Rumí, que asistió a la apertura de este encuentro, organizado por remesas.org, una red de investigadores interesados por este tema, explicó que reducirlos en un 1% "implicaría que las familias destinatarias recibirían 28.000.000 de euros (unos 34.000.000 de dólares) más al año", informó Portal Uruguay.

Además, añadió que los actuales costes aún son altos, con una tendencia a la baja, que debe ser "más acusada". La secretaria de Estado recordó que en los últimos 10 años las remesas que han salido oficialmente desde España han pasado de 312 millones de euros (375 millones de dólares) a más de 3.400 millones de euros (4.080 millones de dólares) y, en paralelo, los flujos migratorios en el mismo periodo aumentaron de 500.000 a 2.700.000 de inmigrantes.

En este sentido, aseguró que las remesas son un instrumento para paliar o disminuir la pobreza en los países de origen de los inmigrantes, aunque es un planteamiento erróneo hacer depender de ello el desarrollo de los países.

En términos similares, el secretario para la Cooperación Iberoamericana de la Secretaría General Iberoamericana en México, Miguel Hakim, apostó por la reducción de los costes financieros de las remesas, que "sin lugar a dudas aún deben disminuir mucho más".

En el año 2000, el envío de 300 euros (360 dólares) de un inmigrante mexicano desde Estados Unidos le suponía 30 dólares, mientras que en la actualidad esa cantidad se sitúa en 12 dólares, explicó Hakim, quien expresó su sorpresa por el bajo coste en España, unos tres dólares, según dijo. Para reducir el gasto, propuso que los gobiernos promuevan la competencia y que se proporcione información a los inmigrantes para que conozcan las diferentes opciones a su alcance.

Además, hay una relación "clara" entre las remesas y la disminución de la pobreza, por ejemplo en México, donde es uno de los factores de la disminución anual de 1.000.000 de pobres, junto a los programas sociales del gobierno.

En España, las remesas que envían los inmigrantes ascendieron en el 2005 a 3.844 millones de euros (4.612 millones de dólares), y de esta cantidad Iberoamérica recibió más de 2.000 millones de euros (2.400 millones de dólares), lo que supone el principal saldo de la balanza corriente que América Latina percibe de España, el segundo origen de las remesas de la región.

Los datos del Banco de España, en el 2004 el primer destino de las remesas españolas fue Ecuador, con un 22,5%, seguido de Colombia (21,3%) y Marruecos, con un 6,15%.