La Audiencia Opina

Sobre la Fiesta de la X (III)

(Mensaje enviado el lunes 31 de octubre de 2005)

Llegué al Parque Batlle con un grupo de amigos una hora antes de que comenzara la fiesta, pero nos perdimos el primer show debido a la hora y media que demoramos en entrar. La cola iba muy lenta. Pese a que en Uruguay somos casi 50 y 50 varones y mujeres, la organización había dispuesto más policía masculina que femenina (relación de 5 a 1), lo cual demoraba el cacheo. Cuando empezó a sonar la música se formó una cola paralela de "colados" que avanzaba más rápido que la nuestra. Llegó un momento en que la cola era una formalidad y empezó a entrar gente que recién llegaba, "de prepo" nomás, ante la inoperancia policial. Preguntamos a un agente si se podía hacer algo y nos respondió:
hagan lo mismo que ellos. Dentro de la fieta el maltrato fue constante: 45 minutos para comprar un pancho minúsculo que valía $15 o una lata de cerveza de 350cc a $40. Se conseguía cerveza y vino de contrabando por un paredón, pero nosotros preferimos no entrar, mantenernos de lado.

Una hora de espera para entrar al baño se explica si se piensa que sólo había tres zonas de baños químicos para más de 50.000 personas. En el local de Otonello se acabó el pan a las 22:15, la cerveza terminó de venderse caliente y los panchos "salían" en pan de hamburguesa. La iluminación de los senderos era pésima, hubo problemas de sonido en los escenarios menores y algunas bandas tapaban a otras más tranquis. Eso sí, desorganizados y todo los distintos boliches instalados se pusieron de acuerdo en los precios. Ah, y los escenarios fueron - con pocas y entendibles excepciones - muy puntuales. Bien por ello.

Cuando escucho hablar a los empresarios y los oigo quejarse de que acá no se invierte, que la gente trata a los inversores como si vinieran a robarles de su propio bolsillo, etc., etc. ¿no tendrá un poco de razón la gente? ¿Por qué en el Pilsen Rock salió todo redondito? Elemental, Watson: porque la entrada era gratuita. Basta que haya lucro de por medio para que aflore lo peor de nuestra identidad. Si hacés cola para entrar, si comprás la comida
y la bebida en puestos autorizados, si vas al baño en vez de hacer contra un arbolito, si sos honesto, perdés.

Tristemente, en Uruguay, el crimen paga.

Rodrigo de La Unión