A través de la obra, el autor se concentra en el asunto que le interesa. La situación descrita, vivencias de Bennet como estudiante y fracasado aspirante a un trabajo en Ginebra, ciudad a la que llega en pleno invierno en la década de los setenta y casi sin recursos, adquiere peso al vincularla con la de los inmigrante pobres que viven en Europa.

"Hay simpatía por sus semejantes. Un toque de picaresca estudiantil y una genuina preocupación social que no cae en lo panfletario al describir a personajes marginales, quienes lo ayudan a sobrevivir en un momento difícil de su vida", informó La República.