¿En qué nos hemos convertido?
(Mensaje enviado el miércoles 23 de noviembre)
Somos una familia normal de Montevideo, dos profesionales, tres hijos. La peleamos todos los días como tantos, intentando trabajar acá y en donde se pueda. Escuchamos ayer con estupor que un diputado dijo que los delitos en nuestro país habían bajado...
Me gustaría saber cuál es el país del diputado, porque no vivimos en el mismo:
En mayo nos robaron el coche de la puerta de nuestra casa, en junio a nuestro hijo de 11 años le robaron los championes amenazándolo que lo iban a matar con un revólver y haciéndolo caminar unos 30 metros hasta una parada de ómnibus, a las 4 de la tarde en el Buceo. El día anterior en la Ciudad Vieja a mi padre lo intentaron robar pensando que tenía dinero en el bolsillo del pantalón (eran pañuelos de papel). Un mes después a nuestra hija de 15 años también en el Buceo le robaron el celular y otras cosas de la mochila, también a las 4 de la tarde y con amenazas. Hace 10 días a nuestro hijo de 17 le robaron la bicicleta en la Rambla por el Cordón, también con amenazas....
Siempre con gente alrededor.
Siempre les decimos que entreguen todo, que no se arriesguen a que los lastimen. Pero el otro día, después de una conversación en que nuestros hijos manifestaban su rabia por la impotencia con que tenían que perder sus cosas, y el sentimiento de injusticia ante la impunidad de los otros..., me dirigía en coche al aeropuerto, cuando en Barradas y Avda. Italia se me sube al coche un sujeto.... Ya sé, tenía que haber trancado el auto. Siempre lo hago, pero esa vez no.
Mi reacción fue salir corriendo del auto, y pedir ayuda a los varios coches que pasaban por ahí en ese momento. Me persiguió uno de los ladrones tironeándome de la cartera, mientras del otro lado me tiraba piedras otro de estos muchachos... No le di la cartera, por la rabia acumulada que tenía ante tantos robos impunes.
NADIE me ayudaba. Pasaron 4 o 5 coches, y yo les hacía señas desesperadas, pero me esquivaban. Hasta que pasó un taxista y me sacó de ahí. La historia terminó bien, relativamente, ya que nadie salió herido, y no robaron nada más que la llave del coche.
Pero es impresionante pensar en lo que nos hemos convertido. NADIE ayudaba.... NADIE se mete.
Cuando robaron a mis hijos en las distintas oportunidades que relaté, lo que más les dolió fue la indiferencia de toda la gente que estaba presente en el lugar. A mí también.
Pero yo me pregunto: ¿hay que resignarse?
El motivo de esta carta era, inicialmente, solicitarles a ustedes que formen una tertulia con gente que sepa, para discutir qué es lo que hay que hacer, a nivel del ciudadano común, para sobrellevar toda esta violencia. ¿Cuál es la solución? ¿Entregar todo para evitar ser lastimado? ¿O resistirse para que no les sea tan fácil? ¿Andar armado como en Brasil? ¿Cómo se para esto? ¿Existe alguna posibilidad de poder parar esto? ¿Qué debe hacer alguien que ve que están robando a otro? ¿Alejarse y mirar para otro lado? ¿Ayudar y arriesgarse a ser lastimado o robado?
Si un menor roba una cartera en 20 segundos, quizás de alguien que acaba de cobrar el sueldo, o sale de un cajero, etc. etc., y consigue por ejemplo $8.000 en 20 segundos. Si cae preso, lo largan en seguida porque es menor. Luego sale y vuelve a robar. Ese menor, alguna vez va a querer trabajar todo un mes para ganar, con suerte, $3.000??????
¿Y cuál es el mensaje que le debemos dar a nuestros hijos? Estudien, esfuércense, como lo hacemos nosotros, que trabajamos tanto para poder pagar y reponer todo lo que nos roban?
Por suerte todavía queda gente buena como el taxista que me ayudó a mí, o el portero de un edificio que ayudó a mi hijo cuando le robaron los championes... pero están pasando a ser la excepción, por desgracia.
Lamentablemente me demoré unos días en mandar esta carta, por lo que debo agregar más "incidentes" a la misma: ayer durante la noche coparon una casa a una cuadra de la nuestra, y hoy nos robaron la camioneta de la empresa de mi esposo, en otro barrio..... A la mamá de una amiga mía le fracturaron el hombro para robarle la cartera el sábado....
Les agradezco que tomen esto como un testimonio más, de lo que está pasando hoy en Montevideo. ALGO hay que hacer.... ALGUIEN tiene que hacer algo, no se puede seguir discutiendo sobre teorías mientras perdemos los valores y la calidad de vida que nos caracterizaban hasta hace poco....
Gracias y saludos,
Sylvia