Entrevistas

Tras reconocimiento de la llamada, archivaron denuncia por amenazas a Diego Muñoz

La denuncia por amenazas de muerte presentada por el periodista Diego Muñoz contra Nelson Gutiérrez, directivo de Tenfield, fue archivada. Gutiérrez reconoció la llamada telefónica y haber dicho que iba a matar a Muñoz pero dijo que lo hizo en un contexto especial y no quiso comprometer físicamente al periodista. El abogado de Muñoz, Martín Sbrocca, expresó satisfacción por la resolución del caso.

(Emitido a las 7.38)

EMILIANO COTELO:
La eliminación de la selección uruguaya en su carrera al Mundial de Alemania tuvo la semana pasada una inesperada derivación policial y judicial. El periodista Diego Muñoz, del programa Deporte Total, que se emite por Tveo, denunció que debido a sus críticas a Tenfield había sido amenazado de muerte por dos representantes de la empresa que encabeza Paco Casal.

La acusación, presentada por Diego Muñoz y su padre Carlos, primero ante la Policía y luego confirmada ante la justicia penal, señalaba como responsables de las amenazas al ex futbolista Nelson Gutiérrez, directivo de Tenfield, y a Rodolfo Pereira, periodista del canal de televisión VTV, perteneciente a Tenfield.

Joel Rosenberg, amigo de Diego Muñoz, explicaba el jueves en nuestra Tertulia, los antecedentes de este episodio.

(Audio)

"JOEL ROSENBERG:
Hay dos hechos, dos llamadas, una llamada de un periodista que trabaja para la empresa Tenfield invitando, pactando una pelea entre Diego Muñoz y uno de los directivos de Tenfield, y después viene una llamada a un familiar de Diego amenazando de muerte a Diego Muñoz, diciendo que querían saber la dirección de la casa, que lo iba a matar esa persona, en primer persona, uno de los directivos de Tenfield, y que no le importaba ir preso. Esa es la segunda llamada y eso fue lo que llevó, luego de varias semanas de nerviosismo por la primera y luego de la última llamada por las dos juntas, a que Diego realizara la denuncia el martes a la noche en Delitos Complejos de Jefatura aquí en el Centro.

Si bien nos dejaron a muchos de los que estamos alrededor de Diego mal, realmente mal, son los días más difíciles que he pasado desde que trabajo, desde hace 15 años, en periodismo, también las esperábamos. Yo estoy alejado desde hace muchos años del periodismo deportivo, pero la efervescencia de los últimos días y la decapitación automática pública de cualquiera que saliera a decir algo en contra del sistema de fútbol uruguayo, me llevaron a pensar que algo de esto podía suceder porque no hay nadie que aplaque los ánimos en ese sector del poder del fútbol uruguayo".

(Fin.)

EC – El jueves los involucrados declararon en la Jefatura, donde se había radicado la denuncia de Diego Muñoz. El sábado por la mañana, el juez Jorge Díaz y la fiscal Mónica Ferro interrogaron por separado a los denunciantes y a los acusados. Además, se produjo una audiencia en la que estuvieron presentes las dos partes con sus respectivos abogados. Finalizada esa instancia, la fiscal Ferro solicitó el archivo del expediente, lo que fue refrendado por el juez Díaz.

¿Qué había ocurrido? Según nuestras fuentes, Nelson Gutiérrez reconoció haber llamado al relator de fútbol Carlos Muñoz para manifestarle su malestar por las críticas que su hijo venía realizando insistentemente contra Tenfield y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). El ex futbolista reconoció también haber dicho que lo iba a matar, aunque aclaró que sus dichos habían ocurrido en un contexto muy particular, de bronca y enojo por hechos que se habían sucedido y puntualizó que no había sido su intención amenazar ni poner en riesgo la integridad física de Diego Muñoz.

Aparentemente ese testimonio operó como un pedido de disculpas y así fue aceptado por el denunciante.

Como los hechos se cerraron el sábado, nos pareció importantes hoy lunes tratar de sacar algunas conclusiones, para lo cual estamos en diálogo con el doctor Martín Sbrocca, abogado de Diego Muñoz y abogado del Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (IELSUR).

***

Doctor Sbrocca, ¿cuánto duró esa instancia del sábado?

MARTÍN SBROCCA:
Más o menos tres o cuatro horas.

EC – La primera pregunta es: ¿qué evaluación hacen ustedes? Al archivarse el caso, una de las posibles interpretaciones es que no hubo elemento como para procesar a quienes habían sido acusados por las amenazas. ¿Por qué ustedes, sin embargo, están satisfechos con el trámite y con el desenlace?

MS – Lo primero que hay que aclarar, porque es importante y es más que posible que mucha gente haga ese razonamiento que usted está haciendo, es que si bien el expediente se archiva, el archivo no fue una consecuencia directa de que se hubiese concluido que los hechos que dieron mérito a la denuncia no hayan existido o hayan sido falsos. Todo lo contrario, como usted señalaba claramente en el momento de hacer la síntesis, el señor Gutiérrez en su declaración judicial reconoció haber realizado las manifestaciones que habían dado mérito a la denuncia.

EC - ¿Y esto por qué es importante?

