Vuelve el fútbol con mayores medidas de seguridad
Este fin de semana volverá la actividad futbolística en Uruguay, tras la suspensión por la muerte de un hincha. La AUF, la Intendencia de Montevideo y el Ministerio del Interior acordaron un paquete de medidas muchas de ellas ya vigentes- para evitar que los incidentes se repitan. El director de 13ª0, Ricardo Piñeyrúa, dijo que "lo diferente es que hay un sentimiento de la sociedad muy fuerte con respecto a no aceptar más actos de violencia en el fútbol".
(Emitido a las 7.39)
EMILIANO COTELO:
Después intensas reuniones entre autoridades del fútbol y del gobierno, quedó acordada ayer la reanudación de la actividad deportiva para el próximo fin de semana. El sábado se jugará el encuentro entre Nacional y Rampla Juniors y el domingo los tres partidos que restan de la cuarta fecha del Torneo Clausura.
Según destaca hoy El País, todas las partes se comprometieron a cumplir con las responsabilidades que asumieron en las reuniones destinadas a garantizar la seguridad de los aficionados en todas las canchas. De esa forma se dejó de lado la posibilidad de regresar al fútbol sin la presencia de los aficionados en las tribunas, con las tribunas vacías, sin público, como en algún momento se había manejado.
Estamos en contacto con el profesor Ricardo Piñeyrúa.
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Ricardo, ¿qué impresión tienen ustedes en el equipo de 13a0 sobre estas medidas que se van a poner en marcha?
RICARDO PIÑEYRÚA:
En realidad algunas de estas medidas ya habían sido discutidas hace mucho tiempo. Es más, después de terminar la reunión de ayer, se repartió una información; la reunión se dividió en dos partes, una primera parte que fue prácticamente política porque lo que se pretendió fue que el ministro del Interior se hiciera responsable absoluto de todo lo que pudiera pasar en el fútbol uruguayo, cosa que obviamente no lograron del ministro. A partir de allí se fue a un almuerzo en la sede de Nacional donde se discutieron algunos aspectos, entre ellos el tema de la seguridad y esa sensación de que "nos están transfiriendo la responsabilidad a los clubes".
Finalmente, después de trabajar en la tarde, de noche se terminó de armar esta especie de manual que se repartió al finalizar la reunión y sólo habló Figueredo, que dijo algunas vaguedades de las que siempre se dicen, "hay que erradicar a los inadaptados", etcétera. Pero las medidas en sí son bastante simples y lógicas, en el sentido de que no son nada extraordinario.
EC - Hagamos un resumen rápido.
RP - La más importante de todas es la definición de partido de alto riesgo, que es uno de los temas que aparecen allí. Implica que tanto la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), la Intendencia, el ministerio, la Policía, como incluso uno de los clubes participantes entienden que el partido que se va a jugar es de alto riesgo.
EC - Y hay que estar atento, ¿a qué? Antecedentes registrados, instancias especiales que hagan prever en forma razonable que pueda producirse algún tipo de anormalidades dentro o fuera del campo de juego, o partidos disputados simultáneamente en escenarios próximos donde se entienda conveniente evitar el encuentro de partidarios de clubes intervinientes.
RP - Por ejemplo algo que se ha dado muchas veces es que en el Estadio Centenario juegue uno de los grandes, por ejemplo Peñarol, y que de repente en el Méndez Piana o en la cancha de Central jueguen equipos con los que ha tenido problemas, por ejemplo jueguen Cerro y Miramar Misiones. Entonces, si bien el partido que se juega en el Centenario o en la cancha de Miramar Misiones no se consideren de alto riesgo, se considera la zona de alto riesgo, de modo que habrá que tomar medidas especiales, por ejemplo una que muchas veces se ha tomado, que terminen en horarios diferentes para que no se crucen las hinchadas.
EC - Entonces, una vez detectado el partido calificado como de alto riesgo, ¿qué ocurre?
