El acuerdo de los senadores consiste en crear tres categorías de inmigrantes, de acuerdo a las cuales podrán o no acceder a la residencia en Estados Unidos.

Los indocumentados que llevan trabajados más de cinco años en ese país podrán legalizar su situación. Se calcula que son aproximadamente siete millones de los 12 millones de extranjeros sin papeles. Sin embargo, las autoridades podrán deportar a los indocumentados que han estado en el territorio menos de dos años.

En la otra categoría se prevé un termino medio para los extranjeros sin papeles que han vivido en Estados Unidos entre dos y cinco años. Estas personas tendrían que volver a sus países, pedir el ingreso a un programa de trabajadores temporales y regresar legalmente.

La tercera posibilidad del proyecto contempla beneficios para quienes hayan vivido en Estados Unidos más de cinco años.

Este sector obtendrían un permiso de trabajo por cinco años. Luego, otro por seis más. Y, si después de esos 11 años, tienen un empleo, aprenden inglés, pagan impuestos atrasados y una multa y no tienen antecedentes penales pueden pedir la ciudadanía.

En definitiva, este acuerdo, al que se llegó hoy entre los senadores y que será aprobado en la Cámara Alta en las próximas horas, tiene menos beneficios para los inmigrantes de lo que se esperaba.

Una vez que el proyecto del Senado sea votado, tendrá lugar la reunión entre ambas cámaras para conciliar el proyecto definitivo de ley.

A fines del año pasado, la Cámara de Diputados aprobó su proyecto y difiere en varios puntos al de Senadores.

El proyecto de la Cámara Baja prevé la construcción de un muro de más de un tercio de la frontera con México y prevé sea considerado un crimen el ingreso de indocumentados y, además, penalizar a quienes los ayuden o contraten.

Tampoco menciona el programa de trabajadores temporarios ni sobre qué hacer con los indocumentados que ya están en Estados Unidos.

Nuevas manifestaciones están previstas para el lunes en más de 60 ciudades de todo el país, cuando está previsto que se reúnan las cámaras, con el objetivo de presionar a los legisladores, según informó la agencia de noticias AFP.