Los datos revelan una suba del 176% en las rapiñas en 15 años y una baja del 3% en los homicidios, dijo el encargado del proyecto, Rafael Paternain.

Publicarán evolución del delito y la eficiencia policial

El Ministerio del Interior publicará la evolución de las denuncias de distintos delitos y la eficiencia policial. El encargado del proyecto, Rafael Paternain, explicó que la idea es que la opinión pública tenga "todas las herramientas, en la medida que las cifras tienen poca memoria". Los datos disponibles revelan un aumento del 176% en las rapiñas en los últimos 15 años y un descenso del 3% en los homicidios.

(Emitido a las 7.36)

EMILIANO COTELO:
"La violencia y la delincuencia están cada vez peor". ¿Cuántas veces hemos escuchado o realizado este comentario a propósito de nuestro país, de nuestra ciudad, de nuestro barrio? Sin embargo para medir si esa idea es verdadera solemos referirnos a una "sensación térmica", no manejamos información precisa, nos movemos por la intuición. Esto sucede porque es muy difícil establecer un estándar, una medida para la delincuencia.

Para atender este problema el Ministerio del Interior (MI) lanzó ayer el  Observatorio Nacional de la Violencia y la Criminalidad, un instrumento que pretende medir científicamente los índices o tasas de los delitos y la eficiencia de la gestión policial.

Hubo una conferencia de prensa ayer en la que habló el ministro del Interior, José Díaz, pero nos interesa conocer otros detalles de esta iniciativa y, sobre todo, qué es el Índice Medio de Delincuencia.

Vamos a dialogar con el sociólogo Rafael Paternain, director del Departamento de Datos, Estadísticas y Análisis del MI.

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Paternain, ¿no hay antecedentes de este observatorio?

RAFAEL PATERNAIN:
No, francamente no. Se ha dado un paso muy importante, el MI ha puesto a disposición de la opinión pública y con carácter permanente una herramienta que sin embargo viene procesándose en silencio en en los últimos meses, en los últimos años dentro del MI, con ayuda de la cooperación internacional para tratar de modernizar y racionalizar un tema enormemente importante. Es decir, todas las estrategias y las metodologías para poder llegar a tener registros realmente confiables de los hechos que se denuncian, de los hechos que llegan a conocimiento de la Policía y poder medir la propia eficacia de la Policía.

EC - El oyente debe recordar haber leído en los diarios y escuchado en la radio y en la televisión cifras, datos, estadísticas a propósito de cómo venía tal delito en este departamento o en el otro.

RP - Es permanente. Justamente, lo que queremos hacer desde el ámbito del MI es poner a consideración de la opinión pública y del propio periodismo todas las herramientas, en la medida que las cifras en general en estos temas tienen poca memoria, registramos nada más que la cifra de último momento y muchas veces perdemos la perspectiva de la evolución de los propios indicadores. Y del mismo modo los factores de violencia y criminalidad son múltiples, son un montón, entonces se enfatiza uno, se descarta otro, adviene uno e inmediatamente se lo descarta como construcción de sentido de la propia realidad.

Nuestra intención es generar en primer lugar una serie histórica para ver los cambios más profundos que se han ido dando a lo largo del tiempo, poner a disposición la evolución de todos los indicadores delictivos, de todas las figuras delictivas, de algunos indicadores de violencia más general, como pueden ser los suicidios y los propios accidentes de tránsito en sus distintas modalidades, ponerlos a disposición con carácter nacional. Hasta hace muy poco tiempo no podíamos tener una idea muy precisa de cuál era el volumen de la criminalidad a nivel nacional, generalmente aludíamos al territorio montevideano o al territorio metropolitano, pero teníamos poca idea verdaderamente del alcance de estos hechos y cómo han ido cambiando a lo largo del tiempo.

Además poder tener observaciones departamentales, porque el delito tiene caras muy distintas según los departamentos y según las regiones, e incluso a un nivel mucho más desagregado, poder llegar a mapear la evolución de los delitos en las seccionales de Policía de todo el país, lo que permite ir viendo una geografía mucho más localizada, mucho más barrial, que es una herramienta a los efectos de lograr políticas públicas sectoriales e intersectoriales muy importantes.