RP - A partir de allí comienzan todas las medidas que se van a ir tomando, que parten fundamentalmente del compromiso de cumplir con cosas que ya se habían establecido, por ejemplo el derecho de admisión de los espectadores. Los porteros, la Policía tendrán el derecho de determinar, si les parece que una persona llega en estado de ebriedad o habiendo consumido drogas, a dejarlos entrar, obviamente no se va a poder entrar con armas, no se va a poder entrar con drogas, no se va a poder entrar con alcohol, con elementos que puedan ser contundentes para agredir, con banderas con inscripciones agresivas o lesivas para la hinchada del otro equipo, incluso no se puede entrar con banderas que tapen la visibilidad del público ni colocarlas en lugares donde puedan impedir la visibilidad.
Estas son algunas de las medidas. No se va a permitir el ingreso de la gente en avalancha, es decir, que venga una barra de 50 o 100 hinchas, como habitualmente pasa, sobre todo de los cuadros grandes, que entran todos juntos; tendrán que entrar de a uno, en forma ordenada. Para eso la AUF se comprometió a construir unas vallas que se van a instalar en las puertas de entrada de los escenarios, que van a obligar a que la gente entre en una especie de zigzag para evitar las avalanchas, y por supuesto, se prevé que los equipos no puedan retirar entradas de la AUF para darles a sus hinchas o, por lo menos, para decirlo más claramente, se harán responsables de las entradas que se retiren, por lo cual se llevará un control mucho más estricto, es decir, van a poder retirar entradas, pero tendrá que firmar el que las retire y quedará la numeración de las entradas para poder controlar quiénes son los que ingresan con ellas. Y cuando se define un partido como de alto riesgo se va a cerrar la venta de entradas 15 minutos antes del comienzo.
EC - Una medida bastante polémica.
RP - Exactamente.
EC - En los partidos considerados como de alto riesgo no se venderán entradas en el escenario donde se dispute el encuentro desde 15 minutos antes del comienzo del partido de fondo. ¿Para qué es eso? ¿Qué efectos produciría esta disposición?
RP - Como toda disposición, va a tener cosas positivas y cosas negativas. Se supone que la positiva, lo que se busca, es que la gente vaya temprano, cosa que muchas veces se hizo como medida de seguridad para los partidos clásicos poniendo un preliminar, es decir que la gente fuera más temprano, que estuviera motivada por el preliminar y entonces el ingreso al estadio se hiciera con mayor tranquilidad, sin tanto apresuramiento y tanta presión. El hecho de dejar de vender entradas 15 minutos antes puede traer aparejado que la gente vaya antes a sacar su entrada e ingrese al estadio antes de los 15 minutos del comienzo del partido. Eso permitiría que no se junte con la entrada de gente que venga con la entrada ya adquirida. Eso también va a traer aparejado el aumento de la reventa.
EC - Sí, los revendedores tienen allí un gran disparador para su actividad.
RP - Exactamente, porque tienen a su favor no sólo el comprar la entrada y que la gente no tenga que hacer la cola, sino que va a haber 15 minutos durante los cuales no se van a poder comprar en ningún lado.
En definitiva se trata de buscar medidas que puedan servir para intentar evitar que se den situaciones violentas.
Algunas cosas más que se va a intentar imponer son algunas señales por parte de los actores. Los jugadores deberán ingresar a la cancha junto con los árbitros del partido, ya no más ingresos separados. Y algunas otras cosas, como por ejemplo que cuando se jueguen partidos nocturnos las luces permanecerán encendidas hasta que se hayan retirado todas las personas.
Son todas medidas que corresponden a la AUF, a las cuales habría que agregarles algunas otras que van a ser para uso de la Policía y la Justicia, como por ejemplo la reparación de las cámaras fijas del Estadio Centenario, que creo que nunca se usaron y están rotas, el compromiso de Tenfield de filmar las barras en los partidos de alto riesgo, es decir tener filmaciones de todo lo que pasa en las tribunas y después enviarlas a la Policía, cosa que no siempre pasaba, no siempre filmaban ni siempre le daban los videos a la Policía. Y algunas otras medidas que aparecen como un intento de resolver este tipo de situaciones.
