Entrevistas

Bernal: no había información de que marcha del viernes podía ser violenta

El jefe de Policía, Ricardo Bernal, dijo que no tenían "ninguna información precisa sobre que esta manifestación se tornaría violenta". Respecto al operativo destacó que situaciones de este tipo restan efectivos al control de la delincuencia. "Los que festejan son los rapiñeros, porque cuando tenemos que concentrar efectivos para aspectos de orden público tenemos que sacarlos de la vigilancia general", afirmó. Bernal dijo que si siguen las manifestaciones en respaldo a los detenidos, se analiza trasladarlos.

(Emitido a las 7.36)

EMILIANO COTELO:
Sigue siendo uno de los dos o tres principales en la agenda de la información nacional: las repercusiones, los ecos, la polémica por la marcha cargada de violencia que se desarrolló el viernes por la tarde en la Ciudad Vieja.

Por supuesto que hay todo un foco de atención puesto en los violentos en sí, en los grupos que organizaron esa movilización, en el fallo judicial. Pero también está el ángulo de la actuación policial y, a su vez, dentro de él, un par de facetas. La primera la crítica por lo que habría sido lentitud y pasividad al comienzo de la marcha, la segunda el tipo de procedimientos que se desarrollaron a la hora de intervenir, donde se podría haber incurrido en excesos.

Sobre el primero de estos aspectos críticos del operativo policial del viernes, hoy el diario El Observador dice en su página 3 que "Inteligencia alertó a la hora 15 de que la marcha iba a ser violenta". La nota de Gabriel Pereira señala que "la Dirección Nacional de Inteligencia del Estado (Dinacie) del Ministerio de Defensa, y la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) del Ministerio del Interior, advirtieron en tiempo y forma al Poder Ejecutivo y a la Jefatura de Policía de Montevideo sobre el carácter violento de la marcha del pasado viernes. Fuentes de ambos servicios de información coincidieron en que la Policía montevideana no adoptó las medidas necesarias para prever la espiral de violencia que se desató en la zona de la Ciudad Vieja durante la marcha contra la cumbre de presidentes que se celebraba en Argentina".

El artículo recuerda que "el ministro del Interior, José Díaz, declaró a los medios que la Policía fue tomada de sorpresa. Sin embargo, a la hora 15 del viernes, una hora antes de que cientos de personas partieran desde la Plaza Matriz, una llamada telefónica surgida desde la sede de la DNII advirtió a la Jefatura de Policía que era inminente un estallido de violencia".

"Fuentes oficiales dijeron que la DNII tenía montados varios puntos de observación y había puesto especial atención en la marcha ya que, como luego pudieron comprobar los oficiales de Inteligencia, fue organizada por las mismas personas que en los últimos tiempos han protagonizado al menos 25 episodios de violencia.

Entre otros, las fuentes mencionaron las pedreas y agresiones a policías durante escraches por el tema derechos humanos; las pedreas y quema de una bandera de Estados Unidos frente a la residencia presidencial de Suárez; las agresiones contra locales del Codicen y centros de estudio; la violencia desatada contra el Palacio Legislativo y sus custodias; y las recientes bombas de alquitrán y destrozos contra cajeros automáticos, la sede de la Cancillería, locales del Poder Judicial, la empresa Dirox y la alianza Uruguay-Estados Unidos.

‘Cambian de nombre permanentemente, hoy se llaman Aguijón, mañana Alcarajo y pasado Grupos de Acción Directa, pero son siempre los mismos’, dijo un oficial de Inteligencia.

Filmaciones realizadas por la Policía y las obtenidas de cámaras de seguridad de los bancos destrozados el viernes, permitieron identificar a personas que ya habían participado de otras marchas, como las organizadas por la coordinadora de Estudiantes de Secundaria.

El viernes, sobre la hora de la marcha, los agentes de la DNII informaron que estaban llegando al lugar grupos de media docena de jóvenes, con ‘escasa interacción’ entre sí, portando mochilas y con ropas ligeras. Luego se agregó a esta información la existencia de capuchas y pañuelos para taparse la cara, característica común a otras marchas violentas.

Una hora antes de iniciar la recorrida, entre la hora 14 y las 15, los agentes de Inteligencia, desde el lugar de los hechos, informaron por celular a sus superiores que estos grupos de jóvenes estaban juntando piedras y objetos contundentes en sus mochilas. Desde la sede de la DNII, en las calles Paraguay y Maldonado, se alertó por celular a la jefatura de Montevideo ya que, según se informó, en la zona por donde podía pasar la marcha, los agentes de Inteligencia habían notado la presencia de unos pocos efectivos de la Policía Turística.

