Informes

El agua turbia

El 23 de noviembre casi 500.000 vecinos de Montevideo abrieron sus canillas y se encontraron con que el agua corría con un color amarronado. Ante ello, OSE salió a los medios de comunicación y aseguró que el problema se solucionaría al otro día, pero en ningún momento dijo que el agua no era potable. En algunos barrios, el color siguió turbio durante más de dos semanas y, lo que es peor, el 26 de noviembre la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (URSEA) hizo público un estudio de la Facultad de Química que demostró que el agua tenía altos valores de hierro y no era potable. A más de un mes del incidente quedan muchas preguntas sin respuesta. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Es cierto que el estado de la red de abastecimiento de agua potable de Montevideo es antiguo y está funcionando al límite de su capacidad o existió negligencia? ¿La URSEA terminará sancionando a OSE? ¿Existirá algún tipo de reparación económica para los usuarios? Informe de Lucía Massa

Lo primero que salió a decir OSE es que esto pasa todos los años cuando aumenta la temperatura y se aproxima el verano, debido a que el sistema de la red de agua potable viene con bajo consumo durante el invierno y OSE de golpe se ve obligada a aumentar el bombeo. Según esta teoría, ese aumento en la presión del agua lleva a que las cañerías desprendan partículas de hierro o manganeso, partículas que termina arrastrando el agua y que le dan ese color marrón.

Aunque OSE sigue insistiendo hasta hoy en que es un fenómeno que se da todos los años, la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, que reúne a 32 países y tiene convenio con la Organización Mundial de la Salud, señala que no existen antecedentes parecidos a este en la historia más reciente de Uruguay. Pero el vicepresidente de OSE, Fernando Nopitch insiste en que esto pasa todos los veranos.

"En un momento que todavía el sistema venía con poco consumo se bombeo con grandes velocidades y hubo desprendimiento de manganeso (... ) Y en la zona de Pocitos y algunas zonas del Centro se completaba eso con las cañerías que tienen 100 años, que (con) la velocidad del consumo desprenden oxido de hierro que es más amarillento", sostuvo Nopitch.

Además, el otro tema sensible es que OSE no dejó claro que el agua no era potable. Recién tres días más tarde nos enteramos que el agua tenía niveles de hierro superiores a los admitidos por los estándares de OSE en dos de las ocho muestras analizadas por la Facultad de Química a pedido de la URSEA. En cinco de esas ocho muestras se registró turbiedad. Pero la encargada de hacer pública esta información fue la URSEA, encargada, entre otras cosas, de controlar la calidad y el suministro del servicio de agua potable y no OSE. De todas formas, el Ministerio de Salud Pública (MSP) aseguró en ese momento que esos valores de hierro no generaban riesgos para la salud.

Pero lo cierto es que el agua no era potable. Lo reconoce el propio Nopitch: "OSE lo que siempre sostuvo es que no tenían ninguna consecuencia para la salud. Que no era potable era evidente, porque una de las normas de potabilidad es la transparencia. Por lo tanto, si el agua no era transparente, el agua no podía ser potable".

Hay críticas muy duras hacia OSE, la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental dice textualmente que lo que pasó "solamente puede ser imputable a una imprevisión en el mantenimiento de la red o a la ejecución de una mala maniobra". O sea que habla directamente de mala praxis.

La URSEA hizo un pedido de informe que OSE contestó con información alarmante. Lo que sostienen las autoridades de OSE es que no existió negligencia de sus técnicos, que las críticas de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria Ambiental son infundadas y que este problema es producto del estado en el que se encuentra la red de abastecimiento de agua potable de Montevideo.

Las autoridades de OSE no dicen nada más y nada menos que la red metropolitana "funciona al límite de su capacidad" y se encuentra en "condiciones inadecuadas". Según el Directorio de OSE, desde que se puso en funcionamiento la quinta línea de bombeo en la década del 90, no se hicieron las obras que estaban estipuladas.
Carlos Colacce, presidente de OSE, dijo que "la situación hoy día en el sistema de abastecimiento metropolitano es preocupante. En términos generales es antiguo y frágil, funciona al límite de su capacidad en varios de sus componentes y tiene un nivel de agua no contabilizada muy alto", con el agravante de que "va a ser más exigido en un futuro próximo".

El vicepresidente de OSE, Fernando Nopitch, dijo que las autoridades anteriores eran muy conscientes de este problema y que no invirtieron lo que habían prometido. En tanto, OSE asegura que durante 2006 - 2007 invertirá 98.000.000 de dólares para tratar de modernizar el servicio: "Hicimos una licitación pública de 25.000.000 de dólares por el cual vamos a producir 800.000 litros cúbicos de agua por día. Eso significa que tenemos una previsión de 20 años de consumo de agua en Montevideo. Pero no basta con esto, porque hay que trasladarlo a Montevideo y las líneas están en mal estado y hay que sustituir la tercera línea..."

