Estados Unidos: comienza semana decisiva sobre reforma migratoria
Con las posiciones de los republicanos y demócratas cada vez más distanciadas comienza este lunes una semana decisiva sobre el debate de la reforma migratoria en Estados Unidos. La versión aprobada en Diputados pide la construcción de un muro en la frontera con México, convierte en delincuentes a los indocumentados y sanciona a quienes les ayuden. En cambio, el proyecto que debate el Senado incluye un programa de trabajadores temporales y abre la posibilidad de que, tras pagar una multa, los inmigrantes indocumentados consigan la residencia legal y la nacionalidad estadounidense.
El líder republicano en el Senado, Bill Frist, dijo que espera que a finales de esta semana se pueda votar el texto de la Cámara Alta, para luego armonizarlo con el de la Cámara de Representantes. En declaraciones a la CNN, Frist aseguró que confía en que el mismo viernes se pueda celebrar la votación de un texto "que espero sea comprensible", informó Univision.com.
En este sentido, también insistió en la necesidad de adoptar una decisión pese a las divisiones entre demócratas y republicanos, cada vez más separados por el tema y conscientes de que en noviembre acuden a la reelección de todos sus 435 miembros en la Cámara de Representantes y de un tercio (33) en el Senado.
Los senadores demócratas y los republicanos reconocieron que esta discusión en la Cámara Alta es sólo el primer paso en el proceso de reforma del sistema migratorio estadounidense.
La versión aprobada en la Cámara de Representantes pide la construcción de un muro en gran parte de la frontera con México, convierte en delincuentes a los indocumentados y sanciona a quienes les ayuden. En cambio, el proyecto que debate el Senado incluye un programa de trabajadores temporales y abre la posibilidad de que, tras pagar una multa, los inmigrantes indocumentados consigan la residencia legal y, en última instancia, la nacionalidad estadounidense.
También prevé el reforzamiento de la vigilancia en la frontera con la contratación de 12.000 agentes de la Patrulla Fronteriza en un período de cinco años. La ley final deberá armonizar los proyectos de ambas cámaras.
Frist destacó el hecho de que anualmente "3.000.000 de personas entran ilegalmente por nuestras fronteras. No sabemos quienes son y no sabemos cuáles son sus intenciones. Tenemos que pronunciarnos".
Por otra parte, el republicano James Sensenbrenner, autor de la medida aprobada por la Cámara de Representantes el 16 de diciembre, señaló que ningún proyecto de ley acabará siendo el peor de los escenarios y subrayó el hecho de que se trata de "lo más difícil que ha hecho en sus 37 años dedicados a la vida pública".
Ante estas declaraciones el senador demócrata por el estado de Illinois, Dick Durbin, que calificó de inaceptable el proyecto de la Cámara de Representantes. Y subrayó, en declaraciones a la cadena CBS el hecho de que hay que legalizar a los inmigrantes ilegales que ya se encuentran sobre territorio estadounidense ya que deportarlos es "poco realista".
"Es la única manera de sacar a la gente de las sombras y tener un sistema consistente con los valores americanos", dijo Durbin, quien reconoció que hay "un profundo abismo" entre ambas formaciones. Un abismo que en, determinados aspectos de la reforma, también afecta a los propios republicanos ya que algunos de sus congresistas se oponen al Programa de Trabajadores Huéspedes propuesto por el presidente estadounidense, George W. Bush, en enero de 2004.