Los fuegos artificiales en la mira
Esta semana la Intendencia de Maldonado decidió aplicar un decreto que desde 1990 prohibe la venta de fuegos artificiales de altura en toda la faja costera uruguaya. El riesgo de incendios forestales, que está movilizando a las autoridades en todo el Sur del país, está detrás de esta medida que muchos catalogan de extrema. Sin embargo, más allá de todos los controles nadie duda de que el 24 y el 31 de diciembre, cuando se acerquen las 12 de la noche, los cielos volverán a mostrar un aspecto similar al de todos los años. ¿Qué opinan de esta medida los empresarios? ¿Cuáles son los riesgos? ¿Cómo se controla la venta y almacenamiento de fuegos artificiales ¿Qué precauciones hay que tomar? Informe de Mauricio Erramuspe
Los fuegos artificiales son elementos con los que siempre se debe tener cuidado, más adelante veremos las precauciones que hay que tomar y nunca está de más reiterar. Pero comencemos por entender por qué se tomó esta medida tan drástica en Maldonado. Es obvio que incide el riesgo de incendios forestales que actualmente viven el Sur y el Este del país. Riesgo que este año es aún mayor que en temporadas anteriores por los efectos del temporal del 23 de agosto. Ya que muchos de los miles de árboles que el viento tiró aún están en el suelo y se han transformado en el conductor perfecto para cualquier foco ígneo que se desate.
En diálogo con Emiliano Cotelo este martes, Víctor Germán, jefe de la Regional Nº 6 de Bomberos, que abarca Maldonado y Rocha, explicó el por qué de la prohibición de la venta de fuegos artificiales que se decretó en el departamento fernandino.
"A la resolución se llega en función de los estudios de situación que se hicieron a posteriori del temporal del 23 de agosto, en donde el combustible que esta muerto aumentó considerablemente y los riesgos de incendio con déficit hídrico importantes y perspectivas de temperaturas por encima de las normales, hacen prever que tengamos un verano seco que es muy bueno para quienes nos vienen a visitar y a disfrutar de las playas, pero con un consiguiente aumento del riesgo de incendio", señaló Germán.
Esta prohibición abarca a los artículos que se eleven más de dos metros y medio. Es decir, que las conocidas "bombas brasileras", los petardos o los clásicos "chasquiboom" se pueden utilizar. Ruido sí, pero al ras del piso. Lo curioso de esta medida es que no es nueva sino que viene a reglamentar la aplicación de una norma que rige desde 1990. El decreto 584/90
prohibió, en su artículo décimo, la distribución y venta de elementos pirotécnicos para lanzamiento aéreo del tipo cañitas voladoras o similares en una franja de 20 kilómetros desde el Río de la Plata y el Océano Atlántico hacia adentro.
Si bien el decreto es de 1990, se resuelve aplicarlo ahora debido a la gran preocupación respecto al riesgo de incendios forestales, esta es la principal justificación. En tal sentido, Víctor Germán dio el dato de que el 90% de las salidas que realiza Bomberos en esos días tiene origen en accidentes producidos por fuegos artificiales.
Sin embargo, el encargado de Relaciones Públicas de Bomberos, Jorge Roquetta, fue claro al afirmar que el decreto del que hablábamos rige para toda la zona costera, excepto Montevideo. Si no se aplica o no se aplicó hasta ahora, es porque las intendencias están omisas. Pero el decreto rige, dijo.
"Lo único que se exceptuaría en este caso es Montevideo. Ese decreto está vigente para todas las intendencias, que alguna lo aplique o no, es problema de esa intendencia. Los decretos que son promulgados por el Poder Ejecutivo tienen validez nacional. Y este decreto en particular establece la prohibición de la comercialización de pirotecnia en los departamentos que tienen involucrado el problema de riesgo de incendio forestal sobre la costa. Ese es el decreto en concreto. Quienes deben controlarlo, porque son en definitiva quienes dan la autorización para la venta son las intendencias y deberían estar aplicando parejo este decreto", sostuvo Roquetta.
