismo MI, en el local de la Secretaría, todas las semanas se reúnen equipos de trabajo con la participación de funcionarios del ministerio, de asesores del MI, de integrantes de las asociaciones sociales policiales que están discutiendo el tema del Servicio 222, la nueva ley orgánica policial, el nuevo reglamento de disciplina de la Policía, el tantas veces demandado por la Policía manual de procedimientos policiales. Estamos trabajando todas las semanas en un sistema de amplísima participación con todos los actores involucrados.

EC - En particular en este capítulo, el de las condiciones de trabajo de los funcionarios de las cárceles, de los guardia cárceles, ¿qué se está procurando hacer, qué se puede hacer en el plano estrictamente administrativo mientras se procesa la ley que está en discusión del Parlamento?

JF - En el proyecto de ley de presupuesto que se está elaborando en estos días uno de los temas en los que mayor énfasis se ha puesto por parte del señor ministro del Interior, el doctor Díaz, ha sido la dignificación del funcionario policial, la mejora en las condiciones de vida del funcionario policial. Se está trabajando –no quiero hablar de cifras para no generar falsas expectativas, además usted sabe cómo son estas cosas, luego hay que conversarlas con el Ministerio de Economía, etcétera– en mejorar la asignación presupuestal del MI en lo que respecta a las condiciones de trabajo de los funcionarios policiales.

No dudamos en calificar de inhumana la situación de los funcionarios que trabajan en la Dirección Nacional de Cárceles, fundamentalmente en las cárceles que dependen de las jefaturas del interior –si bien por razones de espacio y de otro tipo de factores en la mayoría de ellas la situación es diferente, aunque en algunas donde hay mayor hacinamiento las situaciones son similares–, asignados a la tarea de guardia cárceles.

EC - Por eso, ¿qué pasos se están dando ya, ahora?

JF - Estamos trabajando para mejorar las condiciones de ingresos de esos policías, para mejorar el equipamiento. Es cierto que los funcionarios de cárceles comparten uniformes, comparten botas, es una vergüenza que se pueda estar dando una situación así. Se están realizando todos los procedimientos para poder mejorar el equipamiento, para poder comprar calzado, uniformes, equipos de protección, porque el personal carcelario debe tener un equipo especial para evitar cualquier tipo de incidente que pueda afectar su integridad física, y fundamentalmente apostando a un plan estratégico a mediano y largo plazo para poder entregar esta gestión de gobierno con un sistema carcelario que, si no lo podemos sacar del MI, que es lo que deseamos y es lo que está establecido a mediano plazo en el programa político del Frente Amplio, por lo menos en una estructura separada de la actual estructura policial, con un personal adecuado en cuanto al número, al horario que cumple, a las condiciones de trabajo que debe enfrentar y fundamentalmente en cuanto a la capacitación y la formación.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe