Las guarderías en Uruguay, sólo el 20% cumple con la legislación
El 80% de las guarderías privadas registradas en nuestro país no cumplen con la reglamentación exigida por la ley. Aún así, y pese a que la ley lo prevé en su texto, ninguna de ellas fue multada desde 1996 a la fecha. Además, se estima que hay un número importante que no están registradas, por lo cual no existe ninguna posibilidad de que sean controladas ni inspeccionadas. La condiciones curriculares, pedagógicas, locativas y de seguridad de los establecimientos están en tela de juicio. Mientras, el Ministerio de Educación y Cultura no oculta su preocupación y se plantea acciones para cambiar esta situación. Informe de Santiago Díaz
A comienzos de la década del 90 se produjo un hecho trágico en una guardería, el cual tuvo como saldo la muerte de un niño. Este caso puso en el tapete el tema de las guarderías y, además, la necesidad de regular algo que hasta ese momento había sido poco explorado. Fue así que en 1996 se aprobó la ley 16.802, que lo que intentó es generar condiciones para que la situación mejorara en varios rubros: a nivel docente, curricular, pedagógico y de seguridad, que en ese momento era lo que más preocupaba, porque era lo que había ocasionado aquel hecho tan desgraciado.
Además, la instalación de la guarderías tuvo en los últimos años un crecimiento muy grande, por varios factores. Entre otras cosas porque la demanda es mucho mayor, producto de la entrada masiva de la mujer al mercado laboral, entonces, otra razón para la reglamentación fue la proliferación del fenómeno.
La ley establece varias cosas. En primer lugar, el Ministerio de Educación y Cultura pasa a ser el que tiene que regular el tema a través de una comisión honoraria. Esa Comisión establece que una guardería debe registrarse en el Ministerio y, además, obtener la habilitación de Bomberos y de la Intendencia local.
La ley también establece que las guarderías deberán incluir en su personal estable, al menos, un maestro titulado de educación primaria u otro profesional de nivel terciario, del sistema público o privado habilitado, con formación específica en la materia. Y cada guardería deberá tener previsto auxilio médico inmediato para prestar asistencia, toda vez que las circunstancias lo requieran.
Esto quiere decir que la ley no sólo buscó condiciones de seguridad, sino también establecer mejoras el aspecto educativo.
Lo cierto es que actualmente hay 780 guarderías registradas y sólo 143 cumplen con los requisitos establecidos de la ley.
Jorge Camors, coordinador de políticas educativas en primera infancia del Ministerio de Educación y Cultura, explicó qué es lo que se piensa hacer ante esta situación: "Estamos tratando de evitar caer en la parte represiva, sancionatoria. Lo que estamos dando es la oportunidad para que aquel que no esté reuniendo todos los requisitos se ponga en marcha... Porque el sector privado cumple una función muy importante. Lo que sí es que es que el Estado no puede estar ajeno, al margen de garantizar servicios de buena calidad para la población. Por lo tanto, la clausura sería la solución posible", indicó.
Pero, además, de las guarderías que no están habilitadas, existen muchas que no están ni siquiera registradas. Se estima por parte del Ministerio que estás significarían el 30 o el 40%. Es por eso que el Ministerio planifica realizar un censo en abril de este año para detectar esta situación y solucionarla, porque si es malo que no haya guarderías no habilitadas, peor aun es que haya no registradas.
Según Camors, la cantidad de guarderías ilegales se debe en parte a que estas quieren evitar costos. En primer lugar, muchas tienen el prejuicio de que el registro se cobra, cuando no es así, y en segundo lugar no quieren pagar las habilitaciones de bomberos e intendencia, que estas sí tienen un costo.
La ley prevé la aplicación de multas a las guarderías infractoras que desde las 10 a las 100 Unidades Reajustables, e incluso hasta la clausura definitiva. Lo que pasa es que desde que se aprobó la ley nunca se multó a nadie.