Según el informe de OSE, el 46% del total del agua potable se pierde por roturas en el sistema. El informe detalla que la planta de tratamiento de Aguas Corrientes presenta unidades importantes en mal estado. Que las tres líneas más antiguas del sistema de transporte tienen numerosas roturas lo que implica pérdidas de agua y gastos elevados de mantenimiento. Además, señala que la mayor parte de las redes de distribución son antiguas y que en las redes secundarias, las tuberías de hierro fundido sufren una reducción de capacidad de transporte muy fuerte (por fenómeno de oxidación de la pared) y las conexiones de plomo están frecuentemente en mal estado.

Respecto al tema, consultamos a ingenieros sanitarios que trabajan en el estado y concluyen que no se le pueden echar todas las culpas de este evento a la llamada "herencia maldita". Porque, de hecho, es la primera vez que tenemos agua turbia durante tantos días. Y además, están de acuerdo con el informe de la Asociación Interamericana. Es decir, que creen que existieron fallas serias por parte de OSE.

La URSEA tiene la potestad de sancionar a OSE, sanción que podría llegar a ser económica pero todavía está en etapa de investigación y no llegó a una conclusión. El ingeniero Andrés Ermida, gerente de Fiscalización de la URSEA, explica en qué estado está la investigación: "Si va a haber sanción o no es uno de los aspectos del informe que se va a elevar a la comisión directora. Y en eso está involucrado todo, la potabilidad del agua... Eso está en pleno análisis con aportes que está haciendo OSE".

La URSEA monitorea la potabilidad del agua de forma permanente. Lo que quiere dejar claro Ermida es que la calidad del agua ya se encuentra en los valores normales, según explicó Ermida.

También la oposición hizo llegar sus críticas. El diputado forista Washington Abdala citó a los directores de OSE y al ministro de Vivienda y Medio Ambiente, Mariano Arana, a la comisión de Vivienda del Senado.
Abdala preguntó a OSE si ordenó una investigación a efectos de determinar responsabilidades de sus funcionarios y señaló que existió negligencia informativa por parte de OSE.

Abdala dijo que no quedó conforme con las respuestas que dieron las autoridades y que las preguntas más importantes quedaron sin respuesta: "Acá las preguntas que se debieron contestar con frontalidad eran: ¿El agua era potable? Por qué hubo contradicciones para adelante y para atrás. ¿Por qué existió tanto anuncio de que en 24 o 48 horas el tema se arreglaba?, cuando en realidad siguió y siguió y siguió...".

Lo que plantea Abdala es lo mismo que sostiene la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria.

Con respecto al problema que vivimos del agua turbia, la asociación agrega que si este inconveniente plantea problemas de gestión del agua potable a mediano plazo, eso repercutirá inevitablemente en el nivel de salud de la población, según ingenieros hidráulicos ambientalistas, que citan como ejemplo a la enfermedad del cólera, que se trasmite a través del agua.

De hecho OSE no niega que el problema vuelva a repetirse. Ayer, el directorio de OSE salió a los medios a pedirle a los montevideanos que racionalicen el uso de agua para que no se repita una crisis.

Respecto a las indemnizaciones para los usuarios, sí va a haber, excepto los que vivan en Carrasco, Punta Gorda y el Norte de Avenida Italia, zona que no sufrió problemas, el resto de los montevideanos van a pagar entre un 10 y un 20 por ciento menos en la factura de enero, según donde vivan, según explicó Nopitch.

Representantes de ONG de defensa del consumidor lo toman como un primer paso importante lo del descuento del 10 a 20 por ciento. Gabriel Barandiarán, presidente de Causa Común, ve la medida como positiva aunque le hubiese gustado que se le dieran los mismos beneficios a las familias que a las empresas, que tendrán mayores exoneraciones.

"Lo que podemos decir es que es un buen comienzo. Es la primera ves que una empresa pública asume que las decisiones que han tomado, como en este caso esta mala maniobra, le generan una indemnización y deben indemnizar a sus usuarios. En segundo lugar, más allá de que es un bueno comienzo, nos gustaría que fuera más relacionado con el daño sufrido. No tanto los porcentajes al barrer, sino directamente que tenga relación con la cantidad de tiempo que no se pudo disponer del agua o de aquellos gastos que tuvieron que hacer aquellas familias que tuvieron que compara agua por ahí. Lo que se debe remarcar es que OSE está tratando diferente a las empresas que a las familias. A las familias se les están dando esta indemnización, pero a las empresas se les está dando la posibilidad de gestionar una indemnización a parte a través de mecanismos que la propia OSE a instrumentado. De todos modos es un buen comienzo", dijo Barandiarán.