El director nacional de Políticas Sociales, Christian Mirza, explicó cómo funciona "Rutas de salida".

Mirza: hay que rediseñar un sistema de protección social

"Construyendo rutas de salida" atiende a los beneficiarios del Panes que cobran el Ingreso Ciudadano pero no participan de Trabajo por Uruguay. El director nacional de Políticas Sociales, Christian Mirza, explicó que en las distintas experiencias se trabaja en tres niveles: recuperar las capacidades de lectoescritura, desarrollar las aptitudes para generar ingresos y "crear ciudadanía".

(Emitido a las 9.11)

EMILIANO COTELO:
Cuando hablamos del proyecto social insignia del gobierno del Frente Amplio, sin duda nos referimos al Plan de Emergencia (Panes). Un Panes cuya cara más visible ha sido el pago del ingreso ciudadano, una retribución mensual cuya implementación estuvo bajo la lupa durante todo el año 2005.

Pero el Panes va más allá del ingreso ciudadano. Hoy, por ejemplo, les proponemos concentrarnos en otra línea de trabajo bastante menos conocida: el programa "Construyendo rutas de salida", que tiene como objetivo que la población con más carencias aprenda a valorarse a sí misma.

Para ubicarnos en este programa, para analizar cómo funcionó en el primer año del nuevo gobierno, para conocer los nuevos convenios que se firmarán esta semana, nos acompaña el asistente social Christian Mirza, director nacional de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).

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Mirza, como decía al principio, este programa es bastante desconocido, es mucho menos conocido que el Ingreso Ciudadano. Entonces, empecemos por la pregunta básica: ¿qué es "Construyendo rutas de salida"?

CHRISTIAN MIRZA:
Es una de las otras caras del Panes. Efectivamente, lo más conocido es la transferencia monetaria condicionada –como en muchísimos otros planes en América Latina– de 1.400 pesos. Pero nosotros siempre sostuvimos que para efectivamente dar pasos sustantivos en la superación de la extrema pobreza y la indigencia había que poner operativos otros instrumentos, otras estrategias que complementasen este enfoque asistencial –que no es palabra negativa, es una de las dimensiones– con un enfoque promocional, con la incursión en la dimensión de procesos socioeducativos que de alguna forma apunten a tres ejes que son los que mueven o estructuran la labor de decenas de organizaciones de la sociedad civil e incluso de instituciones públicas y que suponen por un lado reforzar y potenciar la capacidad de lectoescritura y lógica matemática... Los oyentes dirán qué cosa más simple o más curiosa.

EC - Escritura y lógica matemática.

CM - Si yo le relatara todas las experiencias, algunas podrían parecer inverosímiles. Hay gente que no sabe leer y escribir, hay analfabetismo funcional que ha estado oculto tras las muy buenas cifras de alfabetización que tiene nuestro país, que ha tenido históricamente, hay un analfabetismo por desuso en jóvenes, adultos y adultos mayores que constituye una traba efectiva al ejercicio de los derechos de ciudadanía. Entonces uno de los ejes es recuperación de la capacidad de lectoescritura. Hay relatos que son una delicia.

EC - ¿Puede citar alguno como ejemplo? En estos temas vale la pena aterrizar con situaciones concretas para que el oyente comprenda de qué estamos hablando.

CM - Estamos hablando de grupos de 25 personas. Los grupos los formamos desde el ministerio y les vamos proporcionando los listados a las organizaciones. En general se participa con entusiasmo, con muchas ganas, con mucha expectativa por parte de la población que está en el Panes. El coordinador técnico de uno de estos grupos nos contaba que había un caso de una señora mayor que venía siempre acompañada por su nieta adolescente; en general la idea era que se participara con toda la familia, pero había algunas actividades que eran especialmente dirigidas a los jefes o las jefas de hogar, y esta persona un día dijo: "Yo traigo a mi nieta para que me lea todo lo que estoy aprendiendo acá porque no sé leer". Al cabo de pocas semanas esta misma persona pudo escribir su nombre y su apellido sin ningún problema, con una enorme satisfacción y gran reconocimiento por parte de todo el grupo. Y así podríamos seguir enumerando otras historias que son realmente extraordinarias. Este es el eje de recuperación de capacidades de lectoescritura.

Hay otro eje que tiene que ver con identificación de actitudes y aptitudes para el trabajo.

EC - ¿Qué es este segundo eje?

CM - Este segundo eje tiene que ver con la dimensión laboral, con la dimensión económica, con aquella necesidad de generar ingresos sostenidos para satisfacer las necesidades básicas. Aquí se trata no solamente de una calificación o una recalificación laboral para el mercado de trabajo, sino también –¿por qué no?, y así lo estamos impulsando– para el desarrollo de emprendimientos productivos. Los proyectos de opción productiva, como los denominamos, pueden y van a canalizar fondos, financiamiento concreto, asistencia técnica, seguimiento para que de pronto un porcentaje –de pronto no el mayoritario– de la población que está en el Panes pueda tener herramientas con las cuales obtener ingresos autogenerados.