En este primer año se buscó un diálogo para que las guarderías comenzaran a obtener sus habilitaciones, porque tampoco se puede estar clausurando todos los establecimientos en donde se constatan irregularidades, porque en ese caso qué pasaría con todos los niños que concurren a ellos. La idea es informar e inducir a las guarderías para que regularicen su situación para no tener que reprimir de entrada. Este año ya se firmaron 10 habilitaciones de guarderías que quedaron ya en regla.
Lo importante de que esto tome publicidad es que los padres tomen conciencia de las características que debe tener una guardería y que en caso de que el lugar donde manden a sus hijos no cuente con los requisitos necesarios, hagan la denuncia. Esta es una buena manera para que el Ministerio pueda abarcar más establecimientos y pueda tener un control un poco más completo.
En realidad, el Ministerio recibe denuncias, en este sentido Camors cuenta por dónde van estas denuncias y cómo se procede cuando llegan: "Lo que sucede es que muchas veces el padre cuando ve que el edificio tiene alguna dificultad de alguna forma nos hace llegar su preocupación de que en esa guardería hay algún tipo de riesgo por seguridad. O algún padre que fue a buscar al chico fuera de horario y el chico aparece con algún moretón o alguna herida y la respuesta que le da le da el personal a él no le satisface. Nosotros lo que hacemos es ir inmediatamente a visitar esa guardería", señaló.
Hay guarderías privadas que son ejemplares y que realmente cumplen muy bien con su rol y su cometido. Un ejemplo de eso es el jardín de AEBU, que está en funciones desde 1974, y que es un logro sindical que surgió por la necesidad que los empleados bancarios de dejar en algún sitio a sus hijos mientras trabajaban. La guardería está abierta desde las 8:00 de la mañana a las 20:00 horas. Se maneja un horario curricular de cuatro horas y lo máximo que puede estar un niño allí son ocho horas.
Carolina Núñez, directora de esta guardería, explicó la importancia que tiene para el niño la educación y la interacción con otros niños en sus primeros años de vida, pero que el tema del abuso en el horario es un problema serio: "El tema es que a veces lo ideal sería convenir eso, que además está regulado por el derecho a la educación, por ejemplo. Una cosa es eso y otra es cuando se genera algún exceso. Los chicos pasan muchas horas fuera de su hogar lo que implica que el ámbito familiar queda un tanto relegado. A veces a las instituciones nos obligan a tomar otro rol... desde lo asistencial o de reparar cosas que la familia no brinda. Y esa no es la idea...", destacó.
La directora del jardín de AEBU explicó sobre el personal docente, entre los profesionales que pa4rticipan se encuentra un nutricionista, porque muchos niños comen allí.
Núñez también destacó la importancia de la relación entre la cantidad de alumnos y de docentes, algo que resulta fundamental a la hora de calificar a una guardería: "(En) niños de uno o dos años se sugiere un adulto cada siete niños y otro adulto que esté presente en el centro, aunque no esté en la sala con ellos. Niños de tres, cuatro, cinco años, un adulto cada 15 niños", destacó.
Para los empleados bancarios, el precio por las cuatro horas es de 1.850 pesos por mes, pero para los externos a la actividad bancaria es de 3.600 por mes, lo cual sería el precio real.
Claro que hay precios mucho menores y también establecimientos de mucho peor calidad en todos los órdenes. Justamente estos últimos son los que preocupan al Ministerio.
Lo que preocupa al Ministerio son las guarderías como la de AEBU, sino situaciones como, por ejemplo, el que "tiene el garaje libre en la casa y como se quedó sin empleo tiene la opción de kiosco o guardería... y abre guardería, obviamente a esa persona que nosotros visitamos le decimos: `así no´", explicó Camors, coordinador de políticas educativas en primera infancia del Ministerio de Educación y Cultura.
Este tipo de situaciones se dan. Pero claro, muchas de esas guarderías no están registradas y entonces es imposible de captarlas. Además, sino se aplican multas, por más diálogo que haya, la solución no llega y la guardería sigue funcionando en condiciones no ideales. Es por eso que más allá del control del Ministerio, que tiene que existir y funcionar, los que también tienen que hacer su parte son los padres.
