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Puesta a punto sobre el Plan de Emergencia

El Plan de Emergencia, que se puso en marcha el 1º de abril del 2005, lleva 10 meses de funcionamiento. Ana Olivera, subsecretaria de Desarrollo Social, analiza punto por punto los siete programas que lo integran, habla de los aciertos, proyectos, pretensiones para el futuro y, al mismo tiempo, se refiere a las críticas y las cosas a mejorar. Informe de Santiago Díaz

Uno de los objetivos al encarar la nota con Ana Olivera era el de abordar el Plan de Emergencia en su globalidad, intentar repasar todos los programas que lo conforman y no caer sólo en el análisis del Ingreso Ciudadano, que es sólo un engranaje, pero que muchas veces se lo menciona como si fuera el todo. Esto tiene que ver, también, con una de las preocupaciones que se tiene en la interna del Ministerio de Desarrollo y es la necesidad de comunicar efectivamente, porque si no están claras este tipo de cosas luego de 10 meses de funcionamiento, es obvio, que hay alguna carencia en ese aspecto, según explicó Olivera.

El Plan de Emergencia engloba siete programas: Ingreso Ciudadano, Plan Alimentario, Plan de Emergencia Sanitaria, Trabajo por Uruguay, Mejoramiento del Hábitat, Plan de Apoyo Socio-Educativo y Programa de Asistencia a los Sin Techo.

Respecto al Ingreso Ciudadano, que es el plan que más polémica y críticas ha generado, 67.000 hogares cobraron en enero los 1.398 pesos. Pero para febrero hay un número importante de incorporaciones, por lo que se llegaría a 75.032 hogares incluidos. Recordemos que al comienzo se pensaba cubrir 40.000 hogares, 50.000 como máximo, por lo tanto estamos hablando de que ya hay casi el doble de lo que se preveía en un primer momento.

Respecto a si existe una cifra tope de hogares a asistir, Olivera explicó: "Antes que nada no es un tema de cifras, no es que vallamos a llegar a tal cifra. Creemos que la cifra de 75.000 es una cifra muy alta, eso implica que nosotros también estamos revisando algunos de los hogares, porque siempre se detectan en las declaraciones realizadas por los hogares, que se han desvirtuado datos, en fin... Y estamos también en un proceso de revisación que ya lleva un "tiempito". Por otro lado, también pensamos que hay hogares que aún faltan incluirse en el Plan. Ahora, hay una cosa que sí tiene que quedar clara, al 31 de diciembre se habían inscripto como aspirantes al Banco de Previsión Social (BPS) 226.000 hogares, esto es, más de un millón de personas. (Pero) no van a ser 226.000 hogares, ni van a ser 100.000 hogares, porque no son esa la cantidad de hogares que están en situación de extrema pobreza. No dudo que muchos de ellos están en situación de desocupación, el Plan de Emergencia no es un subsidio para los desocupados. Pero está dirigido a esa última franja de la pobreza, por lo tanto, no pueden ser muchos más de los hogares que hoy están incluidos".

Se inscribieron 226.000 hogares, lo cual incluye a más de un millón de pobres, es decir, más de lo que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) marca como el total de pobres en Uruguay. El Plan de Emergencia no pensaba cubrir a ese millón, sino a una quinta parte de ese millón (200.000 personas) que eran las que estaban en la indigencia o vulnerables a ella. Actualmente está asistiendo a más de 320.000 personas y, según dijo Olivera, muchos más no se van a cubrir. Pero hay algo interesante y es que, si bien, hay 226.000 hogares inscriptos no todos ellos van a ser visitados.

"(Algunos hogares) no van a ser visitados porque no cumplen con el primer requisito de la ley que es el promedio de ingresos (...) Es el salario lo que se toma en cuenta, los ingresos registrados en el BPS. Hay gente que nos da un poco más de trabajo debido a que sus ingresos no son formales (...) (Además), hemos comprobado, que mucha gente tiene ingresos superiores que los ha ocultado porque aún existe en este país un informalismo muy grande", indicó Olivera.

Las personas que recorren las diferentes barrios sienten que con los últimos hogares que han visitados han perdido el tiempo, porque ya se ve a primera vista que no están en la franja que se piensa asistir. Es gente que sí bien se quedó sin trabajo, no está en la indigencia ni cerca de ella. También hubo muchas críticas que marcaban que las visitas a los hogares se hicieron en forma muy lenta.

