España abaratará el costo del envío de remesas
Este lunes, en París, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación español, Miguel Ángel Moratinos, confirmó que su país movilizará al sistema financiero e impulsará una regulación con el objetivo de dinamizar y abaratar las gestiones de envíos de remesas de los inmigrantes residentes en España hacia sus países de origen.
Moratinos presentó esta iniciativa a la Conferencia de París sobre Fuentes Innovadoras de Financiación al Desarrollo como la principal contribución de España. Además, indicó que en los próximos meses España incrementará la competencia del mercado financiero de envío de remesas, fomentará medidas de protección para usuarios e intentará encauzar las transacciones a través del sistema bancario, según un reporte de EuropaPress publicado por Portal Uruguay.
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación español, que presidió una mesa redonda sobre la cuestión, dijo estar convencido de que las remesas pueden jugar un papel como catalizador de desarrollo. En 2004, en el país ibérico los inmigrantes transfirieron a sus países de origen 3.480.000 de euros. Según estimaciones de Moratinos, si se tienen en cuenta los canales informales la cifra se duplicaría.
En el mundo, la transferencia de remesas de emigrantes asciende a 125.800 millones de dólares, casi el doble de los fondos destinados anualmente a la ayuda al desarrollo. La reducción de cinco puntos de la comisión media supondría incrementar esa cantidad en 220 millones de euros anuales.
España apuesta, además, del excesivo coste de las comisiones, por el desarrollo de entidades crediticias solidarias y microfinancieras en las comunidades menos desarrolladas, y por tanto más necesitadas, para que las remesas también puedan llegar a las zonas sin estructuras financieras.
Del mismo modo, por el establecimiento de una red de asesoramiento en los países de origen y destino para mejorar la información y, finalmente, la construcción de mecanismos que permitan canalizar estos flujos hacia la inversión productiva en los países menos desarrollados y no sólo hacia el consumo.
Según explicó Moratinos, el objetivo de la propuesta es que las remesas no beneficien sólo a sus destinatarios, sino que permitan crear sectores productivos y mejorar las infraestructuras en los países de destino. Además, contextualizó la propuesta dentro de la necesidad de buscar fórmulas adicionales y mecanismos innovadores que permitan elevar el flujo financiero hacia los países menos desarrollados y alcanzar los objetivos del milenio.