Un poco de historia. La construcción del Puente de las Américas tuvo idas y vueltas que por momentos nos llevaron a creer que se iba a tratar de otra obra inconclusa. Recordemos que las obras empezaron en octubre de 2001, pero desde mayo de 2002 y hasta octubre de 2003, prácticamente no se pudo avanzar por razones presupuestales.

Pero el 24 de febrero pasado nadie se acordó de eso y el gobierno saliente festejó la inauguración de la obra con bombos y platillos, y se lo definió como la puerta de acceso a Montevideo. Un puente: emblemático, vanguardista, único en la región por su estructura atirantada. El puente, proyecto del español Julio Martínez Calzón y costó 5.000.000 de dólares. La propia empresa Saceem, encargada de la obra, reconoció que se podía haber ahorrado por lo menos un 20% en un puente más modesto pero que el gobierno había encargado una obra monumental, que pasara a la historia.

De todas formas, lo que más llamó la atención a todos no fue lo monumental de la obra, sino que se inaugurara el puente sin que estuviera pronto el trébol. El bucle, como lo llaman los ingenieros, que va a ser un pasaje superior sobre Avenida Italia y desembocará en Barradas, calle que hasta la temporada pasada casi todos tomábamos si queríamos agarrar la rambla. Se anunció que ese trébol iba a estar pronto diez meses después de la inauguración del Puente, es decir en diciembre, siempre con el agua al cuello. Pero la falta de coordinación entre los diferentes actores que participaron en el puente se hizo notar y mucho.

El puente dependía del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, pero el trébol y el ensanche del puente a Carrasco hacia el Oeste dependía de la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM). Pero hay más, el ensanche del Puente Carrasco hacia el Este dependía de la Intendencia de Canelones.

"Ese es un problema de coordinación del trabajo, porque en realidad todo debió preverse para que las dos obras se inauguraran al mismo tiempo. Lo que sucede es que como se inauguraron en una época donde cada uno quería levantar su banderita y cortar su cinta...", sostuvo el ministro de Obras Públicas, Víctor Rossi.

Esos problemas de coordinación se agravaron con el cambio de gobierno, eso era lo que señalaba Rossi. Pero no sólo hubo problemas de coordinación por el cambio de gobierno nacional sino también a nivel del gobierno departamental. En ese momento, la IMM se comprometió a tener el trébol pronto antes de la temporada, a principios de diciembre.

Walter Guillén, actual director de la División Vialidad, cuenta que él llegó a la IMM cuando asumió Ricardo Ehrlich, es decir el 7 de julio. ¿Se acuerdan que el problema principal para construir ese intercambiador que comunicara el Puente de las Américas con la calle Barradas era el asentamiento de Tajes, al lado del Puente Carrasco? En aquel momento se habló mucho del tema. Ni las familias del asentamiento, ni los vecinos de Carrasco querían que el asentamiento se trasladara al lugar que ofrecía la Intendencia. Pero el traslado parecía inminente. Según contaba Guillén, encargado de resolver este tema, recién desde julio la Intendencia está trabajando para realojar a esas familias.

"El intercambiador surge a partir de la implantación del puente sobre el arroyo Carrasco por parte del Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Con una situación que lleva a que el departamento de Montevideo tenga que encarar esta obra, que es de por sí bastante costosa y que nos ha ocasionado bastantes inconvenientes(...) Fundamentalmente porque tenemos que hacer una reubicación de un par de acentamientos que recién ahora le estamos tomando el pulso y las riendas de las cosas. Si bien la Intendencia tuvo que hacerse cargo de una obra de esta envergadura, ante los acontecimientos hubo que tomar las decisiones. Y cuando yo llegué a Vialidad estaban las decisiones tomadas", dijo Guillén.

El director de Vialidad asegura que hasta marzo o abril del año que
viene no se va a poder terminar con esta obra porque ese es el tiempo que va a llevar realojar a las familias del asentamiento. Guillén cuenta los avances que se están dando a nivel del traslado del asentamiento. "En eso estamos trabajando en forma conjunta la gente de espacios públicos y edificaciones y nosotros. Nosotros habíamos hecho un total de 15 viviendas y ahora estamos ya haciendo otras 35 con la empresa Saceem".

