"No podemos, por razones de seguridad, no saber dónde vive tanta gente que ya está en el país, ni podemos tener gente indocumentada", dijo Rodríguez, informó AFP.

El Programa Nacional de Normalización Documentaria Migratoria está dirigido a inmigrantes de Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela.

Rodríguez explicó que en febrero comenzará la inscripción de interesados en los municipios y que habrá acuerdos con organizaciones no gubernamentales relacionadas con cada comunidad extranjera para facilitar los trámites.

Además, el director nacional de Migraciones sostuvo que el programa se hizo necesario porque "la participación de indocumentados en el mercado de trabajo genera empleos en negro y salarios más bajos que los que corresponden por su idoneidad o capacidad de esas personas". "Y esas actividades, como son informales, no pagan impuestos y promueven la competencia desleal", añadió.

En el mismo sentido, el funcionario indicó que un monotributista, categoría inferior de contribuyente en Argentina, aporta unos 1.000 pesos argentinos (330 dólares) anuales de impuestos, mientras que un indocumentado no tributa.

"Un indocumentado concurre a los hospitales públicos. Regularizado, podría utilizar las estructuras de las obras sociales (servicios asistenciales sostenidos con aportes de empleados y empleadores)".

Con el objetivo de regularizar su residencia, los inmigrantes deberán presentar algún documento de identidad expedido por su consulado y legalizado por la cancillería y declarar que no tienen antecedentes penales. De esta manera obtendrán una residencia precaria, que los autorizará a "permanecer, salir y reingresar al territorio nacional, trabajar y estudiar durante su período de vigencia", explicó Rodríguez.

En un plazo breve y, si efectivamente carecen de antecedentes penales, recibirán la residencia permanente. Quienes en el futuro deseen radicarse en Argentina, deberán declararlo al ingresar en el país, añadió.