Las academias de conducir y su relación con los organismos encargados de controlarlas
Tierra de nadie, jungla, anarquía, ley del más fuerte: todos estos términos pueden aplicarse al tránsito en Montevideo. A este caos se suman 10.000 personas por año que sacan la libreta de conducir por primera vez, según datos de la IMM. Si bien para obtener la licencia no es obligatorio pasar por una academia de conductores, quienes lo hacen, ¿están capacitados para conducir o simplemente son aptos para salvar el examen de manejo? Tal vez ahí esté una pista de la alta siniestralidad que hay actualmente en las calles. Informe de Leonel García
En un principio debemos responder a la pregunta: ¿en qué consiste el examen de manejo? La directora del Servicio de Conductores de la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM), María de Jesús Lemos, destacó que la parte práctica dura entre 15 y 20 minutos, en los cuales el aspirante debe aprobar entre 29 y 31 items básicos en un circuito céntrico, que va desde Canelones hasta Eduardo Acevedo. Se trata de maniobras básicas como estacionar, respetar los carteles de pare o arrancar en repecho. Tras esos minutos, si salva la parte teórica, más la inspección visual y auditiva, el aspirante está pronto para ser uno más en la jungla.
Respecto a la reprobación que hay en esos exámenes, la directora del Servicio de Conductores de la IMM indicó que una quinta parte de las personas que se presentan pierde, tanto en el práctico como en el teórico. En tanto, el director de Tránsito de la IMM, Gonzalo de Toro, dijo que están pensando en modificarlo.
"En Uruguay no se maneja bien, pero tenemos que partir que no hay una actitud positiva de respeto al tránsito y entenderlo como un sistema. Entonces, lo primero que nos compromete a todos es la mala información. Tenemos la creencia que para aprender a conducir hace falta unas pocas clases y no hay problema. Y realmente hoy el tránsito está estudiado multidiciplinariamente y hay factores que siempre hay que tener en cuenta. Pero, sobre todo, que tenemos que luchar contra una idiosincrasia del uruguayo que debe tener todo resuelto. Realmente es un aprendizaje que se debe hacer con mucho respeto, mucha psicología y con muchas ganas de cambiar esta situación terrible que hay", explicó Arturo Borges, director del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), instituto que tiene una academia de choferes.
Cabe destacar que este informe trata sobre cómo están preparados para manejar aquellos que pasan por las academias de manejo y no los que aprenden por otras vías.
Borges señala que hay avisos en la prensa de algunas academias cuyas ofertas van entre las seis a ocho clases. También se han visto otros que hablan de cuatro horas o licencia en el día. La Intendencia está pidiendo ahora un mínimo de 15 clases. ¿Eso es suficiente o depende de la persona? Se calcula que un joven de entre 18 a 20 años, partiendo de cero, requiere entre 23 y 25 clases de una hora para aprender.
Si bien no hay opiniones unánimes, el presidente de Andipec, gremio que reúne al 80% del total de academias de choferes en Montevideo, Armando Galeano, explicó sobre el pedido de la Intendencia de aumentar el número de clases que esto es laxo, ya que depende de los conocimientos previos que tenga el aspirante. "Hoy por hoy la Intendencia exige un mínimo de 15 clases de una hora de manejo, para un chico joven de 18 años. Ojo, estamos hablando de una persona que no sabe nada de nada", señaló.
En Montevideo hay aproximadamente 80 academias habilitadas por la IMM. Se calcula que quien no sepa nada de manejo deberá gastar un promedio de 3.000 pesos en clases. No todas las academias dan un cursillo teórico, de hecho, lo hace muy pocas como el ISEV o el Automóvil Club del Uruguay. Además, no todas salen a ruta. Galeano explicó que esto es porque la IMM no les da permiso para salir a ruta y no queda claro quién los otorga, algunos hablan de que debe autorizarlo la Policía Caminera y otros el Ministerio de Transporte.
En comparación, en Europa se dan 40 clases de 45 minutos de práctica como promedio, según explicó Borges.
La IMM se encarga de controlar el estado de los vehículos, que deben tener hasta 10 años de antigüedad y doble comando. Además controla la situación legal de las academias y de los instructores. Pero un "debe", reconocido incluso por fuentes municipales, es que no controlan la idoneidad de los instructores.
Cabe destacar que no hay una formación para instructores. La IMM no controla si el instructor está capacitado psicológica y pedagógicamente para preparar a una persona que tal vez por primera vez se sienta detrás de un volante a meterse en el tránsito. "Lo que no hay es una formación para instructores. Eso se hizo una experiencia el año pasado o el otro y se notó que estabamos desinformados, que habían algunas carencias (...) La formación es algo que está en el `debe´", comentó Borges.