MS – Es importante porque en definitiva una cosa es plantearnos ante una hipótesis donde la resolución judicial implique archivo como consecuencia de que lo que se denunció no existió, y otra cosa muy distinta es lo que sucedió en este caso. Se llegó a una resolución de archivo sobre la base de una especie de acuerdo o de mediación en la cual el juez y la fiscal tuvieron una participación activa importante intentando acercar a las partes, tendente a no seguir adelante con actuaciones judiciales que podían derivar o no en una consecuencia judicial que podía ser trascendente. Intentaron que el tema quedara por acá, que las partes se dieran por satisfechas con ese reconocimiento de lo que había sucedido.

EC - ¿La audiencia terminó siendo algo así como una instancia de conciliación?

MS – Si se quiere fue algo similar a eso. El juez y la fiscal hicieron gala de lo que en la jerga se conoce con el nombre de "principio de oportunidad", es decir un aspecto de la política criminal del Estado, porque hay situaciones en las que se considera que de repente es preferible que la justicia penal o todo el sistema penal no comience a tener una participación mucho más activa o mucho más importante en la medida que el tema pueda ser solucionado con otra medida.

EC – A partir de ese matizamiento que Gutiérrez hizo de lo que habían sido los términos de su llamada telefónica, ¿no se puede concluir también que Diego Muñoz exageró? Gente futbolera ha comentado en estos días que tal vez haya sido una exageración presentar esta denuncia penal, que en el fútbol y entre hombres cada tanto las conversaciones suben de tono pero no por eso tienen que terminar en un juzgado. ¿Qué responde usted?

MS – Dos precisiones. Una es importante para que quede claro cuál fue la actitud del juez y la fiscal: en ningún momento se le impuso al señor Diego Muñoz, a lo largo de la audiencia que tuvimos el sábado, que aceptara esta solución, muy claramente el señor juez y la señora fiscal le señalaron al denunciante que si bien ellos estaban planteando la posibilidad de llegar a esa solución, él como denunciante tenía todas las facultades para decir: "No, yo quiero que eso siga adelante y que juez y fiscal analicen si los hechos denunciados –luego de las declaraciones que ya se habían tomado– dan mérito o no para un procesamiento". Quiero dejar claro eso, que Diego Muñoz se sintió satisfecho con lo que estaba sucediendo, con las explicaciones que se estaban dando, y por ahí se dejó el tema.

En cuanto a lo otro, es claro que la valoración de si se presenta o no la denuncia es algo absolutamente personal. Quien lo quiera razonar así o hacer así estaría en todo su derecho, pero no se puede pensar que hay dos ámbitos jurisdiccionales diferentes para decidir o recurrir según se sea o no parte del estamento del fútbol. Hay un tema que va mucho más allá del fútbol, un tema que está afectando no sólo la libertad individual de una persona, en este caso Diego Muñoz, sino que está afectando la libertad de prensa, la libertad de expresión, como aspectos fundamentales que, más allá de la persona de Diego Muñoz, ya en su carácter de periodista, estaban preocupando y mucho.

Además –hay que decirlo– no podemos olvidar –en este caso pesó y Diego lo declaró de forma muy ilustrativa el sábado– que el año pasado, ante hechos que más allá de que no tengan ningún punto de contacto con estos protagonistas tienen una cierta relación –me refiero al caso Gabito–, un periodista que estaba siendo crítico de un montón de cosas terminó con un resultado bastante grave. Eso también llevó a hacer la denuncia, más que nada como un tema de precaución.

EC – Estos temas de la libertad de expresión cuestionada o comprometida por actitudes como las que se denunciaban, ¿fueron objeto de tratamiento explícito durante la audiencia del sábado?

MS – Desde el punto de vista de la declaración del denunciante, cuando Muñoz tuvo la oportunidad de relatar lo que había sucedido y verter algunas consideraciones, claramente consignó que era uno de los aspectos que habían motivado la denuncia, o sea que no era sólo el hecho de sentirse lesionado en su libertad individual, sino que claramente también estaban siendo objeto de ataque la libertad de expresión y la función del periodista, así como la posibilidad de la sociedad de escuchar una campana totalmente distinta de lo que es la posición de mucha gente.

EC – Y el juez y la fiscal, ¿qué señalaron sobre ese punto?

MS – No se realizaron demasiadas consideraciones por lo que señalábamos al principio, porque prácticamente no se entró al fondo del tema. No se entró a analizar si lo que había sucedido había agredido tal o cual derecho o podía encuadrar o no en tal o cual figura del Código Penal porque se llegó a esta solución intermedia que implicó que no se pasara a una etapa posterior.

EC – En definitiva usted, como abogado de IELSUR, ¿qué balance hace?

MS – En primer lugar respetamos y apoyamos la decisión de Diego, a quien en ese momento claramente le explicamos lo que implicaba aceptar la solución que se estaba planteando por parte del juez y estuvo de acuerdo. O sea que en ese sentido le estamos dando totalmente el apoyo, y se lo dimos. Lo más importante para nosotros, como le decía recién, es que, más allá del ataque personal, nos sentimos contentos, conformes, por el hecho de que una vez más hemos podido colaborar con un periodista en el momento en que derechos tan sagrados y tan importantes como la libertad de prensa y la libertad de expresión estuvieron en juego. Tenemos que velar muy celosamente porque en el momento en que este derecho sea atacado IELSUR esté siempre tratando de colaborar con quien sea.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe