(Emitido a las 7.48)

EMILIANO COTELO:
"Seguridad con criterio pedagógico para combatir la violencia en los liceos".

Bajo este rótulo el gobierno presentó ayer un paquete de medidas para arbitrar soluciones a las situaciones violentas que se dan dentro y fuera de los centros educativos. El acuerdo firmado ayer por el Ministerio del Interior (MI) y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP)  requerirá la capacitación del personal policial y prevé la interacción de estudiantes y policías.

El ministro José Díaz explicaba que así la iniciativa

(Audio)

"JOSÉ DÍAZ:
Si bien hay que ir a las causas que generan estas situaciones nuevas, que son múltiples, para poder realmente desterrar la violencia en la cercanía de los centros educativos, lo que tenemos que hacer mediante este esfuerzo integral, pedagógico y asegurativo, es bajar esos niveles para poder llegar a una convivencia tranquila entre todos, no sólo en las cercanía de los centros educativos sino en todo el país".

(Fin del audio)

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Las dos instituciones van a trabajar en un programa concreto que incluirá la capacitación del personal policial, la sensibilización del personal docente y no docente y la coordinación de las direcciones de los liceos con las seccionales policiales de cada zona.

Además la ANEP proporcionará personal docente para educar a los funcionarios policiales que deseen completar sus estudios y también para la formación de reclusos.

Y, por su parte, el MI permitirá que algunos presos realicen trabajos de reparación de bancos y encuadernación, los que serán remunerados por la ANEP.

Para conocer más a fondo esta nueva línea de trabajo vamos a conversar con la presidenta del Consejo de Educación Secundaria, profesora Alex Mazzei.

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Profesora Mazzei, a usted le ha tocado trabajar directamente en los preparativos.

ALEX MAZZEI:
Efectivamente, es un convenio en el que venimos trabajando desde hace unos meses, porque es preocupación nuestra tratar de asegurar la asistencia de los jóvenes a los centros educativos en tranquilidad para ellos y para las familias y que no constituya un problema el hecho de asistir a un centro educativo.

EC - Últimamente se habla poco de esto, pero el año pasado en distintos momentos estallaron episodios de violencia que habían afectado sobre todo a alumnos, pero eventualmente también a profesores en algunos liceos. El caso más sonado de los últimos tiempos fue lo que ocurrió en el liceo de Maroñas, por citar un ejemplo.

AM - Es cierto, podríamos decir que se trata del único de este año que reviste perfiles de cierta gravedad. También es cierto que ese convenio que se concreta hoy no es más que la oficialización de una serie de acuerdos que hemos ido construyendo en estos últimos meses trabajando con el MI. Por tratarse de jóvenes, que tienen su especificidad en sus conductas, en su relacionamiento, para nosotros es muy importante que la seguridad en esas zonas esté a cargo de policías que tengan una capacitación, que conozcan la problemática de los jóvenes, cómo relacionarse con ellos y que constituyan la protección de los mismos de otras agresiones que puedan ocurrir en las proximidades de los centros educativos.

EC - Por ejemplo, ¿qué situaciones se quiere enfrentar?

AM - En general sabemos que las horas de ingreso y de salida de un centro educativo siempre convocan a mucha gente en las inmediaciones. La intención es aumentar la guardia –nosotros hablamos de una policía civil que recupere las características de un guardia civil vinculado con la vereda, con la zona, con el barrio– y potenciarla con gente especializada, para proteger sobre todo entradas y salidas. No está pensado para nada ni es intención de las autoridades que la Policía ingrese al centro educativo, como se ha dicho en algunos medios de prensa; hay que aclararlo muy bien: la atención dentro del centro educativo es competencia de los docentes, no de la Policía. Estamos hablando de las inmediaciones de los centros educativos y estamos hablando de la formación de los policías y de los profesores en la transferencia de aquellos saberes específicos que puedan contribuir a prevenir situaciones de violencia.

EC - En primer lugar, ¿se asegura que habrá funcionarios policiales suficientes para desarrollar esta tarea? Porque en algún momento la Policía se ha sentido desbordada por estos problemas.

AM - Es muy cierto. No estamos hablando de más sino de mejores, porque estamos hablando de un programa de capacitación de policías que incluya una especificidad de atención a jóvenes en las inmediaciones de los centros educativos.

EC - ¿Qué se le va a requerir a ese funcionario policial?

AM - En principio el vínculo con los estudiantes, unas relaciones amigables con el entorno, una presencia no violenta sino natural, cotidiana, de protección, de respaldo adulto, con conocimiento de los jóvenes, sin intervenciones específicas en el caso de que ocurran situaciones sino apareciendo en forma preventiva como una figura de respaldo en la que pueden confiar los jóvenes y podemos confiar las autoridades en que realmente esas zonas van a estar protegidas.

EC - Hay una relación tradicionalmente tensa entre jóvenes y policías, entonces puede darse la paradoja de que el funcionario que está en las inmediaciones de un liceo para proteger a los alumnos, cuando ingresan o salen, de agresiones de otras personas, termine siendo alguien que establezca un vínculo complicado con esos jóvenes a los que supuestamente va a proteger. De esta manera se está procurando trabajar para mejorar el diálogo jóvenes-policía.

AM - Exactamente, sociedad civil-policía, en este caso específicamente jóvenes. Cuáles son las características de estos jóvenes, cuáles son las conductas más comunes que ocurren en las inmediaciones de los centros educativos, y que el policía aparezca como una protección hacia el joven, al que el joven pueda recurrir, pueda considerar un apoyo, un respaldo y se genere un marco de vínculo y de confianza en la calle; para nada dentro del centro educativo.

EC - ¿De qué manera se va a formar a esos policías? ¿Cómo se reforzará la formación que ya traen del Instituto Policial?

AM - Estamos pensando en un plan de capacitación a policías y profesores, porque la Policía tiene algunos saberes específicos; nos hablaban de las características y los saberes que tiene la Policía Caminera en lo que tiene que ver con atención y resolución de algún tipo de problemas en carreteras, en problemas de tránsito; conocimientos acerca de cómo se interviene, se visualiza o se advierte un conflicto en un grupo de personas, de manera de integrar saberes a los efectos de tener una actitud más preventiva y de estar todos en condiciones de advertir situaciones conflictivas para poder evitarlas.

Eso por un lado. Por otro estamos haciendo acuerdos con el ministerio en lo que tiene que ver –como se usa ahora– con la entrega de contrapartidas.

EC - ¿Cómo es esto de las contrapartidas?

AM - Las contrapartidas tienen que ver con dar clases de educación secundaria en las cárceles, también a policías que no han terminado la educación media, por otro lado vamos a conveniar con el ministerio la reparación de bancos y algunos útiles escolares en las cárceles, los trasladamos a las cárceles donde los presos van a repararlos a los efectos de tener una ocupación e ir desarrollando alguna actividad vinculada con el trabajo.

EC - ¿Cuál es el sentido de estas contrapartidas, cuál es la filosofía que hay detrás?

AM - En primer lugar empezar a acercar y conveniar entre las distintas instituciones del Estado, algo que nos parece básico y de lo cual estábamos bastante alejados, fundamentalmente en relación con el MI. En segundo lugar, tratar de que sea una respuesta preventiva, pero sobre todo en menor tiempo, que haya un vínculo más cercano y posibilidades de recurrir mutuamente en forma más rápida. Y por otra parte, mejorar la inclusión del sistema educativo en la sociedad, que para nosotros es muy importante. Es uno de los objetivos de este gobierno y del presupuesto mejorar la formación de nuestros ciudadanos en lo que tiene que ver con la educación básica y media, y propiciar posibilidades de trabajo de aquellas personas que hoy están privadas de libertad para que cuando salgan puedan tener un oficio y desarrollar alguna actividad.

EC - ¿En qué liceos se aplicará este programa?

AM - A ese punto todavía no hemos llegado, se están diseñando cursos para policías que cubrirán prácticamente todo el país. También estamos planificando el trabajo en cárceles, ya hemos hecho el llamado a profesores, porque son profesores especiales los que van a dar clases en las cárceles, y ajustaremos esto una vez firmado el convenio con cada jefatura departamental en los distintos departamentos del país.

EC - El sistema va a funcionar en todo el país, no sólo en Montevideo.

AM - En todo el país.

EC - Pero, ¿abarcará a todos los liceos o sólo a aquellos que están ubicados en zonas conflictivas?

AM - Nuestra intención es que sea un programa realmente cooperativo y que abarque todo el país.

EC - En cuanto a ese propósito de mejorar el diálogo y la comprensión mutua entre jóvenes y policías, ¿está previsto avanzar más allá de la relación que se da estrictamente en las puertas de un instituto de enseñanza? Estoy pensando en los roces o directamente problemas, enfrentamientos que terminan dándose, por ejemplo, en un recital de rock. Allí también se da la relación jóvenes-policías y a veces de manera áspera. ¿Puede ser esta una oportunidad para trabajar en torno a esas otras circunstancias en las que se da ese contacto?

AM - Me consta que es intención del MI capacitar policías para trabajar en todas esas dimensiones de la vida ciudadana. De todos modos, en este convenio estamos abarcando exclusivamente lo que tiene que ver con las inmediaciones de los centros educativos, en cosas tan sencillas pero tan difíciles como vincular más directamente el director del liceo con el comisario de la comisaría de la zona para poder tener un diálogo más rápido; cuestiones mucho más concretas que hacen a cada centro educativo, que son 268 en todo el país. Vamos a empezar por allí, pero es intención del ministerio abarcar otras dimensiones de la sociedad y trabajar más en esa línea del guardia civil, como le llamábamos antes, que realmente sea una persona que se sienta amiga de la sociedad.

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Edición: Mauricio Erramuspe