En la reunión mantenida en la Casa Blanca, los gobernadores pidieron a Bush que refuercen las medidas de seguridad en los estados de Estados Unidos fronterizos con México, para frenar el "incesante" flujo de inmigrantes indocumentados, informó Terra.es
 
Previa a la reunión los gobernadores enviaron a Bush una carta en la que pedían acciones eficaces contra la inmigración de extranjeros indocumentados y la reposición de los gastos en los que incurren los estados en paliar las necesidades de salud de estas personas.

La gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, dijo que el tema migratorio es un asunto de interés nacional al que hay que buscarle soluciones adecuadas lo antes posible. Además, explicó que su estado cuenta con muchos puntos que son de la preferencia de los extranjeros para su entrada ilegal al país.

Napolitano también indicó que Arizona invierte una parte de los fondos de los contribuyentes en costos de salud y educación de los inmigrantes indocumentados que viven en su jurisdicción.

En el mismo sentido, los gobernadores de Misuri, Utah, Nuevo México, Vermont y Tennessee se quejaron de tener gastos similares en detrimento de los programas de desarrollo y atención de sus ciudadanos.

El gobernador de Utah, Jon Huntsman, destacó la importancia de que todos los gobernadores hablen con una sola voz sobre el problema migratorio y las posibles soluciones.

Los gobernadores pidieron que las autoridades federales mejoren la vigilancia fronteriza con sistemas de vanguardia y que aumenten la cooperación con México y el resto de Latinoamérica para lidiar con la inmigración ilegal. Esta cooperación debe incluir planes para el desarrollo económico que estimule la creación de más puestos de trabajo.