EC - ¿Y la tercera línea?

CM - La tercera línea tiene que ver con la dimensión subjetiva, con la autoestima, con los derechos de ciudadanía, con todo aquello que esté vinculado con las relaciones intersubjetivas en un grupo y en términos generales con la comunidad, con el barrio, con la sociedad.

Estos tres ejes se desarrollan de una manera integral, hay excusas para constituirlos como hilo conductor de una experiencia que se desarrolla por lo menos durante seis meses con opción a seis meses más, vale decir que la perspectiva puede llegar a ser de un año de trabajo, reitero, en grupos relativamente pequeños, de 25, que se vertebran en torno a una propuesta.

Le voy a poner algunos ejemplos. En Cerro Norte, aquí en Montevideo, se está desarrollando una experiencia sobre la base de huerta orgánica o huerta comunitaria. Entre las cosas que ya se hicieron –porque ya llevan por lo menos tres meses de trabajo–, se hizo un curso sobre producción de alimentos, conocimiento de los vegetales, importancia y aportes de nutrientes de los vegetales en la dieta, plantación en algunos terrenos de las familias que están participando en estos grupos, una experiencia de lombricultura –con lombrices– y el grupo está preparando un pequeño librillo de recetas sobre la base de la producción en la huerta orgánica.

La huerta orgánica es un hilo conductor porque permite, por ejemplo, hacer cálculos de área y leer un manualcito, un instructivo para ver cómo se plantan los brócolis o qué significa tal o cual cosa. Entonces ahí tenemos lectoescritura y lógica matemática y también se desarrollan las actitudes y aptitudes para el trabajo porque ya están surgiendo algunos pequeños e incipientes grupos o iniciativas productivas en elaboración de conservas, que va a ser la segunda fase del trabajo.

EC - Esto es, en una descripción muy somera, muy a grandes rasgos, este programa Construyendo rutas de salida que, por lo que usted estaba señalando, pone el foco en los aspectos socioeducativos.

CM - Sí.

EC - Ustedes han llegado a hablar de que lo que se busca es construir ciudadanía. ¿Cómo es esto?

CM - Para nosotros, debe haber un proceso de consolidación y desarrollo de las potencialidades que cada uno de nosotros tiene, usted, yo, los oyentes, todos. De pronto por razones de índole cultural e incluso psicológica hemos estado obturados, clausurados en nuestras posibilidades de desarrollo de esas potencialidades y necesitamos una orientación, un apoyo efectivo. Esto constituye un paso fundamental en el ejercicio pleno del derecho como ciudadanos porque es la forma, la estrategia para poder efectivamente desarrollar plenamente la persona, tanto el sujeto persona, tanto el sujeto ciudadano.

EC - Estamos hablando de integrar, en definitiva.

CM - Sí.

EC - Estamos tratando de achicar la brecha que se ha abierto entre los sectores más marginados de la población y el resto de la sociedad uruguaya.

CM - Y ahí es importante además decir que la integración social se construye con un puente, yo me quiero integrar a ti y tú tienes –o deberías tener– esa misma intención. Es decir, la integración social, fortaleza de una sociedad cualquiera sea, en cualquier parte del mundo, es esa posibilidad de construir diálogos y comunicación entre distintos sectores sociales.

EC - ¿Quiénes acceden a este programa Construyendo rutas de salida? ¿Quiénes son los beneficiarios?

CM - Los beneficiarios son todos aquellos que están hoy cobrando el ingreso ciudadano pero que no participan en el programa Trabajo por Uruguay; es la única excepción.

EC - Recordemos que algunos de los uruguayos que están cobrando el ingreso ciudadano además han podido obtener un trabajo en el programa Trabajo por Uruguay; es un trabajo temporal, que les permite duplicar el ingreso, no cobran un ingreso ciudadano sino dos.

CM - 2.700 pesos.

EC - ¿Los que no accedieron a ese programa quedan habilitados para participar en Construyendo rutas de salida o quedan obligados a participar?

CM - Es una pregunta pertinente. Nosotros los convocamos, y efectivamente, como dijimos siempre, esto forma parte de los compromisos recíprocos, es decir, lo que comúnmente se dice la contrapartida. Las actividades comunitarias y las actividades educativas que tienen un régimen de 10 horas semanales entre ambas, seis de actividades educativas y cuatro de tareas comunitarias, constituyen ese "esfuerzo" que le pedimos a la población que hoy está recibiendo el ingreso ciudadano.

