Entrevistas

Las previsiones se tomaron; el temporal faltó

Mejor prevenir... El viejo refrán está vez sí se aplicó en el Este del país ante los anuncios de un temporal, que se bien no tendría las características de huracán del que se registró el martes 23 de agosto, podría volver a castigar a esa zona de Uruguay. Las comunas dispusieron dispositivos de emergencia ante cualquier eventualidad. El secretario general de la Intendencia de Rocha, Pilar Altez, y el corresponsal en Maldonado, Marcelo Gallardo, cuentan cómo se vivió en esos departamentos una noche en la que, felizmente, no pasó nada.

(Emitido a las 7.38)

EMILIANO COTELO:
Desde ayer en la tarde, en la noche y todavía en la madrugada y mañana de hoy ha venido reinando una expectativa tensa a propósito de los vientos que podían desatarse, sobre todo en las zonas más volcadas al Este del territorio nacional. Hace más de una semana, el miércoles 23, se nos vinieron encima aquellos vientos huracanados que tanto destrozo provocaron en Montevideo, en Maldonado, en Rocha, en otras zonas cercanas, que incluso produjeron 10 muertes. Entonces había que tomar precauciones ante lo que se veía como una posible reiteración del fenómeno.

Se sabía que los departamentos que podían resultar más afectados en esta ocasión eran Maldonado, Treinta y Tres, Rocha y Cerro Largo, por lo que se adoptó una serie de medidas. Hubo incluso consejos, como los que dio a conocer el Sistema Nacional de Emergencia recomendando no salir a la calle en esa parte del país, ni siquiera en vehículos.

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En esos lugares se fueron tomando medidas de precaución. En Rocha, por ejemplo, según dice hoy el diario El País, "personal municipal y bomberos derribaron árboles que podrían caerse por vientos fuertes e identificaron fincas con riesgo de derrumbe. Además había pobladores que se aprovisionaban de leche, azúcar, yerba y arroz".

¿Qué dice la Intendencia de Rocha?

Estamos en diálogo con el señor Pilar Altez, secretario general.

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Altez, a esta hora, 7.40 minutos, ¿qué panorama tienen ustedes? ¿Cómo ha sido la noche? ¿Qué está pasando ahora?

PILAR ALTEZ:
La madrugada ha sido lluviosa en todo el departamento, en algunos lugares hacia el Norte llueve desde horas muy tempranas del día de ayer, al mediodía, en horas de la noche, y aquí en la ciudad capital ha empezado a llover a la hora 21 y no ha parado en ningún momento. Los vientos están sumamente calmos, hace pocos minutos hicimos el último contacto con Jefatura de Policía, la situación en todo el departamento es absolutamente tranquila, no ha habido vientos fuertes en ningún lado, por lo tanto hay tranquilidad. Hoy, pese a que la advertencia meteorológica va hasta el mediodía, ya estamos a la luz del día que nos va a permitir no tener sorpresas como ocurrió el pasado 23.

EC - ¿Cómo era el ambiente entre la gente?

PA – La Intendencia pudo palpar en poblaciones más pequeñas, que no habían sido tocadas por el temporal del 23 –que afectó fundamentalmente a la capital y a La Paloma–, cierta inquietud, cierto nerviosismo entre los pobladores. Tan es así que respecto de uno de ellos, Cebollatí, la ciudad más alejada de la capital departamental, a 160 kilómetros de la misma, tuvimos que movernos prestamente con Salud Pública porque no había ambulancia. Hicimos el contacto directamente con gente de Salud Pública y prestamente marchó una ambulancia hacia allá por lo que pudiera pasar en horas de la madrugada. Por suerte no ha sido necesario utilizarla.

Lo otro que escuchaba en el informe de ustedes es absolutamente real, con el día de hoy llevamos cuatro días trabajando coordinadamente con Bomberos en la zona de La Paloma, la más poblada en lo que refiere a árboles, pinos y demás, ubicando aquellos árboles que habían quedado inclinados, con riesgo de caer, que luego, junto con personal del batallón, se procede a derribar con las motosierras ante la eventualidad de nuevos vientos.

EC – ¿Durante la noche permanecieron en vigilia, estuvieron atentos funcionando con guardias? ¿Cómo fue la organización de la Intendencia y del comité de emergencia local?

PA – Exactamente, desde hace un par de días tenemos preestablecida la forma de actuar. Suponíamos que el viento también podía suceder en alguna otra localidad en lugar de repetirse en Rocha y La Paloma, por lo tanto en cada uno de los lugares coordinamos con nuestros secretarios e interventores de las juntas locales a efectos de predeterminar con tiempo los lugares de posible alojamiento de los ciudadanos que se vieran perjudicados por la llegada del viento. Esa tarea se centralizó fundamentalmente en La Paloma a través de la base de Prefectura Naval local, abarcando hasta La Pedrera, que está a 8 o 10 kilómetros, en el caso de Rocha el lugar de concentraciones para movernos y hacer trabajos fue el Batallón de Infantería Nº 12 y en el interior del departamento se coordinó con la Policía, ya que la comisaría es el primer lugar adonde acuden los ciudadanos en caso de deterioro. Hicimos llegar una agenda completa de nuestro funcionariado localidad por localidad en todo el departamento, con teléfonos particulares y celulares e incluso los teléfonos de las personas que tienen las llaves de cada lugar, porque muchos de ellos son escuelas, liceos o clubes sociales. Ese tipo de cosas estuvo bastante coordinado en todo el departamento.