"Seguramente se hubiera podido hacer mejor, pero, no en la característica de censo, como muchos reclamaban. De eso estoy absolutamente convencida. Nosotros visitamos en los plazos que nos habíamos previsto más de 80.000 hogares. Si tenemos hoy más de 150.000 hogares relevados, ¡es una enormidad! Estamos hablando de nueve meses. (...) Las críticas son siempre de todos lados y son matizadas (...) Esto tiene que ser hecho con seriedad, porque es el dinero de todos los uruguayos y tiene que ser destinado hacia aquellos con los que tenemos la mayor deuda y que tiene una deuda la sociedad. Entonces, (debemos) hacerlo, por un lado con la mayor rapidez posible, pero por el otro con la profundidad que tiene que hacerse este tipo de trabajos", señaló la subsecretaria de Desarrollo Social.

Se anotaron 226.000 hogares, fueron relevados 150.000, quedarían 76.000 más, pero, como vimos antes, muchos de ellos no van a ser visitados porque no cumplen con los requisitos fijados por la ley. No obstante, como indicaba Olivera, dentro de los 75.000 hogares que ya integran el plan se está haciendo nuevas visitas porque hay gente que brindó información falsa y en realidad no debería estar incluida.

"Primero hicimos una suspención preventiva de cerca de 800 hogares que, de acuerdo a los datos aportados por BPS, hoy excedía el ingreso. De esos 800 ya han sido dados de baja del Plan de Emergencia, no del Ingreso Ciudadano, 300 hogares. El resto seguimos pidiéndoles elementos a los diferentes departamentos para culminar con el proceso de esos primeros 800 suspendidos. También tenemos denuncias de las personas. En el caso del interior, y en Montevideo también, nos hemos encontrado con personas que se han hecho hacer la entrevista en un lugar en donde no viven habitualmente. Hay quien se hizo hacer la entrevista en un garaje y vivía en una casa de dos plantas... No son miles, pero en el conjunto del país van a ir sumando", explicó Olivera.

El Ingreso Ciudadano implica ciertas contrapartidas para quien lo recibe. Básicamente, asegurar la presencia de los hijos a los centros educativos, inscribirse en las instituciones de Salud Pública y realizar tareas comunitarias. Estas contrapartidas significan un punto central dentro del programa.
"En realidad, recién han comenzado a funcionar los programas de control que estaban planteados que, parecían sencillos, y no lo eran (...) Se estuvo trabajando todo el año pasado con Primaria, Secundaria y UTU. Al finalizar el año tuvimos los datos de la situación en que estaban los niños, niñas y adolescentes que están inscriptos en el Plan. Hemos avanzado, por lo menos tenemos la certeza con Primaria de tener un control trimestral durante este año", dijo la subsecretaria de Desarrollo Social.

Olivera se refirió al programa Rutas de Salida, que comenzó en octubre de 2005 y busca brindarle a la gente la posibilidad de adquirir herramientas que les permitan salir de la exclusión social en la que se encuentra: "Es un equipo social, multidisciplinario, que trabaja con grupos de 25 hogares en talleres de capacitación, de formación y, simultáneamente, con eso la realización de tareas comunitarias. Realmente es una experiencia imponente, nosotros cuando hicimos el perfil de los primeros 19.000 hogares teníamos 1.600 jefas y jefes de hogares totalmente analfabetos... El promedio de escolaridad de los inscriptos en el Plan de Emergencia es de tercer año de Primaria".

Otro de los programas que también tienen que ver con la salida de la emergencia es Trabajo por Uruguay, que abarca tareas comunitarias que se desarrollan en 30 horas semanales durante cuatro meses, por las que se pagan el equivalente a dos ingresos ciudadanos (2600 pesos). El primer llamado fue en setiembre, en el que se anotaron 4.400 personas para 1.436 puestos de trabajo. En diciembre se realizó el segundo llamado con número similares y en abril será el tercero. Los beneficiarios, que tienen que formar parte del Plan de Emergencia, trabajan cuatro meses y después vuelve a cobrar un sólo salario ciudadano.  En el próximo llamado, que va a ser el 3 de abril, Trabajo por Uruguay tendrá una modificación o un agregado: "En Trabajo por Uruguay lo que hemos pretendido es que el acompañamiento del hogar sea de seis meses. Van a trabajar cinco meses los que comiencen en abril y van a tener un mes de cierre con la institución social", sostuvo Olivera.

La evaluación que se ha hecho hasta el momento ha sido muy positiva, no sólo en el cumplimiento de las tareas y en la falta prácticamente de ausentismo, sino, además, por esos 100 proyectos productivos que tienen como meta la autonomía del Plan de Emergencia. En este sentido, son 30 los hogares que en algún momento pertenecieron al Plan de Emergencia y que renunciaron al mismo. Y ya son 1.000 hogares los que se anotaron en su momento y que sin haber sido tomados retiraron la solicitud.

En cuanto al Plan Alimentario, que según decía Olivera es el que tal vez está más atrasado en cuanto a los objetivos planteados. Incluso, restan algunas cosas por definir, por ejemplo, cuáles serán las franjas que se van a cubrir y cuáles van a tener prioridad, cosas que se van a estar definiendo este fin de semana. "Nosotros logramos culminar el 2005 con todos los componentes del Plan desplegados, salvo el Plan Alimentario en los objetivos que nosotros nos habíamos planteado. Nos llevo casi seis meses de trabajo todo el proceso licitatorio para una tarjeta alimentaria, es lo que puedo decir por el momento, esto es lo que va a hacer la diferenciación", agregó.

Otro de los programas importantes que incluye el Plan de Emergencia es el de Emergencia Sanitaria. Olivera detalló que su marcha viene en interacción con el MSP y a la espera de la reforma nacional de la salud prevista para este año: "Hicimos una transferencia de dinero al MSP el año pasado y este año haremos otra, nuevamente. Esa transferencia de dinero del año pasado, que fue de cinco millones de dólares, estuvo vinculada con el fortalecimiento del primer nivel de atención a la salud que, en rigor, no se fortalece solamente para los protagonistas del Plan de Emergencia, sino para toda la población que se atiende en las policlínicas o en los Hospitales de Salud Pública. De hecho, recibimos a principio de enero la memoria de los 25 locales que fueron refaccionados, ampliados en todo el país por parte del MSP con el dinero que fue transferido por el Plan de Emergencia. La compra de medicamentos, en fin... todo eso está vinculado con lograr una mejora en la salud", indicó la subsecretaria.

Otro de los programas dentro del Plan es el de Mejoramiento del Hábitat, ya que como sabemos, gran parte de los integrados al Plan de Emergencia viven en zonas y casas muy precarias y lo que se pretende es mejorar esa condiciones. Ya se ha empezado a trabajar en octubre de 2005 y las primeras previsiones marcan obras en 30 localidades del interior y 1.000 en Montevideo, pero en total serían 3.400.

"Hoy se está ejecutando (el Plan de Mejoramiento del Hábitat) en varios departamentos. El primer departamento en que comenzó a ejecutarse fue en Tacuarembó. Son experiencias fundamentales en cuanto a la articulación del Estado, y cuando hablo del Estado, hablo de lo nacional, departamental, municipal... y a su vez con las organizaciones sociales. A su vez, estos convenios con las intendencias nos han permitido una articulación conjunta y que el programa Mejoramiento del Hábitat no quede asilado de otros programas que se desarrollan o a través del Ministerio de Vivienda o con las intendencias y buscar transformar íntegramente una zona, con aporte de todos los organismos", concluyó Olivera.

Otro de los siete programas es el de Asistencia a los Sin Techo. Existen ocho refugios nocturnos habilitados en Montevideo y, además, uno en Maldonado, Paysandú, San José y Pando. Ya pasaron 1.200 personas por estos refugios y por este programa. También hay refugios diurnos: uno para mujeres y niños, que incluye una atención integral de un grupo multidiscliplinario, y otro para pacientes psiquiátricos.

Por último está el programa de Apoyo Socio-educativo, que tiene varias puntas, siendo, tal vez, la más representativa el tema de los maestros comunitarios, que asiste a 22.000 niños en 255 escuelas de contexto crítico. Cabe destacar que el 58% de la población que integra el Plan de Emergencia tiene menos de 18 años y el 44% tiene menos de 12. Ante esto vemos la importancia de este tipo de planes enfocados a la asistencia educativa.