Noticias

Unión Europea presenta programa sobre inmigración económica en Europa

La Comisión Europea presentó este miércoles en Bruselas un programa para desarrollar la inmigración económica legal como modo de enfrentar el envejecimiento de la población de la Unión Europea (UE). El plan es prudente a raíz de la diversidad de los mercados laborales y la hostilidad de varios países miembros a que la Comisión Europea se inmiscuya en una tema que atañe a los Estados.

No se trata de establecer el número de trabajadores autorizados a ingresar a cada país, una cuestión que seguirá siendo competencia nacional, como defiende con vigor Alemania, ni de revisar la preferencia comunitaria que otorga prioridad de los demandantes de empleo de la UE y los residentes legales. De aquí a 2009, Bruselas propone cuatro directivas (leyes europeas) que se ocuparán de las condiciones de entrada y estadía de ciertas categorías de trabajadores (altamente calificados, trabajadores temporarios personas transferidas dentro de sus empresas) y que deberán ser adoptadas en forma unánime por los 25.

Este programa se lanza luego de una consulta realizada a principios de año en la cual la Comisión Europea subrayaba que "entre 2010 y 2030, con las tasas de inmigración actuales, el declive de la población activa de la Europa de 25 ocasionará una reducción en 20 millones en el número de trabajadores", informó AFP.

Para los trabajadores temporarios, de la construcción o el turismo, la Comisión Europea plantea "un mecanismo combinado que permitiría trabajar un cierto número de meses por año, durante cuatro o cinco años".

"Si un trabajador tiene la garantía de venir anualmente a Italia durante cuatro o cinco meses, será desalentado a permanece en forma ilegal", explicó el comisario de Justicia Franco Frattini, para quien las personas en esta categoría no compiten con los trabajadores de la UE.

En otro sentido, Alemania anunció el martes que reemplazará el 10% de los 325.000 trabajadores agrícolas temporarios extranjeros por demandantes de empleo nacionales. Pero este no es más que un caso de todos en los que las ambiciones de la Comisión chocan con las situaciones demográficas, de empleo e inmigración de los 25.

Para Francia, que tiene un elevado índice de desempleo, una tasa de natalidad fuerte y una inmigración a título de reagrupamiento familiar "el recurso a la mano de obra extranjera no es una prioridad". A la inversa, Italia y España reclutan trabajadores en base a cuotas para satisfacer sus demandas de mano de obra no calificada y realizaron en 2002 y 2005 regularizaciones masivas de clandestinos criticadas por Francia y Alemania.