EC - Entonces esa información ya venía siendo recopilada y ahora lo que se va a hacer es sistematizarla, organizarla y presentarla de manera accesible.

RP - Exactamente, desde fines del año pasado hemos creado y depurado una nueva herramienta de relevamiento a nivel nacional que con éxito se empezó a implementar desde principios de este año, o sea que para nosotros 2005 es un año cero.

EC - Pero se va a poder comparar para atrás, ¿hasta cuándo?

RP - Se va a poder comparar en algunos renglones. Por ejemplo, si nosotros quisiéramos saber el volumen de denuncias del delito de violencia doméstica, desde que fue implementado como delito, a nivel nacional, en este momento no podríamos lograrlo porque los registros anteriores no daban cuenta de esta realidad, salvo para el caso de Montevideo y algunos departamentos puntuales.

El mapeo que se hace ahora en cuanto a los hechos en sí mismos prácticamente cubre la totalidad y en algunos casos es posible establecer comparaciones hacia atrás en una serie histórica larga que tenemos y que va a estar disponible en la página web del ministerio, que abarca desde el año 1980 hasta el año 2004.

EC - Algunos ejemplos, hablemos de algunos números de los que ustedes ya tienen disponibles.

RP - De los números comparativos en esta serie histórica larga, lo que se rescata de estos últimos 15 años –hemos tomado desde 1990 hasta 2004– es que hay un punto de inflexión en el fenómeno de la violencia y la criminalidad a mediados de la década de los noventa. Se podría decir –y los números dan cuenta fehaciente de ello– que el proceso que estamos viviendo hoy, en estos últimos meses, en estos últimos años, comienza a gestarse a mediados de la década de los noventa. Por ejemplo los delitos de robo con violencia, como la rapiña, han sido los que más han crecido, aproximadamente 176 por ciento en 15 años.

EC - 176 por ciento...

RP - Exactamente.

EC - Una precisión: cuando usted dice que la rapiña ha crecido 176 por ciento, ¿a qué se refiere? ¿A denuncias de rapiña?

RP - Exactamente, los hechos que llegan a conocimiento de la Policía, los hechos que efectivamente se denuncian. Porque en este tema, además de la dicotomía entre sensación térmica y realidad efectiva, también está el otro punto que vuelve más compleja la lectura de los datos, que es que muchas veces hay una masa de hechos que no llega al conocimiento de la Policía porque la gente no la denuncia. Algunos sondeos que se han hecho en los últimos años, desde 1998 hasta la fecha, revelan que el porcentaje de las personas que no denuncian es alto, está en el entorno del 35 por ciento aproximadamente, pero se mantiene estable, y al mantenerse estable se puede tener más confianza en la propia evolución de los datos, es decir si hay algunos delitos que suben y otros que bajan, habiendo estabilidad en las tasas de no denuncia se puede proyectar con más certeza la posibilidad del crecimiento o el descenso de estos hechos.

EC - Usted hablaba del crecimiento de las rapiñas; ¿qué pasa con los homicidios?

RP - El homicidio es la única figura delictiva, dentro de las figuras que podemos comparar, que desciende, desciende en el entorno de 3 por ciento, es decir que en el año 2004 hubo menos homicidios que en 1990, por ejemplo.

EC - Interesante.

RP - Y ha sido una figura delictiva que ha mantenido mucha estabilidad, que ha tenido pocas variaciones a lo largo del tiempo. En estos temas siempre se toma como referencia para la comparación internacional la cantidad de homicidios cada 100.000 habitantes, y Uruguay tiene aproximadamente seis homicidios cada 100.000 habitantes, lo que lo ubica entre las tasas más bajas de América Latina.

EC - Pero volviendo al otro delito que estábamos mencionando, la rapiña, ¿ahí cómo es la tasa?

RP - La rapiña se calcula de manera diferente, estamos en 22, 23 rapiñas cada 10.000 habitantes.

EC - ¿Cómo estamos en la comparación internacional?

