"Definitivamente, esto es una paradoja", dijo Gabriela Lemus, directora de Política y Legislación de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, con sede en Washington. Y agregó: "Más que nunca, tenemos que revisar nuestras leyes de migración", informó Terra.es.

Lemus explicó que "es muy costoso deportar, no tiene sentido. Realmente no hemos avanzado en el plan de seguridad nacional y estamos haciendo daño a la economía". Y señaló que el costo de las redadas para atrapar trabajadores indocumentados subió de 300 dólares por persona en 1992, a 1.700 dólares actualmente.

Las autoridades migratorias indicaron que el arresto de 125 trabajadores indocumentados de la semana pasada en una obra de la cadena comercial Wal-Mart en las afueras de Filadelfia, en Pensilvania, fue una advertencia para el mercado laboral.

John Kelleghan, agente a cargo de la Oficina de Inmigración en Pensilvania, sostuvo: "Los empleadores que contraten foráneos ilegales a sabiendas, y aquellos que utilicen documentos falsos para obtener trabajo, enfrentan importantes cargos criminales y administrativos".