Entrevistas

Durazno agradecido por el Pilsen Rock

Con una hora y media de sueño, pero contento y agradecido, el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, destacó el éxito del Pilsen Rock que este fin de semana copó el Parque de la Hispanidad. Cree que incluso se quedan "cortas" las estimaciones que hablan de entre 130.000 y 150.00 asistentes. Vidalín destacó la importancia que tiene la fiesta para los duraznenses, que han aprendido a mimar a los visitantes y hasta les dejan colgar una hamaca paraguaya en la plaza.

Emitido a las 8.07


EMILIANO COTELO: El Pilsen Rock se llevó buena parte de los titulares e incluso de las fotos de portada de los diarios montevideanos este lunes. Fotos de la concurrencia, fotos de algunos de los músicos en escena, fotos incluso del intendente, Carmelo Vidalín. Por ejemplo, en la tapa de El Observador, Vidalín aparece de jeans, con una guitarra en sus manos, aparentemente tocando frente al micrófono, vestido con una camiseta negra con la leyenda "staff" –por lo visto pertenece al staff organizador– y con lentes negros, enfrentando al público.

Supongo que está contento, ¿no?

CARMELO VIDALÍN: Muy contento. Ahí gritan los chicos cuando nos ven, todavía con un estímulo importante. Una gran fiesta.

EC - ¿Qué hizo? ¿Tocó realmente? ¿Esta foto corresponde a una actuación suya en el Pilsen Rock?

CV – No. La guitarra la uso con ustedes, con los medios de prensa, a veces. Fue un simulacro para darles alegría a nuestros jóvenes, que se habían ilusionado con que iba a subir con una de las bandas. Presenté en el escenario a un grupo duraznense nuevo, Placebo for Export, para darles estímulo, para que se sintieran cómodos y no unos pequeños frente a la maravillosa dimensión de las grandes bandas uruguayas.

EC - ¿Usted es músico?

CV – No, ni el tamboril...Pero me encanta la música, porque une los pueblos y nos permite a todos ser un poco más felices y solidarios. En torno a la música nos podemos juntar y a través de un gesto podemos decirnos muchas cosas.

EC – 130.000, 150.000 son las cifras que se manejan a propósito de la cantidad de asistentes este año al Pilsen Rock. ¿No serán un poco exageradas?

CV - ¿Usted me cree si le digo que podemos quedarnos un poco cortos? Porque nuestro parque de la Hispanidad es muy grande, excesivamente grande. No entraba un alma, como se dice habitualmente. Y a la vez, en todo momento había colas de gente desde la ciudad hacia el parque, desde el parque hacia la ciudad. Para hacer tres kilómetros en auto se demoraba una hora veinte, una hora veinticinco. Fue una fiesta maravillosa, y hacíamos la cola con alegría.

EC – Usted mencionaba el Parque de la Hispanidad, donde se desarrolla esa fiesta desde hace tres años. El mismo escenario del otro evento tradicional de Durazno, el festival de folclore y canto popular. En cuanto a la participación del público, ¿cómo compara uno con otro?

CV – Sencillo. Si bien nuestro festival de folclore es el más antiguo y quizás el mayor del país, al cual le hemos ido agregando algunos elementos para modernizarlo, quienes concurren generalmente son gente de la región, de Flores, de Florida, de Tacuarembó, de Canelones vienen muchos, y algunos de Montevideo. Este festival de rock es de todo el país y se ha vuelto ya internacional. Ha habido mucha gente de Argentina, gente de Brasil, y circunstancialmente había ciudadanos de México, de Canadá, de Alemania, de Australia que, enterados de que se realizaba esta tercera edición, aprovecharon para venir a visitar a sus familiares.

EC – Le preguntaba en cuanto a la cantidad de asistentes también.

CV – El festival de folclore se realiza durante tres o cuatro días y el número mayor que ha reunido algunas de las noches ha sido de alrededor de 50.000 personas. Y esto de ayer fue realmente histórico, maravilloso. Como decía el eslogan: hay que vivirlo desde adentro. Hay que vivirlo desde adentro para tomar una real dimensión, porque, a pesar de lo que pueden mostrar las imágenes, siempre nos vamos a quedar cortos respecto a la realidad.

Ahora venía del Parque de la Hispanidad y observaba las diferentes circunstancias de los miles de chicos que aún están en Durazno. Su imaginación, su fantasía... cómo se ubican, los lugares donde duermen son increíbles. Unos habían levantado unos 30, 40, 50 centímetros la persiana de una tienda de muchísima tradición y se habían acostado abajo, en la pequeña entrada. Lo único que se veía eran tres pares de piernas. Seguramente aprovecharon el escalón del fondo como almohada. Después pasé por una de las plazas y en uno de los plátanos hay una hamaca paraguaya en la que aún hay un chico descansando.

EC – Decía Gerardo Minutti, nuestro enviado, que se ha logrado una buena convivencia entre la población de Durazno y toda esta masa de jóvenes que asiste al Pilsen Rock. No fue así al principio; ¿cómo se trabajó este aspecto?

CV – Fue una apuesta que realizamos como padres de adolescentes y como docentes, con una pequeña cuota de inconciencia, que a veces es bueno tener. Y dio resultado. Porque el capital humano es lo más maravilloso que tenemos y la cordialidad y la amabilidad son dos virtudes que los duraznenses tratamos de estimular. Ése es el motivo de que todo esto salga bien. Además de una excelente guardia civil, que pasa totalmente desapercibida. Es muy difícil ver un policía entre la gente, y sin embargo está.

Deseo trasmitirles a los padres que deben estar orgullosos de sus hijos porque transcurren en libertad, pero con madurez y responsabilidad. Por eso es que apostamos a esta fiesta que año a año, si Dios quiere, va a ir creciendo.

EC – Una fiesta fundamental para un departamento y en especial una ciudad, como Durazno, muy castigada en los últimos años por problemas económicos y sociales. Una ciudad que parecería que ahora tiene por delante algunas perspectivas alentadoras en cuanto a proyectos de inversión que usted mismo ha comentado este fin de semana, sobre los cuales, si le parece bien, charlamos un poco más adelante. Estamos hablando de la planta de celulosa, de un proyecto de hotel cinco estrellas...

CV – ...de una fábrica de raciones.

EC – Vamos a ampliar cuando tengamos espacio.

CV – Un solo mensaje, porque (...) realmente interesante: 150.000 personas. Supongamos que gastan 10 dólares, nada más; saquen cuentas. Y 10 dólares es muy poquito. ¿Cómo no vamos a estar contentos? Gracias a ustedes por el apoyo.

EC – Le agradezco la atención, pese al escaso sueño. ¿Cuánto durmió anoche?

CV – Una horita y media.

EC – Todavía se lo escucha bien. ¿A qué hora va a dormir?

CV – Después de que me organice para recibir mañana a la gente de Stora Enso. Pero charlamos de eso luego. Un abrazo.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: María Eugenia Martínez