RP - Es difícil establecerlo porque hay países que desagregan de forma diferente la modalidad del robo con violencia, entonces es más complicado. Estamos más o menos en la misma proporción que Argentina, por lo menos que en la zona del gran Buenos Aires y capital federal.

EC - Y si seguimos hablando de la rapiña pero dentro del país, ¿qué ocurre con la situación en los distintos departamentos o en algunos, Montevideo, Canelones, Maldonado?

RP - La rapiña tiene un comportamiento claramente diferente del hurto, que son las dos modalidades delictivas que más se asocian a la percepción de inseguridad en el imaginario colectivo –no quiere decir que sea así realmente–. En primer lugar la rapiña se asocia a un fenómeno exclusivamente montevideano y metropolitano, los valores absolutos y las tasas están concentrados en Montevideo y el área metropolitana, Montevideo tiene 48 rapiñas cada 10.000 habitantes, seguido muy de lejos por Canelones con 9 cada 10.000 habitantes y después San José. A diferencia del hurto, que desde 1990 y a partir de 1995 ha tenido una especie de explosión en todo el territorio nacional, los hurtos comienzan a pesar en prácticamente todos los departamentos, por más que sigue habiendo más concentración en Montevideo y Canelones.

EC - Hablamos en la introducción de que con este observatorio ustedes van a poder medir también la eficiencia del accionar policial. ¿De qué manera lo harán?

RP - Tenemos un indicador global que de alguna forma permite ver el porcentaje de eficacia, la capacidad para aclarar los distintos hechos que se producen, podemos ver esto para las distintas figuras delictivas y para las distintas zonas del territorio, incluso para la operativa de las distintas jefaturas. Hay un indicador global de tasa de esclarecimiento que nos parecía muy interesante relevar. Algunos datos de 2005 todavía no están del todo sólidos, por eso esperaríamos hasta la próxima actualización para hacerlos públicos, pero lo que se ve es lo que se ve prácticamente en todas partes del mundo, una muy alta tasa de esclarecimiento para los delitos contra la persona, en particular el homicidio, que está arriba del 80 por ciento, pero que comienza a descender notoriamente para el caso de los delitos contra la propiedad, como el hurto, la rapiña o los daños, que están en porcentajes muchísimo más bajos, que muchas veces no pasan ni siquiera el 10 por ciento.

EC - ¿Va a existir un medidor promedio de la eficiencia policial teniendo en cuenta los distintos delitos

RP - Sí, exactamente, va a existir un indicador global para la masa total de delitos a nivel nacional y luego van a existir indicadores con niveles de apertura para cada una de las figuras delictivas, porque obviamente el delito, la violencia, la criminalidad reflejan cosas muy distintas, problemáticas muy distintas y hay que evaluar la eficiencia o la eficacia de la propia Policía institucionalmente también en planos distintos.

EC - ¿Dónde va a estar disponible esta información?

RP - Esta información va a estar disponible en la página web del MI, www.minterior.gub.uy, y va a tener una actualización trimestral.

EC - Y el trabajo que hará el ministerio en sí mismo con estos datos, en síntesis, ¿cuál será? Porque por un lado está la difusión, la posibilidad de que la gente sepa cómo es el país en el que vive en materia de seguridad, de delincuencia y de eficiencia policial, pero por otro lado supongo que es una información útil para la propia Policía.

RP - Sin duda. En primer lugar en estos últimos meses bimensualmente y trimestralmente difundíamos a la interna de la institución, tanto en el MI como en la Policía Nacional, los datos que se producen. Muchos de estos datos también circulan a nivel local, a nivel particular de cada una de las instancias de la Policía, pero creo que esto va a tener implicancias que quizás no podamos prever ahora, en el sentido de que va a ser una herramienta de control, de autocontrol y de exigencia social para la propia institución que creo que va a ser muy beneficiosa en cuanto a la necesidad de exigir niveles de funcionamiento mejores a los que tenemos hoy en día. Herramientas tan globales en instituciones tan grandes y complejas a veces pueden tener efectos imprevisibles, pero estamos verdaderamente convencidos de que es una herramienta de utilización permanente desde el punto de vista de las políticas.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Presidencia de la República