Personalmente creo que lo más importante es la concepto de partidos de alto riesgo que implica la toma de medidas para impedir que se den situaciones de violencia, por lo menos las situaciones de violencia colectiva, que hacen además que haya otro tipo de partidos que por antecedentes no tienen problemas, que nunca pasa nada, en los juegan muchos de los equipos que juegan en el fútbol uruguayo, en los que nunca pasa nada en los que la actividad va a ser absolutamente normal.
Esto va a estar vinculado con el compromiso de la Intendencia de ser más rigurosa en la inspección de los escenarios y en su habilitación. Hasta ahora se ha dado que la Intendencia ha tenido una actitud no diría permisiva, pero sí de contemplación de la situación económica del fútbol, de habilitar canchas en forma provisoria en muchas oportunidades, "te falta un alambrado, te falta aquello, pero como vas a jugar con tal equipo y viene poca gente, este domingo queda habilitada en forma provisoria". Ahora va a ser muy estricta en cuanto a que se dé cumplimiento a todas las normas que se exigen para que las canchas puedan ser habilitadas, por lo cual algunas canchas pueden tener problemas para ser habilitadas, y entre otras cosas se pone en riesgo el inicio del campeonato de la Segunda División Profesional, que iba a ser este fin de semana, pero si las canchas de primera división en su mayoría tienen dificultades, las de la segunda división profesional lógicamente tienen dificultades mayores.
EC - ¿Qué panorama surge a partir de estos compromisos?
RP - Lo último es que muchas de estas medidas, como es obvio, están tomadas fundamentalmente para dos escenarios, que son el Parque Central, donde juega Nacional, y el Estadio Centenario, donde juega Peñarol. Una de las razones que llevaron a la resolución de reiniciar el fútbol era que este fin de semana es que este fin de semana no hay fútbol en el Centenario porque Peñarol ya jugó su partido con Cerro y por lo tanto no juega y hay varios días para arreglar cosas en el estadio, entre otros lugares en la propia tribuna Ámsterdam, mientras que se entiende que en el Parque Central la situación está bastante más controlada y más arreglada. Y hay que ver si se puede lograr que la gente esté sentada, que es una de las medidas que se han tomado o que se entiende que todos deben intentar.
EC - ¡¿Cómo se hace con las barras bravas?!
RP - Para que estén todos sentados... Exactamente.
EC - Dejando de lado el término barra brava, con la gente más bulliciosa y más fanática...
Entonces tu sensación, a partir de tu larga experiencia en el fútbol, ¿cuál es? De esta batería de medidas, ¿se pueden esperar resultados efectivamente?
RP - Esto es muy particular o no, uno a veces generaliza y está mal, pero en Uruguay todos tenemos experiencia de que una cosa es la determinación de medidas y otra donde fallamos habitualmente es el control de las medidas. Tú decías antes de empezar "vamos a salir del tema de la planta de Botnia y las plantas de celulosa". En realidad una de las grandes discusiones que hay sobre ese tema es: está bien, estas son las medidas que se van a tomar, ¿pero quién las va a controlar? ¿Estamos capacitados para controlarlas? ¿Está la Policía capacitada para controlar y resolver que si la gente no puede estar parada esté sentada o para que no haya avalancha o si presionan porque vienen las elecciones algunos dirigentes no den entradas porque les conviene para conseguir pegatineros o gente que les resuelva los temas? Las medidas ya estaban al alcance de todos, lo que se necesita es el compromiso de que se van a aplicar y controlar. Creo que lo diferente es que hay un sentimiento de la sociedad muy fuerte con respecto a no aceptar más actos de violencia en el fútbol y la ley, si se aplica la ley y la gente de Tenfield filma al público que haga lío, esas imágenes van al juez y con la sola presencia de la filmación se considera semiplena prueba, con lo que se puede procesar y obligar al hincha a que el próximo domingo o sábado se presente en la comisaría, si se aplican estas medidas y además actúa la ley se pueden resolver algunos aspectos. Aunque personalmente sigo pensando que el problema del fútbol, más allá de la violencia, es la falta de un proyecto serio que haga que efectivamente las medidas de seguridad se tomen con un objetivo, porque todos sabemos que para cada uno de nosotros la seguridad es una cosa diferente y la interpretamos de una manera diferente.
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Edición: Mauricio Erramuspe