Una vez que la marcha comenzó, se dividió en dos grupos: al frente iba un sector de ‘agitación’ que marcaba los objetivos, y detrás uno de ‘hostigamiento’ que destruía todo a su paso, según estableció el trabajo de investigación policial.

Conforme la marcha fue avanzando, en la DNII no se explicaban por qué, si habían avisado con tiempo, no había un despliegue policial de jefatura acorde al alerta lanzado".

Más adelante, la nota de El Observador agrega que ese "no fue el único informe de Inteligencia que advirtió a las autoridades sobre lo que se podía venir. Dos días antes de la marcha que sumió en un caos a la Ciudad Vieja, el gobierno había recibido un informe de la Dinacie acerca de la protesta.

Fuentes oficiales dijeron que unas 48 horas antes de la marcha, la Casa Militar, que funciona en el octavo piso del Edificio Libertad, recibió un pormenorizado informe elaborado por la Dinacie.

La Dinacie depende del Ministerio de Defensa y es la encargada de coordinar todas las acciones de Inteligencia que se hacen en el país, una función que sólo existe en el texto de la ley ya que los organismos de seguridad militares y policiales están divorciados y funcionan de manera independiente.

El gobierno incluyó en el Presupuesto la creación de una Secretaría de Inteligencia con el objetivo de poner orden en el funcionamiento de estos organismos, pero aún no se ha implementado.

No obstante, la Presidencia a través de la Casa Militar -oficina encargada de la seguridad presidencial- suele recibir informes de la Dinacie.

Las fuentes dijeron que el informe elaborado por la Dinacie en esta instancia vinculó los grupos que organizaron la marcha del viernes 4 con los atentados perpetrados el lunes 31 de octubre contra dos cajeros del banco de Boston y contra la sede de la Alianza Uruguay-Estados Unidos.

La información de Inteligencia que llegó el miércoles al gobierno estableció que la marcha del viernes había sido preparada en reuniones que se realizaron en el Servicio Ecuménico Solidario, que funciona en la calle Maldonado 1162. Entre las organizaciones ‘de inspiración anarquista’ que aparecen mencionadas en el informe de la Dinacie, figuran el Grupo de Izquierda Revolucionario (que edita el semanario El mundo al revés), Fogoneros, Libertaria Cimarrón, Muerte al capital, Centro Social Galpón de Corrales (vinculado a Funsa), el periódico Barricada y la FM Klasista 80.9", informa el matutino esta mañana.

¿Cómo se responde desde la Jefatura de Policía de Montevideo? ¿Qué conclusiones se sacaron después de la evaluación que se hizo en el día de ayer del operativo del viernes? ¿Qué cambios se van a introducir para el futuro en el seguimiento de una marcha de características como estas? Vamos a conversarlo con el inspector principal Ricardo Bernal, jefe de Policía de Montevideo.

***

Inspector Bernal, usted escuchaba recién lo que publica hoy el diario El Observador con base en fuentes de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (Dinacie) en particular, sosteniendo que a las 15 del viernes la Jefatura fue advertida del riesgo cierto de violencia en esa marcha que estaba por empezar. ¿Usted tenía, efectivamente, ese dato?

RICARDO BERNAL:
No. Con respecto a esto, en principio no puedo hacer comentarios con respecto a una información o un trascendido, cuando hablo lo hago identificándome. Sería bueno que quien transmitó esa información se identificara.

EC - Es frecuente que desde la Dinacie surjan trascendidos, usted lo sabe.

RB - Sí, pero no voy a entrar en el juego de hacer críticas a otros servicios, a otras agencias, prefiero hacerlo en el ámbito interno.

EC - Permítame una puntualización para los oyentes: la Dinacie no depende de la Jefatura, depende del Ministerio del Interior, es una dependencia nacional.

RB - Puedo decirle que no teníamos ninguna información precisa sobre que esta manifestación que se anunciaba pacífica se tornaría violenta, no había ninguna información, yo no recibí ninguna información en ese sentido previamente. Recibí estas -está en el registro de mi teléfono celular cuáles son las llamadas- cuando ya habían comenzado esas situaciones. Se dice que había personas que llevaban mochilas, esto se ha tornado bastante común en muchas manifestaciones, además la Policía no puede detener a una persona porque lleva una mochila, porque lleva una capucha o porque haya hecho otra actuación, nosotros tenemos que hacer detenciones solamente cuando hay flagrancia delictual o cuando hay una orden judicial, esas son las dos únicas posibilidades de actuar que tienen los policías. La información que tenemos es la información abierta, conocemos la existencia de esa radio, de panfletos que se han publicado, de comunicaciones que se hacen a través de Internet, pero de allí en ningún momento surgía ninguna situación de violencia.

