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La Esmeralda a un año después del incendio

La Esmeralda a un año después del incendio

Desde mediados de noviembre, todos los años, los uruguayos comenzamos a hablar de incendios forestales. Quizás en el verano de 2005 lo hicimos como nunca ya que los distintos focos que aparecían, sobre todo en Rocha, adquirieron dimensiones catastróficas. Durante días se combatía las llamas sin resultados aparentes. Hubo un nombre que empezó a sonar fuerte en todo el país: La Esmeralda. Un pequeño y no muy conocido balneario de Rocha que el 15 de enero de 2005 acaparó los titulares de prensa, radio y televisión. ¿Qué pasa cuando se extinguen los últimos focos? ¿Cómo se vive el invierno en una zona turística cuando la temporada dura menos de una quincena? Y, sobre todo, ¿cómo se preparan para el verano siguiente, el que empieza en unos días? Informe de Mauricio Erramuspe

"Son 14 kilómetros de costas oceánicas totalmente naturales en los cuales usted mira para el Este y tiene ocho o 10 kilómetros en los que no hay nada, mira para el Oeste y otro tanto... En fin, es un balneario que está con una planificación organizada ya desde la década del 40 en el cual no hay asentamientos irregulares en la zona costera, hay toda una urbanización proyectada con calle coordinadas en tipo raviol. Aparte  de una belleza espectacular, hay una energía, una vitalidad que es hermoso, realmente. Eso es La Esmeralda. Lamentablemente se hizo famosa a partir del incendio porque era muy poca la gente que la conocía en Montevideo y ahora cuando voy a Montevideo y me dicen: ‘Dónde estás?’ ‘En La Esmeralda’... "Ah... el balneario que se prendió fuego’", explicó Arturo Abella, presidente de la Comisión de Turismo de La Esmeralda.

Es verdad, la mayoría de los uruguayos conocimos La Esmeralda con aquel voraz incendio de enero de 2005. Si vamos por la ruta 9, pasando Castillos, sobre el kilómetro 280 y medio está este balneario proyectado hace unos 50 años. Hoy tiene unos 80 habitantes permanentes y poco más de 200 casas. El fuego de comienzos de año consumió 17 viviendas.

En la primera quincena de enero de 2005 La Esmeralda vivía un verano histórico. No por el fuego sino por la presencia de turistas. Los vecinos recuerdan que no había ni un lugar disponible, las reservas para la segunda quincena era buenas y muchos ya habían averiguado por alquileres para febrero. Sin embargo, la historia cambiaría radicalmente por un descuido o un accidente.

María Luisa Núñez perdió en aquel incendio la casa en la que vivía desde 2001 y veraneaba desde mucho antes. Ella cuenta cómo comenzó el fuego: "El incendio se inició frente a mi casa. Lo que me acuerdo clarito fue la velocidad con la que se expandió. Fue impresionante. En 20 minutos había recorrido 100 metros o más y no sé cuánto pudo haber agarrado para atrás. Cien metros era lo que yo veía frente a mí. Incluso la otra cosa es que como había temperatura muy alta, las piñas saltaban de un lado a otro y se empezaban a crear focos en diferentes lugares e incluso a distancias grandes. Lo veías, saltaban las piñas, cruzaban la calle y te empezaba el fuego en la vereda de enfrente. Así fue como se quemó mi casa. Empezó el fuego de un lado pero empezaron a saltar piñas para la vereda de enfrente. Mi casa estaba enfrente como a 50 metros y bueno... se expandió de una manera impresionante. Nunca había estado en un incendio, realmente da temor".

María Luisa describió un poco más aquella sensación: "A los 10, 15 minutos los bomberos no venían y es esto que te estoy comentando de que se prendía fuego un pino al lado del otro y me puse a llorar. En ese momento es que te das cuenta de que no vas a poder, de que con una pala, un balde de agua, una manguera de regar un jardín... ya era indetenible, no podías... Yo te soy honesta, yo vi cómo se quemaba mi casa  y no atiné a nada".