El Ministerio tiene previsto difundir entre las guarderías una guía de acción para que cada una de las guarderías sepan hacia donde se pretende que se vaya. Esta guía tiene algunos puntos fundamentales: "Que cualquier centro de educación infantil es un proyecto educativo. Que debe tener una serie de objetivos hacia los niños, concretamente qué tipo de aprendizaje puede aprender cada niño. Cuál debe ser el mensaje del centro con los padres y cómo nuclearse con la comunidad", señaló Camors.
Más allá de las privadas, también hay guarderías en el ámbito publico. Las privadas son las que más preocupan al Ministerio, porque son las que tiene que controlar y porque, además, cubren una cantidad muy grande de niños. Se calcula unos 30 niños por guardería, así que si lo multiplicamos por 780, estamos hablando de cerca de 25.000 niños, sin contar a aquellas guarderías que no están habilitadas.
Por otro lado tenemos a las guarderías de la educación formal, tanto pública como privada, básicamente de niños de tres y cuatro años. Por otro lado tenemos a unas 27 guarderías que dependen del INAU, por otro todo lo que tiene que ver con el Plan CAIF, que engloba más de 300 centros en todo el país y por otro lado las 18 de la Intendencia Municipal de Montevideo.
En cuanto al plan CAIF, es un proyecto que nació a fines de la década del 80 para mitigar la exclusión social que general la pobreza, y cuenta con la participación coordinada de asociaciones civiles y diferentes actores gubernamentales. Andrea Tejera, directora de división de promoción y desarrollo, que comienza diciendo a cuántos niños se atiende por este plan: "Estamos atendiendo aproximadamente 35.000 niños, desde el nacimiento hasta los cuatro años", señaló.
Otras 18 guarderías dependen exclusivamente de la Intendencia, que tiene su proyecto propio, "Nuestros niños", que nació en la década del 90. Cubre unos 1.500 niños que son atendidos por un equipo de educadores, asistido además por profesionales de la salud y estimuladores artísticos.
Aquí hay un especial cuidado por la relación entre la cantidad de niños y docentes: ocho docentes cuando son niños de entre uno y dos años, 10 cuando son niños de dos años y 15 docentes cuando los niños tienen tres años.
Sara Mister, responsable de "Nuestros niños" contó algunas otras características: "Tenemos centros que abarcan un horario de atención de ocho horas y otros que funcionan en un doble horario de cuatro horas. Están destinados a niños en situación de riesgo social. Las actividades, es un plan netamente educativo dirigido a los niños y como corresponde en esta edad con una fuerte proyección hacia la familia. Además, los niños reciben atención alimentaria".
Es claro que lo que más preocupa es el ámbito privado del que hablábamos antes, porque es el que está menos regulado y en el que hay un amplio porcentaje de establecimientos que no cumplen con los requisitos estipulados por la ley. Y si la ley se creó como respuesta a una situación trágica, sería bueno que se cumpliera de la mejor manera, y eso no está pasando.
Pero más allá de eso, hay que destacar la importancia que tienen estas guarderías para la formación del niño y su proceso de socialización. Sobre eso hablamos con el psicólogo Alvaro Alcuri.
"Muchos padres dicen para qué vamos a mandar un niño al jardín que no aprenden nada, solamente juegan. La educación no formal es más bien lo que se aprende en contacto con otros. Estar en un grupo., cómo pertenecer a él, aprender lo que es el dar y el recibir, cómo integrarse... La niñez es un proceso de adaptación sucesivo producto de la asociación y de la acomodación que se dan a través del juego y la imitación. El niño en un jardín tiene juego y tiene imitación por toneladas, quizá eso le falta en su casa. Quizá llega a su casa y los padres le preguntan qué aprendieron hoy y ellos de repente no aprendieron nada en concreto, pero aprendieron muchísimas cosas de estar en un grupo y pertenercer a un grupo".