EC - Pero ustedes sí sabían que la marcha se hacía, sabían, en principio, que tenía como destino la Embajada de Estados Unidos.

RB - Y allí, justamente, teníamos el personal, estaba el equipo de choque, había vallas, había efectivos con escudos. Y por otra parte, como se ha hecho en distintas marchas, simplemente estaba previsto que la Policía hiciera un acompañamiento con personal básicamente del cuerpo de Policía de Tránsito para garantizar que se hiciera sin ningún obstáculo, o sea que garantizamos el derecho a la libertad de expresión, a la manifestación.

EC - Usted dice que el operativo estaba diseñado desde la Ciudad Vieja hacia la Embajada de Estados Unidos, porque hacia allí se suponía que se dirigía la marcha.

RB - Así estaba anunciada y prevista, además es lo normal que ese tipo de manifestación termine en la embajada.

EC - Los testigos señalan que en la concentración en la Plaza Matriz ya se vio a varios de esos jóvenes cargando en sus mochilas piedras y otros elementos contundentes que hacían sospechar que la violencia podía darse. ¿Eso no lo vieron los funcionarios policiales que estaban allí?

RB - El hecho de que cargaran allí no nos indicaba que pudiera haber incidentes en el mismo lugar, como no habían ocurrido. Es una interpretación que va por cuenta de quienes dan esa información, es muy fácil hacer críticas después de que los hechos han ocurrido. En el mundo de hoy, con toda la conflictividad que hay y que vemos por los medios de información internacional -de la cual ningún país está ajeno, por supuesto-, el paradigma del accionar policial, de las agencias de seguridad, de las organizaciones encargadas de hacer cumplir la ley, es la labor proactiva y no reactiva, es decir adelantarse a los hechos para evitarlos, porque después que ocurren, los daños, los costos pueden ser muy altos y la acción posterior, aunque sea exitosa, ya no puede pararlos.

EC - Había alguna señal de la posible violencia ya que cargaban piedras y cubrían los rostros.

RB - Pero no se indicaba que la violencia pudiera existir allí; justamente, nosotros habíamos concentrado el personal en el entorno de la embajada porque allí sí presumíamos que podía haber situaciones de violencia, como ya han ocurrido. Cuando hay movilizaciones como los escraches, las acciones de violencia son el lugar donde se va a hacer eso, no en el trayecto ni en una zona que nada tiene que ver con el objetivo de la manifestación. Justamente, uno de los principios que teníamos marcados en la orden de operaciones que se emitió era evitar la presencia policial durante la marcha para que ello no fuera tomado como una señal o una provocación de la Policía hacia los manifestantes y de ese modo diera lugar a manifestaciones violentas.

EC - Entendido eso, de todos modos ustedes estaban siguiendo la marcha.

RB - La estábamos siguiendo.

EC - ¿Por qué cuando empezó la violencia se demoró tanto en actuar? Porque hay quienes dicen que durante varias cuadras hubo roturas de vidrios, agresiones a automóviles, a fachadas de comercios, etcétera, sin que la Policía interviniera.

RB - No, la Policía intervino desde un primer momento porque estaba allí, se ve en las imágenes; después, justamente, las personas detenidas se quejan de la acción policial, es porque había policías, si hubo 15 detenidos es porque allí hubo policías. Lo que no llegó inmediatamente fueron los equipos antidisturbios, que llegaron después mediante orden, los teníamos en otro lado. No es apretar un botón y que aparezcan policías, la Policía siempre está empeñada en distintas tareas, máxime en un fin de semana, no nos sobran los policías. Justamente, la operativa era evitar presencia policial numerosa en el inicio de la marcha y que estuviera en el lugar donde se iba a efectuar la manifestación.

EC - Usted señala que los cuerpos especializados en reprimir este tipo de hechos concurrieron todo lo más rápido que pudieron en función de dónde se encontraban, ¿esa es la explicación?

