Quisiera dar un par de ideas a la señora Marina Arismendi, al señor Ricardo Ehrlich y al saeñor Jaime Igorra.

Me alegro que finalmente se esté tendiendo una mano a los más necesitados gracias al Plan de Emergencia (PANES) y me alegro que gracias a los eco-puntos se esté buscando una solución al trabajo insalubre y peligroso de los hurgadores que andan a caballo.

Yo no me atrevería a aseverar que si se prohibiera esta actividad informal, aumentaría la delincuencia, porque sería lo mismo que decir que gracias a PANES la delincuencia va a desaparecer del todo.

Tampoco pienso que el tema de fondo sea prohibir la muy loable y ecológica tarea del reciclaje sino ordenarla de tal modo que esta no se efectúe en detrimento de la seguridad pública ni de nuestro hábitat.

Esto se puede lograr haciendo que la IMM lleve toda la basura en camiones hasta los nuevos eco-puntos, prohibiendo el traslado mediante tracción a sangre en plena ciudad y prohibiendo el manejo de basura en predios que no estén habilitados por la IMM.

Creo que una cosa así no sería tan difícil de implementar.

El desempleo no justifica el caos social, máxime cuando se está otorgando un salario social a los indigentes.

Por otra parte, una contrapartida para recibir ayuda del Estado debería ser que los hurgadores se adhieran a la forma más sensata, higiénica y segura (para ellos y para todo el mundo) de dirigirse a trabajar a los eco-puntos sin que tengamos miles de caballos atravesando la ciudad de punta a punta día y noche.

¿Que les parece la idea, Sra. Arismendi, Sr. Ehrlich y Sr. Igorra?

Elvira González