Lo que promete Guillén es que antes de la temporada de verano estará pronta la doble vía de Avenida Italia en los dos sentidos. Obras de las que hablábamos antes y que hasta ahora complican muchisimo la entrada y salida a Montevideo. Sobre todo cuando uno sale del Puente de las Américas con dos vías y se genera un embudo de una vía en el viejo Puente Carrasco. 

Esto incluye la doble vía de Avenida Italia y del Puente Carrasco de Montevideo para acá. Pero el problema es el ensanche del Puente hacia Canelones, porque eso le compete a la Intendencia Municipal de Canelones que está desfinanciada. De hecho, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas no descarta la posibilidad de auxiliar financieramente a la Intendencia de Canelones para que haga las obras que le corresponde.

"Había ahí algún trabajo que era responsabilidad de la Intendencia de Canelones y que veremos como lo hacemos. Porque en función de la situación tan crítica que tiene en materia de recursos esta Intendencia, veremos en qué medida podemos ayudar, que es en la salida del puente hacia Canelones, dijo Rossi.

Mucha gente criticó el gasto excesivo de ese puente. Le preguntaba al ministro de Transporte qué piensa él, si en efecto se necesitaba un puente tan ostentoso y costoso. Sólo el puente costó 5.000.000 de dólares, 1.500.000 de dólares la adecuación vial y el intercambiador 3.000.000 millones más. Y Rossi contestó: "No sé, la verdad es que no sé, no lo analicé. Porque como tengo tantas obras para analizar de las que quedaron inconclusas desde hace tantos años. Esta, si acaso, todos vimos con cierta satisfacción que fuera una de las obras que se terminaban. Usted recuerde que algunos meses antes de la finalización del período yo decía que las obras eran dos `casi puente´, uno que era de acceso al Este de Montevideo y otro de salida sobre el Río Santa Lucía. El primero terminó siendo un puente, el de Santa Lucía, aún estamos luchando para que algún día cumpla su función".

¿Qué proponen para la temporada? ¿Están buscando alguna alternativa? Existen algunas alternativas, pero no terminan de ser un parche que dejan muchas dudas. Una de ellas es que la Policía de Tránsito intente desviar la mayor cantidad de autos que prefieran tomar por la rambla a la altura del Geant, es decir, antes del Puente de las Américas. Y lo que no van a permitir es que se pueda doblar en Lido, explica Guillén desde la Intendencia de Montevideo.

La opción de tomar avenida de la Playa a la altura del Geant, tampoco es ideal. Primero hay que pasar por una curva de casi 180 grados, esperar que el semáforo dé paso y además Avenida de la Playa tiene una sola vía en cada sentido, está sin señalizar y tiene una banquina en desnivel. Además, es imposible que a la altura de Giannatassio no se genera una cola enorme de autos intentando doblar mientras otros quieren seguir de largo.

En la Intendencia de Canelones, la División de Turismo está tomando cartas en el asunto. Susana Prats, directora de la Oficina de Turismo de Canelones, cuenta que los tiene muy preocupados este problema.

"Obviamente desde el punto de vista turístico a nosotros nos tiene muy preocupados. Ayer estuvimos hablando con los directores de Urbanismo y Tránsito de tener una reunión en conjunto con Montevideo y la Policía Caminera para ver de qué manera nosotros tomamos algunas acciones, para que esto se regularice de la mejor manera. Porque si no va a ser un poco complicada la situación(...) Todavía no tenemos ninguna definición, pero si estamos coordinando para ver que acciones tomamos", dijo Prats.

Fuentes de Policía Caminera decían que aunque la coordinación siempre ha sido buena con Montevideo y Canelones, les preocupa y mucho qué va a pasar durante la temporada, cuando haya picos de 500 autos intentando entrar a Montevideo cada diez minutos, sin el intercambiador para tomar a la rambla. Creen que la única solución es lograr desviar parte del tránsito por Avenida de la Playa. Pero tampoco lo plantean como una situación ideal.

¿Cómo lo vivieron hasta ahora los vecinos de la calle Lido, que de golpe se volvió una ruta de alto tránsito para poder llegar desde Avenida Italia hacia la rambla?  Héctor Esposto, que vive en la calle Lido, cuenta que los embotellamientos son cosa de todos los días y que tiene que buscar rutas alternativas a las que usaba antes para salir de su casa.

Lido nos contaba además que en la esquina de Lido y Avenida Italia hay una escuela pública y que necesitan que vaya todos los días la Policía de Tránsito para cuidar a los alumnos a la hora de la entrada y salida.