RB - Sí, no estaban en el lugar, estaban en las bases y en la embajada, allí estaban los equipos de choque, es decir los equipos antidisturbios, pero en la zona había personal de la Comisaría 1ª de la Policía de Seguridad Turística, equipos PUMA, que son policías que andan en moto. Ese era el personal que estaba desplegado en la zona en tareas preventivas porque esa es la acción fundamental que tiene la Policía. Creo que nadie, ni esos supuestos informantes, tan inteligentes, preveía que podía ocurrir lo que ocurrió, porque siempre es posible que una situación derive en actos de violencia, pero nosotros no tenemos la bola de cristal, y después de que ocurren los hechos es muy fácil criticar y pensar que la Policía tiene recursos suficientes como para atender esas situaciones. En ningún lado del mundo esto puede ser previsto como para tomar medidas, tenemos ejemplos muy claros en lo que está pasando y pasó en Argentina y en lo que está pasando en Francia y ha pasado en otros lugares.

EC - La actuación policial también es criticada por lo que ocurrió una vez que se produjo la intervención, se señala que puede haber habido excesos, violencia del lado de los efectivos policiales. Por ejemplo, se señala el caso de una de las jóvenes procesadas, de 20 años, que resultó con un brazo quebrado en el momento de ser arrestada. Y se menciona la fotografía de Associated Press en la que se ve a un funcionario policial aparentemente disparando con su arma, con una pistola.

RB - Le mencionaba el paradigma de la acción proactiva, pero cuando se debe intervenir -si quiere podemos teorizar sobre metodologías y técnicas de intervención- tenemos que manejar realidades. Es muy sencillo hacer críticas ante las acciones y los hechos ya consumados desde un estudio o un gabinete, otra cosa es operar en el terreno con los recursos, con los medios con que cuenta la Policía de Uruguay. Tenemos que ser muy realistas: es muy difícil, cuando ya se ha desatado la violencia, que la Policía pueda hacer una operación como si estuviera haciendo una operación quirúrgica, o sea que sea incruenta, aséptica, inocua, cuando se desata la violencia los resultados no son gratos para nadie, va a haber policías lesionados, alborotadores lesionados.

Nosotros no tenemos, como se ven en las películas, policías que con un solo movimiento o con piruetas que desafían las leyes de la gravedad puedan reducir a un número importante de personas sin ninguna consecuencia. Las personas que están alborotando no son muñecos que ponen las manos adelante y dicen: "Policía, lléveme, estoy detenido", son personas que se están moviendo, que se están resistiendo, que están golpeando, que están mordiendo, que están pataleando, tirando piedras, dando palos, no es fácil la acción de la Policía para reducirlas. Cuando cae la gente se golpea, ahí no hubo ninguna fractura de brazo, hubo un golpe en el codo, se lastimó contra el pavimento al caer, pero no hubo ningún muerto, ningún lesionado grave.

EC - Desde la audiencia lo consultan acerca de otro de los momentos. Jorge, del Prado, menciona lo que se vio en Canal 12, cuando una persona en el suelo es pateada por un civil y los policías que están alrededor no hacen nada para impedirlo, el civil se retira y vuelve a patear a la persona que está en el piso y la Policía continúa sin hacer nada.

RB - Lo vi y lo estamos investigando, ya se ha dispuesto una información de urgencia para analizar todos esos aspectos. Ya le digo, el policía está allí inmerso, en inferioridad de condiciones, en una situación muy delicada, está siendo atacado, y la gente que ha sido objeto de todos esos daños, que estaba con una razonable ira, puede hacer que haya errores o que haya situaciones que los policías no puedan controlar, se ponen a detener a las otras personas, tendrían que haber liberado al que tenían allí reducido. Va a haber errores, va a haber fallas, eso es natural en estas intervenciones. Tenemos que mirar y ver claramente dónde estaban los violentos, quiénes eran los que estaban infringiendo la normativa, quiénes estaban alterando el orden público.

EC - O sea que la investigación todavía no ha concluido. En particular, sobre esa fotografía que muestra a un agente utilizando su arma, que creo que no es de las habituales en este tipo de funcionarios, ¿qué han podido saber?

RB - Yo ayer firmé una orden para que el director de Coordinación Ejecutiva analice esa actuación para hacer un estudio de todo el procedimiento, antes, durante y después de esos hechos, la intervención policial, el cumplimiento de la orden de operaciones que se emitió, si hubo demoras, si hubo excesos, esa fotografía del policía con el arma. Pero hay que tener en cuenta que en la fotografía no se ve que esa arma o supuesta arma esté siendo disparada, no se ve ningún fogonazo; puede haber ocurrido que el policía, en el momento de la detención, al ver que se le venía gente encima y que corría riesgo, haya extraído el arma solamente con fines de disuasión.

