EN PERSPECTIVA:

Quisiera dar mi opinión acerca de un tema preocupante, aquí no más, sin ir muy lejos.

Sabemos que la marginalidad y la informalidad no desaparecen automáticamente con más fuentes de trabajo, así como no desaparece la delincuencia. Tampoco se deja así no más de andar a caballo por la ciudad y tirar la basura a los arroyos, porque estas costumbres han sido toleradas por demasiado tiempo. Hay varias generaciones que no conocen otra cosa.

En apariencia este fenómeno montevideano responde al alto índice de desempleo, pero no es así. Montevideo no es la ciudad más poblada ni la más pobre del mundo, pero sí es "la ciudad de los carritos" por excelencia. Si reinara el desorden en Bogotá, por ejemplo (con 6.000.000 de habitantes y 14% de desempleo), debería haber 28.000 carros tirados a caballo.

En Lima 20.000. En Santiago de Chile 12.000. En Roma 8.000. En Buenos Aires 35.000.

Para revertir esta práctica inhumana y peligrosa, típica de nuestra ciudad, se empieza con una población sensible y con una administración responsable que implante un sistema de recolección de basura eficaz, seguro, justo y con reglas.

No hay justificación ninguna para que haya gente que trabaje y que no se puede jubilar, máxime cuando trabajan para la comuna. No deberíamos permitir que niños trabajen y manejen. Los carritos también son un peligro para todos, peatones y automovilistas. Ni que hablar del sufrimiento de los pobres animales. Es hora que el Municipio tome riendas en el asunto, junto con el Ministerio de Desarrollo Social y ¿por qué no? también el Ministerio de Medio Ambiente. Esto ya es ridículo.

Alicia