EC - Pero de hecho no funciona como una obligación.

CM - Sí y le voy a decir por qué. La semana pasada terminamos de firmar más de 320 notas que son llamados de atención a aquellos ciudadanos que no están participando en estas actividades y en esa nota les decimos que pueden llegar a perder el Ingreso Ciudadano, podemos hacer la suspensión preventiva en caso de que no participen. De manera que es una exigencia, una obligación.

Desde luego que la mayoría, la enorme mayoría de la población que hoy está en Rutas de salida lo hace de manera voluntaria y con mucha alegría y mucho entusiasmo, la tasa de participación está largamente por encima del 80 por ciento, en algunos casos del 90 por ciento. De modo que vale decir que de pronto hay un 10, 15 por ciento que no lo hace.

EC - ¿Tienen que participar sólo los jefes o las jefas de hogar o el conjunto de la familia beneficiada?

CM - En términos generales está planteado para los jefes y las jefas de hogar, pero sin duda toma el núcleo familiar, el hogar en su conjunto y lo incorpora a estas actividades. Yo ponía hace unos instantes el ejemplo de la abuela y la nieta, y podríamos hacer el relato de muchísimas experiencias en las que participa el núcleo familiar, la familia en su conjunto, porque de eso se trata, de que haya realmente una convergencia de acciones del núcleo familiar.

EC - Implica una dedicación de 10 horas semanales.

CM - Efectivamente, son 10 horas, seis de actividades educativas, de talleres de todo tipo, y cuatro de tareas comunitarias.

EC - O sea que también hay tareas comunitarias. ¿En qué consisten, por ejemplo?

CM - A modo de ejemplo: colaboración con merenderos en Cerro Largo y corte de césped en zonas públicas; en Las Piedras limpieza de veredas y zanjas, apoyo a instituciones de la zona –merenderos, policlínicas de Salud Pública–, señalización de calles, reparación de refugios peatonales. En Salto –me pareció realmente interesante– están haciendo un plano del asentamiento porque, claro, el municipio no tenía, es un asentamiento realmente irregular, muy precario y relativamente reciente formación, entonces estas personas que están en Rutas de salida están haciendo un plano y van a localizar en él los distintos servicios que harían falta para esa comunidad, para todo el vecindario. En esa experiencia también es importante destacar que hay un desarrollo de una organización democrática, se hicieron elecciones vecinales para elegir una nueva comisión directiva, porque la que había hasta ese momento estaba constituida por un sólo integrante que lideraba un poco el proceso y esta participación en Rutas de salida abre esa posibilidad de desarrollar más democracia, más ciudadanía, emancipación, autonomía. Estos son los valores que pretende desarrollar el programa.

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EC - ¿A cuánta gente ha llegado hasta ahora este programa Construyendo rutas de salida?

CM - Estamos llegando, con la firma de estos convenios a la que se va a proceder en estos días, a concretar aproximadamente, en números redondos, 8.000 hogares, lo que significa que hay más de 30.000 personas involucradas, implicadas en este programa. La idea nuestra es llegar a un número mucho mayor, la meta –si se quiere un poco ambiciosa, pero de eso se trata, hay que mirar para adelante y tirar metas importantes– es llegar a entre 40.000 y 50.000 hogares en todo el país, lo que significa entre 2.000 y 2.500 grupos en todo el país.

EC - Recordemos que en este programa hay tres actores principales: por un lado están los jefes de hogares que reciben ingreso ciudadano pero que no resultaron sorteados para el plan Trabajo por Uruguay, que son los convocados a participar en estos talleres; por otro están las organizaciones sociales que dictan esos talleres; y el ministerio, que supervisa todo este programa. ¿Cómo se selecciona a las organizaciones?

CM - El año pasado hicimos la primera convocatoria a presentación de propuestas y proyectos, hay un tribunal que tiene como cometido examinar todas las propuestas y asignarlas.

EC - ¿No hay un programa único para estos cursos, para estas actividades?

CM - Nosotros planteamos los tres ejes que tienen que estar comprendidos en cualquier propuesta que se haga y establecemos una carga horaria determinada, que es la que yo mencionaba, 10 horas. A partir de ahí hay una libertad de presentar propuestas metodológicas, hilos conductores, ejes que vertebren los tres aspectos, por eso la variedad enorme, la riqueza de las propuestas en todo el país y por esto también la complejidad, porque de alguna forma las organizaciones sociales se han visto desconcertadas con la propuesta porque no hay un formato cerrado y se convoca a la creatividad, a la experiencia sin duda.

Este tribunal, que está integrado por delegados de la Asociación Nacional de ONG, un par de representantes de la Universidad de la República y dos técnicos del Mides, en particular de la Dirección de Políticas Sociales, ha examinado la primera convocatoria y ha asignado los 145 proyectos iniciales. Ahora ha fallado respecto de la segunda convocatoria que se hizo a mediados de diciembre y por eso se están firmando convenios con 160 organizaciones sociales y organismos públicos. Quiero recordar que aquí tenemos, por ejemplo, a la Intendencia Municipal de Cerro Largo, la Intendencia Municipal de Artigas, la Intendencia Municipal de Treinta y Tres, la Junta Local de Bella Unión, entre otros.

EC - Y también se evalúa, supongo, el resultado de esos talleres.

CM - Sí, desde luego.

EC - No sólo se selecciona previamente cuáles son las ONG o instituciones que van a dictarlos, sino que después, supongo, se saca una conclusión acerca de si han sido efectivos o no.

CM - Por supuesto, nosotros exigimos a estas organizaciones la presentación de informes bimestrales, que son informes descriptivos, narrativos y de primera evaluación de los resultados, y obviamente rendiciones de cuentas, informes contables de en qué se han gastado los recursos que especialmente transferimos tanto para retribuciones salariales del personal técnico como para gastos operativos o de funcionamiento. En un período de seis meses vamos a recibir al menos dos informes y a partir del último informe, casi al finalizar el período, se va a determinar si es factible una prolongación, una extensión, una continuidad de la propuesta o la rescisión o finalización del período, del plazo que tenían para trabajar.

El otro día estuve en Pando, donde hay una organización que nuclea a su vez un trabajo en red formidable, con un CAIF, con una policlínica de Salud Pública que tiene médico de familia, es realmente formidable cómo se trabaja en ese sentido, eso es lo importante, el trabajo en red, pero también hay surgimiento de iniciativas productivas. Entonces yo les decía: al cabo de los seis meses ustedes pueden presentar los informes correspondientes y en la segunda etapa, en los próximos seis meses, podrían acentuar los aspectos productivos para trabajar con las mujeres, que son las que mayoritariamente participan –el 70, 80 por ciento– en estas actividades como jefas de hogar para desarrollar esas posibilidades de generar ingreso en términos de cooperativas sociales.

EC - Justamente, esa es la pregunta final: ¿y después qué? El programa se llama Construyendo rutas de salida. ¿Pero qué pasa con las jefas y los jefes de hogar que participan, que concurren a estos talleres, con quienes intervienen en las actividades comunitarias que están previstas, una vez que culminan su vinculación con el programa, que puede ser llegar a durar un año?

CM - Vamos al tema más global, que son las salidas de la emergencia social, que no dependen sólo del programa Rutas de salida; sería demasiado peso para nosotros, por otra parte. Las salidas de la emergencia social pueden ser múltiples y variadas. Hay una salida en términos de la variable ingreso económico para un conjunto de personas mayores de 70 años que ya estamos acordando, ya fue acordado con el BPS adjudicarles automáticamente la pensión a la vejez, que es bastante más que un ingreso ciudadano, y en otros casos pensiones por discapacidad.

Pero vamos al caso de los que participan en Rutas de salida. Ahí vamos a tratar de apoyar emprendimientos productivos toda vez que estos sean viables, hoy tenemos en cartera, en la lista, entre 150 y 170 proyectos productivos en Montevideo y en algunos departamentos del país.

EC - ¿Y si no hay de por medio un proyecto productivo?

CM - Habrá una recalificación para la inserción laboral, una formación específica, una capacitación, porque no todos tienen esa iniciativa ni todos están interesados en formar una cooperativa de trabajo por equis razones y entonces hay que promover la inserción en el mercado de trabajo. Lógicamente en la perspectiva corta del Panes, que está previsto y va a desarrollarse en dos años, estamos pensando en el Panes y después, no solamente en Rutas de salida y después. Y después implica una enorme responsabilidad por parte del ministerio, pero por parte del gobierno en su conjunto, de rediseñar un sistema de protección social para Uruguay, que a nuestro juicio está en transición, dejamos aquel Estado social batllista, el Estado de bienestar, pero todavía no sabemos cómo reconfiguramos ese nuevo Estado de bienestar o un nuevo sistema de protección social.

Hay algunas alternativas que estamos manejando que vamos a dar a conocer públicamente en poco tiempo, pero se trata de apoyar a determinados sectores sociales que van a necesitar todo el apoyo del Estado y de un conjunto de instituciones no gubernamentales para poder seguir desarrollándose a pleno.

EC - ¿En cuánto tiempo más o menos van a estar esos planes?

CM - Ya estamos discutiendo y realizando algunas actividades internas de debate y de elaboración de algunos documentos y también lo estamos haciendo en coordinación con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Probablemente en un par de meses.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn