"Se gastaron millones de dólares en diferentes consultorías que nunca se llevaron a cabo", denunció Adriana Marquisio.

Sindicato de OSE reclama prever aumento del consumo en verano

"Tiene que haber un plan que prevenga el verano que es la prueba de fuego para OSE", dijo la dirigente del sindicato de funcionarios de ese ente, Adriana Marquisio. "Se gastaron varios millones de dólares en apuestas a diferentes consultorías que nunca se llevaron a cabo y todos los veranos terminamos atendiendo la demanda mayor apagando incendios", denunció.

(Emitido a las 8.51)

EMILIANO COTELO:
Desde el lunes de la semana pasada muchos uruguayos abren las canillas de sus casas y se encuentran con que el agua pasó de un tono cristalino a un tono marrón o, en algunas oportunidades, directamente negro. Incluso, desde hace algunos días, algunos barrios de Montevideo y Canelones han padecido el corte liso y llano del servicio de agua potable.

¿A qué se debe esta situación? Ayer el directorio de OSE dio una conferencia de prensa y, claro, las preguntas siguen flotando.

Por ejemplo, los titulares de los diarios de esta mañana son reveladores en cuanto a cómo se sintetiza el resultado que dejó esa comparecencia. El País dice: "Barrios siguen sin agua y no hay plazo de solución"; El Observador: "OSE no encuentra la solución"; Este Diario: "OSE sólo dejó dudas, no aclare que enturbiece"; y Últimas Noticias: "No hallan solución a problemas con el agua".

Nos interesa ir en busca de respuestas a lo que ha estado ocurriendo y, sobre todo, a cómo se presenta el panorama para el futuro. Para ello vamos a tener en primer lugar el diálogo con los funcionarios de la empresa OSE. Estamos en comunicación con Adriana Marquisio, presidenta de la Federación de Funcionarios de OSE (FFOSE).

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Señora Marquisio, ustedes ayer tuvieron una reunión con el Directorio para examinar todos los hechos de estos días.

ADRIANA MARQUISIO:
Sí, hemos venido toda la semana analizando y poniéndonos en contacto con las diferentes jerarquías, ingenieros, gerente de la Metro, y ayer, antes de la conferencia de prensa que dio el Directorio quisimos saber cuál era el contenido de lo que iban a plantear y si había algún informe nuevo.

EC - ¿Hay coincidencia en cuanto al diagnóstico?

AM – Nosotros no somos técnicos, somos trabajadores, pero como trabajadores tenemos una experiencia adquirida en todos estos años. Primero, hemos sido fiscalizadores de una administración que todos los veranos está ante el mismo problema y las mismas alertas, de haber hecho una apuesta en inversión, en prevención en estos días de calor, porque esto cada verano viene más complicado, y con un sistema metropolitano que arranca con la producción de agua en Aguas Corrientes, que es un sistema vivo integrado que se ve afectado por cualquier decisión sobre él que afecte las diferentes fuentes de distribución para los diferentes poblados. Empezar un monitoreo integrado de cómo se mueve ese sistema es prioritario, cada trabajador está afectado en una de las partes de ese sistema, el área metropolitana es muy vasta, abarca todo Aguas Corrientes, el santoral, Santa Lucía, Las Piedras, La Paz, Ciudad de la Costa, todo Montevideo, Pando, Barros Blancos. Es un sistema que tiene brazos por todos lados, que está abastecido por cinco líneas de aducción y con respecto al cual en los años que hemos vivido dentro del organismo se han llamado varias consultorías para los temas sustitución de tuberías, mantenimiento, mejoramiento. Se han gastado varios miles y millones de dólares en apuestas a diferentes consultorías que nunca se llevaron a cabo y todos los veranos terminamos atendiendo la demanda mayor, la zafra en cuanto a producción de agua, apagando incendios. Esa sería la frase que nosotros diríamos como trabajadores.

EC - ¿No ha habido errores en el manejo de la red en esta ocasión?

AM – No; hubo una decisión técnica y política –supongo– de la administración. Hay que tener en cuenta cómo la nueva administración recibió este organismo, donde hubo 18 investigadoras y muchísima inversión de dinero pero poca devolución. Por ejemplo estoy hablando del tema de las UPA, de la contratación de locomoción, de los contratados, salió mucho dinero hacia áreas que no son la especificidad de OSE. OSE da agua y tiene que apostar a invertir en esa área. La inversión en monitoreo del sistema metropolitano, en sustitución de tuberías no existe, se está implementando, se está intentando hacer un diagnóstico para llevar adelante una mejora a ese nivel.

Nosotros como trabajadores no hemos visto todavía un cambio en ese aspecto, los tiempos no han dado o la nueva administración no ha podido enfocar ese tiempo, veníamos alertando que en verano íbamos a tener complicaciones de no tener prevista, por ejemplo, para empezar, una buena dotación de personal joven en áreas operativas y estratégicas.

