La Audiencia Opina

Sobre la ejecución del Himno Nacional en los partidos de fútbol

(Mensaje enviado el jueves 27 de octubre de 2005)

Estimado Emiliano,

Te escribo ya que como oyente entiendo podés levantar un tema que me parece lamentable.

No es novedad que hay cada vez menos sentimientos nacionales y por ende se ha perdido lamentablemente la mística y el respeto por los símbolos patrios.

Tampoco es novedad que la crisis más profunda que tenemos no es la económica sino la de valores y por ello no puede estar ajeno la propia desidia con la cual nuestro gobernantes son omisos en muchos temas viéndolos pasar como simples espectadores. De este y de los anteriores gobiernos.

Los tiempos han cambiado y ya medios mediante y costos de transmisiones de por medio las ceremonias no son lo que eran hace 30 o 40 años atrás.

Aún así hacemos de cuenta que nada ha cambiado y somos pasivos testigos de ceremonias deportivas en las cuales nuestro Himno Nacional y hasta la propia bandera sea presentados por TV con diseños o ejecuciones que se realizan a criterio de vaya a saber quién que corta la introducción o deja el Himno hasta la estrofa que más le sonó acorde para cortar...

He notado como la actual selección nacional ha asumido como muestra de respeto una posición de mirar la bandera cuando se ejecuta nuestro Himno. Felicitaciones por eso.

Pero, no será momento que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y establezcan y lo que es más importante comuniquen a todos nuestros representantes diplomáticos para que así lo hagan saber a cada una de las confederaciones, asociaciones o hasta la propia FIFA cuál es la ejecución que se debe hacer de nuestro Himno.

¿No es tiempo a lo mejor de adecuar ese símbolo de nuestra identidad como Nación a los tiempos que corren y aggiornarlo para vibrar con las estrofas que más nos emocionan como el "¡sabremos cumplir!" que pocas veces llegan a escucharse?

Me parece que a nadie le ha despertado la necesidad o la vergüenza al ver que se ejecuta cuando y como se quiere.

Un abrazo,
Dr. Gabriel Calabuig.