Además de la casa de María Luisa se quemaron otras 17. En total, el incendio arrasó con 500 hectáreas y provocó la evacuación de unas 1.000 personas que por esos días estaban en el balneario. Más allá de algunas intoxicaciones por el humo, no hubo otras consecuencias desde el punto de vista humano.

A la sequía que afectaba el país por entonces se sumó el descuido en muchos terrenos. Pinochas, ramas caídas, hojas... Se trata de una zona muy arbolada por lo que el cuidado debe extremarse para prevenir este tipo de situaciones.

Miguel Sena a sus 80 años se define como "el más viejo" de La Esmeralda. Hace 55 años que vive allí y explicó cuál es a su entender la principal causa de estos incendios: "Se quemó porque la gente se despreocupa de las casas, no limpian alrededor, desgraciadamente pasa eso, ¿no?, que la gente a veces deja un poco abandonado y a veces los daños son más intensos, más grandes y la culpa a veces la tiene uno. Con la gente que tenía todo limpio por suerte, gracias a Dios, no pasó nada, Señores: quemó alrededor y salvaron todo".

Las repercusiones para los vecinos de La Esmeralda desde el punto de vista económico fueron muy complicadas. Hubo que devolver señas, se perdió mercadería que se había comprado para abastecer una demanda turística que al final no llegó y, además, el fuego comprometió varios edificios.

María Luisa Núñez recordó cómo los afectó: "Teníamos una temporada excepcional, no nos quedaban casas para alquilar. Teníamos reservadas casas para la segunda quincena de enero, teníamos reservadas casas para febrero y el incendio nos mató. Pero nos mató a todos. Se ha tratado de ir buscando trabajos alternativos, algo en construcción, cosas así y más o menos la vemos llevando pero de cualquier manera la plata esa que te entra a tí en temporada por lo que sea, por alquiler, porque vendés más, en cualquier negocio no en el nuestro en cualquiera, esa plata no entró. Incluso se perdió mucho. Vecinos que tenían una inversión grande por ejemplo en el autoservicio que habían comprado mercaderías, estuvimos cinco días sin luz y te imaginás que todo lo que está en los freezers se perdió".

Todos los vecinos y comerciantes con los que hablé transmitieron la misma frustración. La hija de Miguel Sena, Wilma, explicó sobre este largo invierno en La Esmeralda: "La verdad es que el invierno fue muy largo porque al verano ser tan corto el invierno se nos alargó más. Y bueno, esperamos que este verano próximo no nos pase nada. (...) La verdad es que este año no vino tanta gente como los años anteriores que venían los fines de semana...".

Respecto a los preparativos de los vecinos de La Esmeralda para esta temporada, la impresión es que han pasado todo el año preparándose, dentro de sus posibilidades, para que no les pase lo mismo. Claro, los imponderables siempre existen y, además, tanto ellos como los Bomberos advierten que hay riesgos como los hay en todo el país. La Comisión de Fomento y Turismo de La Esmeralda ha trabajado durante todo el año, sobre todo pensando en este tema: la prevención del fuego.

Por ejemplo, la Intendencia Municipal de Rocha ha construido un mirador de 18 metros de altura para que desde allí dos vigías, que trabajarán todo el día, alerten en cuanto aparezca un foco, si es que aparece. Esa torre parece la única obra hecha por la Intendencia en la zona. Todos reclaman por la ausencia de obras de infraestructura

Además, los vecinos han tenido charlas por parte de Bomberos en cuanto a las medidas preventivas que hay que tomar. Arturo Abella habló de las medidas que han tomado para auto-organizarse: "Incluso comenzamos inmediatamente después del incendio a formar nuestro propio equipo de ataque al fuego. Entonces, a raíz de unos festivales que hicimos en otoño ya cuando comenzaba el invierno conseguimos dinero para... tenemos una motobomba que se puede utilizar. Tenemos también mangueras y una ayuda muy importante que nos ha venido de los Bomberos de Quilmes en Buenos Aires a raíz de que un visitante asiduo de La Esmeralda y propietario también vive en Buenos Aires, es uruguayo, y está muy conectado con los Bomberos de Quilmes en Argentina. Hubo una especie de apadrinamiento de los Bomberos de Quilmes hacia La Esmeralda para ayudarnos a formar nuestro propio equipo de incendios. Y ya nos mandaron mangueras, algunos cascos que vamos agregando a los que nosotros ya tenemos".