EC - ¿Cómo es este factor? ¿Por qué menciona un problema con el personal?

AM – Con la prohibición de ingreso de funcionarios públicos y con la habilitación a través del mecanismo de refuerzo de ingreso, la administración tomó alrededor de 800 trabajadores que no fueron a las áreas operativas y estratégicas, como el arreglo de roturas, para estar en la calle, integrar las cuadrillas, para ocuparse del mantenimiento de redes. Es en el mantenimiento de las redes que surten de agua a la población donde realmente el organismo muestra su cara. Esos ingresos se repartieron en el ámbito de la administración, pero no necesariamente fueron a esas áreas.

EC - ¿Cuándo fueron esos ingresos?

AM – Empezaron a aparecer antes de 2001 pero de 2001 en adelante entraron unos 300, 400 trabajadores más; se formaron comisiones para ver qué se hacía, qué criterios se utilizaba con esos ingresos que entraron en calidad de zafrales. Ser zafral significa que se entra por un período determinado que comienza y termina, pero esos trabajadores luego quedaron efectivos porque la prohibición de ingreso de funcionarios públicos inhabilitaba la posibilidad de ingresos. Esa ley sigue vigente hoy, estamos en la regularización de todos esos trabajadores, que son unos zafrales, otros contratados, otros presupuestados, otros becarios, tratando de fortalecer las áreas en las que los necesitamos mayoritariamente, que son las que tienen que ver con estos temas de picos de falta de agua.

Usted citaba al comienzo la falta de agua en Ciudad de la Costa; ese problema significó 20 horas de trabajo corrido con plantillas de trabajadores de entre 45 y 50 años. Ese es un tema medular, el organismo ya implementó un llamado público para peones, para trabajo en cuadrilla en todas las localidades del país. Porque este tema de falta de personal es en todo el país.

EC – En cuanto al manejo de la red de distribución de agua, todo indica que a mediados de noviembre se puso en marcha una nueva configuración que ante el aumento de la temperatura y el consiguiente incremento del consumo reaccionó con desprendimientos de óxido de magnesio y de óxido de hierro, sobre todo a partir de la cuarta línea de bombeo, que pasaba a tener un papel protagónico. ¿No hubo algún tipo de error por parte del funcionariado en ese manejo?

AM – El trabajador cumple la orden que le da su jerarquía. En todo caso, puede haber habido algún error en cuanto al momento elegido para hacer ese arreglo o ese manejo que puede haber tenido muy buena intención, haber tenido como objeto tratar de tener cubierto con mayor cantidad de agua el barrio de la Unión, por ejemplo, donde el año pasado hubo problemas de abastecimiento. Tal vez como trabajadores podamos discutir el momento elegido para hacer eso –no lo hemos hecho, pero vamos a tener un secretariado mañana–, si fue el adecuado, teniendo en cuenta que se llevó a cabo el proceso de readecuación de una línea de aducción de la importancia de la cuarta en el momento en que el consumo se iba a tres veces lo que está previsto.

No se preveía que en noviembre hubiera estas temperaturas, pero dentro del análisis tiene que estar la previsión de que a mayor consumo se lleva la presión de bombeo a tres veces lo estipulado y eso genera el arrastre de estos sedimentos que conviven con el agua dentro de la tubería, pero que en conjunto, acumulados y en el arrastre generan la turbiedad que generaron. El año pasado vivimos esta situación a fines de diciembre, tratemos de recordar, tres días alrededor del 27 de diciembre.

EC – Claro, pero fue mucho más breve el problema.

AM – Fue mucho menor, pero no estuvo planteado el elemento de decidir trabajar sobre esa cuarta línea, como sí está en este momento. Dentro de la administración seguimos teniendo definiciones que están en la Gerencia General, en la Gerencia Metropolitana, en gerencias de departamentos técnicos, la responsabilidad mayor la tiene el Directorio de OSE y ese proceso de orientación de las definiciones hacia las áreas principales a nosotros a veces nos genera desconfianza. Como trabajadores, hasta que no se nos demuestre lo contrario, que esta administración va a apostar al fortalecimiento del organismo público que debe dar agua más allá de si gana o no gana –porque como organismo público que debe abastecer a la población en todas las zonas–, vamos a tener ese margen y a estar fiscalizando esta política porque entendemos que más allá de las luchas electorales, por encima de todo, está la población, a la que se le tiene que dar agua como corresponde, y además se debe invertir en el abastecimiento a los sectores que realmente necesitan respuesta.

Esto está aumentando, cada verano tenemos más problemas, tiene que haber un plan de contingencia, un plan preventivo que tenga previsto el verano, que es la prueba de fuego para OSE.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe