Se trata de una Ley, aprobada en las ultimas horas, que se hará efectiva en julio del año que viene.

La legislación niega los servicios estatales a las personas que no puedan comprobar que están legalmente en Estados Unidos y obliga a los empleadores que contraten extranjeros a controlar el estado migratorio.

Se asegura que no es una ley anti-inmigrantes sino que "garantiza que (los indocumentados) no abusen de la hospitalidad" de los estadounidenses.

Paralelamente, el gobierno de George Bush discute en el Congreso cómo regular la situación de alrededor de 12 millones de indocumentados (la mayoría latinos). Se calcula que hay 70.000 uruguayos, entre los cuales gran cantidad no tiene papeles en regla.

La Ley aprobada este martes tiene varios detractores que calificaron la medida como una de las más duras aprobadas en Estados Unidos.

Una de las voces de protesta provino de la Cámara Hispánica de Comercio del estado de Georgia cuya presidenta, Sara González, dijo a la BBC que "es una ley punitiva". Y agregó que duda que vaya a salir algo bueno de todo esto.

En las últimas semanas, miles de inmigrantes participan de las marchas en contra de la reforma a la ley migratoria que ahora quedó en suspenso en el Senado de Estados Unidos.

Además, los inmigrantes van a seguir haciendo movilizaciones hasta que se apruebe una reforma en la cual sean reconocidos los derechos de los 12 millones de ilegales.

Este martes, en el programa Asuntos Pendientes de radio El Espectador, Estela Villagrán, una uruguaya que vive hace 26 años en Estados Unidos organizó en Minnesota una marcha por los derechos de los indocumentados. Unas 30.000 personas participaron del acto.

Otro de los testimonios recogidos por Asuntos Pendientes fue el de un abogado uruguayo que reside en Miami. Esta persona habló de las principales dificultades legales que enfrentan los indocumentados. Por ejemplo, no pueden sacar la libreta de conducir que allá sirve como documento.

La próxima marcha de los inmigrantes será el 1° de mayo.