EC – Supongo que las medidas se mantienen todavía, porque el más reciente pronóstico de Meteorología tiene la advertencia que durante la mañana de hoy se registrarán rachas de viento del sector Sur con intensidades de entre 62 y 88 kilómetros por hora en las zonas afectadas en el Este y Sur del país. Entonces ustedes no han aflojado con las previsiones y la organización.

PA – Exactamente, nos mantenemos en alerta y nos vamos a mantener durante todo el día.

EC - ¿Qué pasa con las clases en Rocha?

PA – Fue otra de las áreas que se coordinaron desde el Comité de Emergencia a través de las autoridades regionales y posteriormente nacionales. Tratamos de intervenir para que los directores de liceos y escuelas tuvieran la autonomía suficiente como para determinar si había o no clases, según el estado del tiempo. El liceo de Castillos es el único lugar donde en la mañana de hoy no se dictan clases y las de la tarde están supeditadas a lo que pueda acontecer con el viento. Como en la mayoría de los lugares muchas escuelas, algunas de tiempo completo, prestan el servicio de comedor, en el Comité de Emergencia nos pareció que era conveniente no dejar de prestar ese servicio y dejar el tema de las clases supeditado a las alternativas del tiempo. Intervinimos para que las regionales de la enseñanza les permitieran a los directores, en coordinación con el Comité de Emergencia, poder predeterminar la suspensión de clases o no.

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EMILIANO COTELO:
En Maldonado el Comité de Emergencia continuaba en alerta y, entre otras cosas, decidió que hoy el Campus permaneciera cerrado ante la eventualidad de necesitar dar refugio allí a evacuados.

Estamos en comunicación con nuestro corresponsal en Maldonado, Marcelo Gallardo.

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Marcelo, ¿cómo están las cosas allí?

MARCELO GALLARDO:
El cielo está cubierto, hay alguna llovizna cayendo, pero lo más importante es que los árboles no se mueven, no hay viento.

EC – El viento no ha perjudicado, no ha tenido las características que se temían tampoco allí en Maldonado.

MG – El cielo está color plomo, llovió, está cayendo alguna gota, pero de acuerdo con esta especie de tómbola de pronósticos que se había generado en las últimas horas, entre las cuales una recomendaba a los habitantes de Maldonado comprar botiquines y subir hacia el Norte buscando tierras más altas.

EC – Tú estás haciendo referencia a las advertencias que hizo el meteorólogo Diego Vázquez Melo.

MG – Sí, entre otras, porque ayer también nos recomendaban no andar por la costa por las olas de 10 metros que estarían llegando. Esta semana se ha escuchado de todo, pero a esta altura la población está recuperando un poco el humor después de haber sido castigada muy severamente la noche pasada entre la noche del martes y la mañana del miércoles, cuando la furia de los elementos se desató con una fuerza imparable que provocó destrozos, daños y sobre todo víctimas fatales.

EC – Supongo que se vivió con nerviosismo la noche de ayer. Pero ahora está todo encauzándose.

MG – Claro, en una salida que hicimos en El Espectador a unos minutos de entrada esta jornada le contábamos a nuestro compañero Gastón Bralich precisamente eso: no había viento, los árboles no se movían. Uno pensaba: ¿ésta es la calma que precede la tormenta o en definitiva no va a pasar nada? Parece que esto último es lo que está confirmándose en Maldonado.

Pese a eso, se tomaron todas las medidas a las que las autoridades podían echar mano. En dos puestos de Maldonado, en la zona de Talleres Municipales a la altura de la ruta 39 y en el destacamento de Bomberos, se instalaron dos brigadas de rápida respuesta y el ejército desplegó 85 efectivos del Batallón de Ingenieros de Combate Nº 4 de Laguna del Sauce. Un coronel se hizo cargo de la operación, cuando todos sabemos que los batallones están a cargo de tenientes coroneles, o sea las Fuerzas Armadas hicieron también un esfuerzo importante previendo lo que todo el mundo decía que podía llegar a ocurrir.

A la gente aquí en Maldonado le hizo mucha gracia porque decían "van a venir vientos de 88 kilómetros", como diciendo que eran apenas unas brisas mañaneras. Son vientos fuertes y vamos a recordar que gran parte de los árboles quedó sentida por el otro temporal y cualquier vientito que soplara los podía llegar a tirar. La misión de estas brigadas de rápida respuesta era, primero, salvaguardar la vida ante hechos que pudieran ocurrir y, segundo, asegurar el acceso a los centros de atención sanitaria.

Vamos a recordar que en la noche del martes Maldonado, Punta del Este y Piriápolis, toda la costa del departamento, se transformaron en un caos y los barrios se transformaron en laberintos, uno no sabía por qué calle transitar porque los árboles iban cayendo, hubo gente que quedó encerrada. La misión de esta gente, armada con todo tipo de implementos, era asegurar el paso de las unidades de emergencia llevando los eventuales heridos hacia los centros de atención sanitaria. Igualmente estamos viendo aquí en la zona de Cantegril el paso de unidades de todo tipo, UTE está manejando algunos de sus vehículos del clásico color anarjado, quizás ante algún corte de energía eléctrica producto del otro temporal. Y en Maldonado unos 6.000 usuarios de UTE todavía no tienen luz.

EC – Todavía 6.000...

MG – Lamentablemente también tenemos malas noticias, entre las 20 horas de ayer y hace poco rato se produjeron dos accidentes fatales de tránsito, en los que perdieron la vida una niña de 11 años y un trabajador. Uno ocurrió en la ruta 39 y el otro en Bulevar Camino Aparicio Saravia a la altura del aeropuerto El Jagüel.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe