"La Unión Europea ya aprobó el proyecto y aportará 5.000.000 de euros", afirmó Rosemary Vargas, funcionaria del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola y encargada del tema de las remesas enviadas por los emigrantes latinoamericanos desde todo el mundo.

Según datos difundidos por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), cerca de 45.000.000 de dólares recibió América Latina en 2004 en remesas, una cifra que se sitúa apenas por debajo de la inversión extranjera directa y que se ha convertido en un gran aporte para disminuir la pobreza en la región.

De Estados Unidos procede la mayor parte del dinero, debido a que este país concentra el mayor número de emigrantes, cerca de 20.000.000. Mientras que en los 25 países de la Unión Europea se calcula que residen cerca de 100.000 emigrantes latinoamericanos, buena parte de ellos en Italia y España.

"De Europa parten cerca de 600 millones de euros al año en remesas hacia América Latina", aseguró Vargas.

Debido a que se trata de recursos privados, tanto las instituciones estatales como las Naciones Unidas y entidades internacionales se limitan a proponer proyectos de inversión piloto que tengan mayor impacto para el desarrollo local.

Luego de un estudio, realizado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, sobre el impacto social y económico que producen las remesas en toda la región, surgió la idea de colaborar con los inmigrantes.

América Latina es la primera región receptora al mundo de remesas y en algunos países, como por ejemplo El Salvador, el dinero que envían los emigrantes supera el nivel de la inversión extranjera directa.

El proyecto piloto, que se inició hace dos años, cuenta con la colaboración de entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial y ya fue experimentado en México y en El Salvador, país donde uno de cada cuatro trabajadores vive en el extranjero.

"Con los mexicanos de Zacatecas estamos experimentado la fórmula cuatro por uno, es decir que por cada dólar enviado, el estado federal y municipal junto con empresas del sector privado interesadas a entrar en ese mercado aportan tres. Eso permite trabajar en proyectos no sólo de desarrollo agrícola sino también a nivel de empleo rural y turismo ecológico", contó Vargas.

Los envíos de dinero desde el exterior habrían permitido que no menos de 2.500.000 de latinoamericanos salieran de la pobreza, que afecta a 213 millones de personas, equivalentes al 40,6% de la población total, según datos de Cepal.

Para la directora de la división América Latina y el Caribe del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, Isabel Lavadenz, "los cambios políticos, económicos y sociales que experimenta la región representan un desafío enorme para la entidad", cuyo mandato es trabajar con los más pobres. "América Latina ha tenido un crecimiento económico en los últimos cuatro años de un promedio del 5%, pero hay que admitir que ese crecimiento es de mala calidad. Inequitativo", agregó.

Lavadenz considera clave la cooperación sur-sur, por lo que quiere buscar "instrumentos no convencionales" para fomentar el desarrollo.
"Debemos escuchar a los pobres para hacer lo que ellos saben hacer mejor que nosotros", señaló.

El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola realiza 30 programas y proyectos en 18 países de América Latina y el Caribe, con una inversión total de 460,7 millones de dólares.

Fuente: AFP