Esa donación de equipos por parte de los Bomberos de Quilmes tiene una segunda etapa que los vecinos no saben cómo ingresarán al país. Se trata de bombas centrífugas, un pequeño carrito de bomberos hecho con un arenero, cuatro mangueras para incendio y matafuegos que están en Buenos Aires y requieren de alguna medida del Poder Ejecutivo para poder ingresar al país exentos de impuestos. Abella dijo que se están contactando con las autoridades para esto sin tener resultados hasta ahora.

Pero lo más importante parece ser la limpieza de los terrenos para que, en caso que aparezca un foco, no sea tan fácil su expansión. Respecto a esto el trabajo ha sido desparejo si bien quienes viven permanentemente en el balneario se han ocupado de limpiar sus terrenos. Sin embargo, las extensiones de terreno son muy grandes y requieren de un trabajo que no está al alcance de ellos. Debería intervenir de la Intendencia que no lo hizo.

A la comuna también se le reclama la construcción de un gran cortafuego en el centro del balneario que tome la calle principal como eje y libere de árboles un área de 30 metros a cada lado. Además, se pide otra calle de salida y, sobre todo, como decíamos, limpieza de las grandes extensiones de terreno.

El encargado de Relaciones Públicas de Bomberos, Jorge Roqueta, explicó que la situación en toda la franja costera que va desde La Esmeralda hasta Punta del Diablo es preocupante. Y anunció medidas en tal sentido: "Estuve en la zona recorriendo un poco para ver in situ cómo estaba la situación. Volví bastante preocupado por lo que es el bosque costero fundamentalmente en el trecho de lo que es por Ruta 9, La Esmeralda hasta Punta del Diablo, particularmente es una zona que está sumamente sucia, con restos del incendio del año pasado, con la acumulación de restos de lo que va del año que es normal más la problemática del 23 de agosto. Entonces eso nos preocupó un poco o bastante, había pasado el año y prácticamente es poco el trabajo que se hizo de limpieza. De hecho ya empezamos la temporada de incendios antes de tiempo como todos saben".

Con este diagnóstico, Roqueta anunció dos medidas puntuales, además de una visita. El jueves que viene, él junto al director nacional de Bomberos y el ministro del Interior se trasladarán a la zona para hablar con los vecinos y el intendente y así evaluar la situación. Además, se instrumentará un patrullaje y se instalará una brigada forestal en el destacamento de la Fortaleza de Santa Teresa, próxima a esos balnearios.

En los primeros días de diciembre se instalará un patrullaje las 24 horas que tendrá la base en el camping de Punta del Diablo. Habrá dos motos patrullando. Una hacia La Coronilla y la otra hacia La Esmeralda.  Esto, junto a la nueva brigada forestal, según Roqueta, incrementará en un 100% la capacidad de respuesta en aquella zona.

Este jueves, entonces, los pobladores de La Esmeralda tendrán la oportunidad de plantearle sus preocupaciones, que son muchas, a las autoridades del Ministerio del Interior. Y, además, poder gestionar el ingreso de esas donaciones que hicieron los bomberos de Quilmes

Quienes viven en La Esmeralda esperan con mucha confianza este verano. Dicen que el nivel de reservas es bueno y creen que colmarán su capacidad al menos en enero. Abella habló de esas expectativas, en contraste con lo que fue este año, tras el incendio: "La verdad que fue realmente muy dificultoso para la gente que tiene que buscarse un medio de vida acá dentro de La Esmeralda porque hay pocas fuentes de trabajo. Y fue muy difícil pero ahora esperamos que con mucho optimismo esta temporada que viene, ya hay muchas reservas de casas y todos. La Esmeralda es un balneario que viene creciendo permanentemente en todas las temporadas. Incluso el año pasado antes del incendio estábamos en números récord de visitantes. Esperemos que se mantenga esa tendencia y este año tener una buena temporada y mirar para adelante y no tanto para atrás".