EC - El arma en sí, esa arma plateada que se ve, ¿de dónde sale?

RB - Los policías tienen armas empavonadas, tendría que ser negra, no plateada; por eso le digo, hasta ahora no hemos ubicado esa arma, se está investigando. Veo que se insiste mucho en detalles de la acción policial y no se tiene en cuenta lo que la Policía evitó, porque, como usted indicaba al principio, había personas que tenían bombas incendiarias caseras que no se llegaron a utilizar y no se produjeron incendios porque la Policía intervino. Esas manifestaciones terminan con edificios incendiados, con vehículos incendiados, acá la Policía lo evitó y eso no se ha tenido en cuenta. Hablamos de lo que no hizo la Policía, pero no se tiene en cuenta lo mucho que evitó, porque cortó una acción que la justicia ha tipificado provisoriamente como sedición, que es un hecho muy grave.

EC - Yo le estaba planteando los dos tipos de cuestionamientos que se han escuchado en estos días, porque la Policía ha quedado en el medio de un tironeo entre quienes dicen que debió haber sido más enérgica y más rápida y quienes señalan que pudo haber cometido excesos. Yo estaba planteándole las distintas objeciones y era interesante escuchar sus respuestas.

RB - Eso es muy viejo, al policía siempre se lo critica por lo que hace o por lo que no hace, palo por si bogas y si no bogas palos. Estamos acostumbrados.

EC - ¿Cuáles son los cambios que ustedes han resuelto introducir para el futuro en el abordaje de este tipo de marchas? Porque han tomado algunas decisiones.

RB - Primero hemos encargado a la Dirección de Investigaciones que realice tareas de inteligencia que hasta ahora no se hacían acá. Justamente, queremos tener más información oportuna, precisa y directa, con fines netamente operativos. Por otro lado, en toda manifestación a propósito de la cual haya información de posibles situaciones de violencia vamos a poner personal policial en todo lugar y en todo momento, no como hasta ahora, que poníamos al final para evitar enfrentamientos o confrontaciones entre los policías y los manifestantes. Estas situaciones llevan a que la operativa cambie. Eso nos va a implicar un tremendo esfuerzo en cuanto a efectivos, que de ninguna manera nos sobran. En definitiva, los que festejan con esto son los rapiñeros, porque cuando tenemos que concentrar efectivos para aspectos vinculados con el orden público tenemos que sacarlos del despliegue de la vigilancia general que se hace en la ciudad, porque no tenemos más efectivos, y eso debilita el patrullaje que hace la Policía. Fíjese que en este momento estábamos en un fin de semana, teníamos operativos para la prevención de rapiñas, para todo lo que tiene que ver con las situaciones que se producen en los centros donde se desarrollan bailes, donde siempre hay desórdenes. Tenemos todo el personal empeñado, tenemos que estar mirando cuidadosamente dónde asignamos esos policías y estas situaciones nos llevan a tener que tomar policías que tenían otras tareas de orden público y de seguridad.

EC - En definitiva, por lo que usted relataba recién, a partir de la experiencia del viernes el manejo de una marcha de esas características va a ser diferente, se va a procurar estar más activamente encima de los hechos, dejar menos margen para el desarrollo de eventuales actos de violencia.

RB - Vamos a concentrar más personal para que, en caso de situaciones de violencia, la Policía inmediatamente pueda tomar las medidas para cesarlas, lo que implica concentrar más personal desde el momento en que las personas se reúnan y durante la marcha hacia donde sea. Lo estamos haciendo desde el primer momento en que ocurrieron estos hechos, tuvimos que concentrar personal en el juzgado que estaba actuando, en la comisaría donde estaban los detenidos, después ayer mismo en los lugares donde están alojadas las personas procesadas y eso nos implica un movimiento de efectivos importante apoyando a la Dirección Nacional de Cárceles y acá en el propio edificio central de la Jefatura donde hay dos personas que están alojadas y veremos si se mantienen allí...

EC – Sí, se ha anunciado que estas marchas de solidaridad con ellos van a proseguir todos los días.

RB – Si el objetivo es las personas que están alojadas acá tendremos que trasladarlas a otro establecimiento. No queríamos hacer eso en un principio pero no queremos mantener una situación de esa naturaleza por mucho tiempo porque eso implica un desgaste, incomodidades porque hay que hacer desviaciones de tránsito, cortes de calles, vallados y eso molesta a la gente.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe