Sociedad

Nuevos datos complican la situación de la uruguaya detenida en Bolivia

Hoy se conocen nuevos datos que complican la situación judicial de la ciudadana uruguaya que está detenida en Bolivia, junto a su pareja estadounidense, señalados como principales sospechosos de haber atentado contra dos hoteles de La Paz. Los atentados fueron en la noche del martes y murieron dos personas. Otras siete resultaron heridas.

Los sospechosos de haber hecho explotar las cargas de dinamita son una uruguaya de 45 años que se llama Alda Ribeiro Acosta, nacida en Rivera, y un ciudadano estadounidense, Claudio Lestad D`Orleans, de 27 años.

La Policía de Bolivia los detuvo pocas horas después de los atentados. Los atraparon cuando intentaban salir a Perú.

Según información que obtuvieron los investigadores, la pareja pensaba atentar, el próximo sábado, contra el Consulado de Chile en La Paz. Se les confiscó cerca de 800 cilindros de dinamita que tenían distribuidas en cuatro cajas.

Todavía - aunque hay pruebas en contra de estas personas- ninguno fue juzgado como autor de los atentados. Sin embargo, hasta ahora no se sabe cuál puede haber sido el móvil.

En el marco de esta investigación han surgido datos comprometedores sobre el pasado de la ciudadana uruguaya. Ribeiro había entrado "varias veces a Bolivia" y "tenía varios antecedentes penales".

Incluso, el fiscal de la causa dijo que la pareja fue detenida hace poco en la provincia argentina de Jujuy por hacer volar y robar un cajero automático.

Los investigadores no descartan que hubiera motivos "religiosos". Se maneja esa hipótesis porque el hombre de la pareja, el ciudadano estadounidense, se presentó como "un adorador de ritos paganos". Además se definió como seguidor de Bin Laden.
 
El fiscal de la causa, Carlos Fiorilo, dijo que el hombre "gozaba" cuando veía las imágenes del atentado, y preguntaba: '¿cuántos muertos hubo?'. Y al recibir la respuesta de que fallecieron dos, señaló: 'Son pocos, porque quería matar 100 en el primer hotel y 100 en el segundo'.

El gobierno boliviano descartó que las explosiones tengan móviles políticos, y creen que se trata más que nada de la acción de un "psicópata".