Entonces, hace al menos 15 años los uruguayos que pasamos las fiestas de fin de año en la costa deberíamos haber dejado de usar cañitas voladoras. Creo que pocos decretos deben ser más ignorados que este. Incluso por los empresarios. Gustavo Pratto, propietario de la empresa Mundo Pirotécnico, dijo que recién este año comenzó a escuchar hablar de esa norma.
Por ejemplo, en Canelones ahora se piensa en reforzar los controles sobre la venta. El miércoles 14 la comuna emitió un decreto que recuerda la prohibición de venta de cañitas voladoras y establece una serie de prohibiciones en los propios stands de venta. El secretario general de la Intendencia canaria, Yamandú Orsi, dijo que para ellos es imposible controlar el estricto cumplimiento de la medida que prohibe la venta de fuegos de altura.
"Nosotros tenemos un cuerpo inspectivo muy reducido y muy maltrecho, pero con lo poco que tenemos la idea es tener un control de la situación y veremos qué es lo que podemos hacer. Vamos a redoblar los esfuerzos por lo menos para registrar todo lo que tenemos en la calle que va a ser mucho, sin duda", explicó Orsi.
La idea de esta intendencia es apelar a la conciencia e información del público, reconociendo el difícil control de una costumbre tan extendida como la de encender cañitas voladoras por estas fechas.
Respecto a esta medida, los vendedores están muy preocupados. Esta prohibición en una zona de tanto consumo como Punta del Este les "cayó" en plena zafra. Gustavo Pratto, propietario de Mundo Pirotécnico, dijo desconocer qué alcance tiene la medida y qué efecto pueda tener. Pero por lo pronto, le pareció exagerada.
"En parte la medida está bien pero me parece que debería tomarse donde debería tomarse. Por ejemplo, pienso que en la ciudad de Punta del Este o Maldonado mismo también no existe ningún riesgo de que pueda ocurrir un incendio a causa de los fuegos artificiales. Me parece bien que sí se prohiba la venta de algún artículo, estamos hablando de artículos que podrían provocar un incendio como cañas voladoras, por ejemplo, en zonas de bosques. Por decir algo, si usted me dice que no puedo vender en Playa Verde, Jaureguiberry, los alrededores de Piriápolis, en zonas realmente donde estaría bien poner esta prohibición me parece correcto. Pero extender a una ciudad entera como Punta del Este que es un buen punto de comercialización para nosotros de esta mercadería, me parece como que se está exagerando un poco la medida", afirmó Pratto.
Además, el propietario de Mundo Pirotécnico dijo que en general, toda la venta de su empresa se da en Montevideo, aunque no dejó de destacar la importancia de un punto como Maldonado. Para él y para otros que, por ejemplo, ya tenían contratados puestos de ventas en los grandes supermercados de Punta de Este, esta medida fue impactante. Por esta razón, tres empresas -Juegos Júpiter, Meteoro y Mundo Pirotécnico- presentaron un recurso de amparo contra el decreto de la Intendencia de Maldonado. Este lunes tendrán la respuesta del juez y seguramente en una audiencia, el miércoles 21, sepan si pueden vender fuegos artificiales de altura en ese departamento.
El principal malestar de los empresarios radica en que para esta temporada preveían un aumento en las ventas de algo así como el 15%. Sin embargo, estos días la venta se resintió mucho y los empresarios dicen que todas estas informaciones tienen que ver con ese "enlentecimiento" del mercado.
El empresario opinó que los fuegos son una especie de chivo expiatorio en esta gran preocupación que hay en torno a los incendios forestales: "Tampoco tengo entendido que haya ocurrido algún incendio en un bosque el 31 de diciembre a las 12 y cinco de la noche, o sea que los fuegos artificiales hayan sido culpables del incendio. Entiendo que hay que tomar medidas de precaución pero tampoco se puede agarrar a los fuegos artificiales como que ta... Si no vendemos fuegos artificiales no habrá ningún incendio. Pienso que no es así. Está bien que tomen medidas de precaución y todo, pero también ver no sólo los fuegos artificiales sino otros medios por los cuales ocurren incendios".
En Uruguay no se fabrican fuegos artificiales desde hace más de una década. El material que ingresa formalmente proviene en un 90% de China y un 10% es brasileño.
Quien se encarga de controlar a las empresas que operan en este ramo es el Servicio de Material y Armamento del Ejército. Fuentes de ese servicio dijeron que allí se inspeccionan muestras de todo lo que ingresa y se clasifica el material en dos rangos: los de venta libre y los de venta controlada. Por supuesto, esto depende de la potencia que tenga el material en cuestión. En los últimos años se han popularizado unos juegos que realizan varios lanzamientos y tienen unos 40 centímetros de lado. Ese sería el límite. Más allá de eso, la venta es controlada.
El Servicio de Material y Armamento controla también los puntos de venta. En estos días es cuando se realiza ese trabajo de recorrida por los locales mayoristas y minoristas. Los almacenamientos mayoristas, según las reglamentaciones del Servicio de Material y Armamento, pueden tener hasta 3.000 kilos de estos materiales. Las fuentes consultadas aclararon que son 3.000 kilos contando todo el envoltorio y los componentes no explosivos. En esa cantidad, el material realmente pirotécnico sería de unos 100 kilos, dijeron.
En Montevideo, la mayoría de los locales minoristas se concentra en la calle Arenal Grande, en la zona conocida como Barrio de los Judíos. Allí el límite de lo que puede haber en cada comercio es de 150 kilos en total. Aproximadamente unas 10 cajas de fuegos artificiales, calcularon los efectivos a los que consulté. Ellos reconocieron que la gran mayoría de los locales que inspeccionaron por estos días estaban excedidos en la cantidad de mercadería y que se los intimó a reducirla.
Pero los controles parecen ser efectivos, al menos si se mira la cantidad de accidentes. Las fuentes consultadas dijeron que hace más de 25 años que no se registra uno con este origen. El último fue en uno de los locales de la calle Arenal Grande que se quemó completamente sin causar víctimas.
Las fiestas especiales con grandes shows de fuegos artificiales también requieren la habilitación del Servicio de Material y Armamento. Y según el decreto que comentábamos anteriormente, serán los únicos fuegos que podrán verse, siempre que cuenten con personal especializado y se realicen desde la costa pero exploten sobre el mar. Las fuentes del Servicio de Material y Armamento del Ejército dijeron que uno de los elementos que se tiene en cuenta para habilitar estas fiestas es el de la cercanía de bosques.
Otro dato es que todos los depósitos de las cinco empresas que importan fuegos artificiales están, por reglamentación, en zonas rurales. Esto, visto que allí está el principal riesgo, no sé si es un factor de tranquilidad hoy en día.
Más allá de la prohibición que rige en Maldonado pero que, estrictamente, debería cumplirse en todos los departamentos costeros excepto Montevideo, sin duda el 24 y el 31 de diciembre veremos cañitas explotando en todo el sur. Respecto a las precauciones que se debe tener se refiere Roqueta, encargado de Relaciones Públicas de Bomberos: "Acá hay dos elementos importantes. Por un lado, hacer hincapié en el hecho de que los fuegos artificiales sean manejados, en el caso de los que son potentes y voladores, manejados exclusivamente por adultos o en el caso de menores de edad pero de 10 años hacia arriba con la supervisión de un adulto a su costado, de un familiar, de un amigo, en fin. Que no lo hagan solos. Lo otro es tener especial precaución con los cohetes voladores sobre todo cuando no van directamente hacia arriba, que a veces alguno tiene otro trazo en su trayectoria, y pueda caer sobre un quincho, o algún lugar más combustible. Y fundamental atención con un tipo de bengala, que nosotros le llamamos de uso marino, que se está utilizando en los últimos años, que es una bengala que se dispara y sigue encendida durante todo el trayecto de caída hasta que llega prácticamente al piso. Entonces digo ese es un elemento importante generador de fuego".
Roqueta decía que esas bengalas están previstas para caer en el agua, por tanto, si continuaran ardiendo en el momento de tocar la superficie, no serían un problema. Usadas en tierra, es otra cosa. Y más, cerca de un monte.