Sueño y sospecha, o, sospecha y sueño sudamericano
Se acepta que un niño recurra al llanto o al berrinche para llamar la atención del entorno humano donde están los objetivos de su reclamo. Entre adultos ese recurso de reclamo por berrinche se puede optimizar recurriendo a la gestión y negociación, manejando los tiempos necesarios para la -comunicación-comprensión-consideración- de las ideas enfrentadas.
En la región desde épocas históricas conocemos la participación de los intereses europeos en nuestra existencia y posteriormente en nuestras relaciones internacionales; nosotros precisamente aceptamos que nuestra república fue producto del interés inglés en una estrategia favorable para su comercio y para el manejo prospectivo de los centros de poder mundial.
Hoy la región enfrenta otro episodio de aquel proceso intervencionista -aunque se haga definir como inversionista- porque Europa parece enfocar al objetivo de usar la región para instalar el "cluster forestal-maderero-papelero" financiado y gerenciado para abastecer al mundo.
Y entonces, ¿reaccionaremos berrincheando como hasta hoy?, o inteligentemente asumiendo con modestia una actitud enlazada y preactiva de la región, enfocados hacia nuestra pobreza como objetivo compartido y hacia precisas metas para revertirla dignamente, y unidos en la negociación de los términos de referencia para que el plan europeo nos acepte como socios plenos en las responsabilidades y los beneficios.
Es evidente que confirmados sueño y sospecha necesitaremos fortalecernos, para posicionarnos sobre principios éticos y culturales (científicos y jurídicos) respetables y compartibles por nativos y extranjeros. Sería como tirios y troyanos evolucionados a humanos eto-ecológicos en una civilización reciclada por seres vivos con miedo a la supervivencia. Con temor a tifones, inundaciones, inviernos glaciares, hambrunas y también a las migraciones invasoras impùlsadas por la angustia y la desesperación.
Una civilización posible y que el filósofo australiano Peter Singer llama del "pensamiento darwiniano moderno" porque engloba los conceptos de "competencia" y de "altruismo recíproco" anexando al mecanismo de carácter orgánico, un mecanismo selectivo de carácter y orígen espiritual. Sería la culminación de la transformación de las especies descubierta por Darwin, a través de un proceso cultural basado en valores éticos potencializados por el interés propio de los individuos impulsados por la incertidumbre y el miedo compartidos.
Pedro