Sobre qué se requiere hoy para ser un instructor de manejo la directora del Servicio de Conductores de la IMM comentó: "tiene que tiene que ser mayor de 23 años, tener licencia con antigüedad en cualquiera de las categorías profesionales, presentar el certificado de buena conducta sin antecedentes policiales en su registro, debe pasar por una serie de cursos, y en este punto es que estamos nosotros en falta)...", comentó.
Respecto a si le hacen alguna evaluación a los instructores Lemos explicó que "por el momento no porque en la propia licencia de conducir está incorporado un carné de salud que deberían volver a renovarlo cada dos años. Normalmente los instructores son evaluados en los resultados que tienen en las pruebas de los exámenes".
Por lo tanto se evalúa su situación laboral, la edad, su libreta de conducir, le hacen los estudios clínicos al renovar la licencia, pero los cursos que deberían impartir no se imparten, según dijo Lemos. Y se estudia un caso cuando un instructor tiene muchos alumnos que pierden el examen.
Le preguntamos al director de Tránsito de la Intendencia, Gonzalo de Toro, si se está pensando en algún plan para evaluar el funcionamiento y el aprendizaje en las academias. Por ahora son todos proyectos y buenas intenciones. "Eso es una serie de definiciones a las cuales estamos intentando apuntar. La idea es apuntar a un mayor nivel de exigencia en ese sentido", comentó.
Parece contradictorio, no quieren que las academias se transformen en una máquina de conseguir libretas, pero en las casos que un instructor es "analizado", es cuando pierden muchos de sus alumnos.
Al preguntarle sobre los controles Galeano también resaltó la revisión anual de los vehículos a través de CompuTest y la Inspección Técnica Vehícular. "Los instructores tenemos contralores, tenemos exámenes médicos, se lleva una evaluación por puntuación internamente la IMM. Nos han informado que si hay un instructor que pierda mucha gente lo llaman en Contralor de Conductores. Incluso hay gente que ha sido sancionada", indicó.
En este caso también se repite lo mismo, un instructor es llamado a la atención cuando muchos de sus estudiantes pierden.
En comparación con otros países Borges, que ha realizado cursos en el extranjero, comentó que en su academias, como en el exterior, brindan cursos de capacitación en varias áreas a sus instructores y con una carga de 80 horas. "En España el curso de formador de instructores lleva un año y medio. Un instructor para tener la guía y poder actuar tiene una carga de formación enorme (...) En Uruguay esta parte es autodidacta".
Hay dos bibliotecas entre los instructores, ninguno reniega de la importancia de los cursos, pero Galeano enfatizó que por más cursos que se puedan hacer, en un instructor influyen los años en la calle.
En lo que respecta a las ofertas de cursos "rapidísimos", tanto Borges como Galeano coinciden que estos muchas veces no son más que un engaño comercial ya que nadie que empieza de cero puede estar apto para manejar con ocho clases, como era un parámetro anterior. Mucho menos con cuatro horas, como se ve en los avisos clasificados.
La IMM piensa instrumentar cambios en cuanto a la formación de los instructores, según comentó De Toro. Se busca actualizar el examen teórico, profundizarlo e informatizarlos, tanto para conductores amateurs como profesionales. "Estamos actualizando la normativa de los exámenes teóricos y vamos a hacer un examen práctico en dos partes, una de maniobra y otra de circulación. Van a ser pruebas eliminatorias. Van a generar un nivel de eficiencia mayor, en la medida que el tránsito de Montevideo está demostrando que tiene que ser mayor", indicó.
También se hará una redefinición de los exámenes prácticos. En este sentido De Toro señala que se acondicionará un circuito en los alrededores del Estadio Centenario donde los aspirantes realizarán un práctico eliminatorio de maniobras. Si lo salva, recién ahí pasará a la parte de tránsito. El objetivo es un examen más exigente que actúe como un filtro. Y esperan que para fines de este año la mayor parte de los cambios promovidos ya estén implementados. Actualmente el circuito del Estadio Centenario para la prueba práctica de maniobras aún está en la etapa de ajuste. Y la formación de los instructores, aún se está en el "debe".
En medio de todo esto, hubo hace poco un conflicto entre las academias de choferes y la IMM. Según informó Galeano, esto surgió ya que la Intendencia les dio en octubre pasado un plazo de seis meses para renovar la flota en los casos que los autos tuvieran más de 10 años de antigüedad.
Según Galeano, De Toro se puso firme con esa medida, basándose en la normativa municipal. El gremio pidió por unos casos puntuales que tenían dificultades para renovar la flota y que estas excepciones finalmente también fueron solucionadas. Pese a que reconoció tener un buen diálogo con la Intendencia, las academias sostienen que las exigencias para cumplir las normativas corren más para ellas que para el propio municipio.
En concreto, es que Galeano destacó: "todas son exigencias para nosotros". Y refiere en particular a que la Intendencia aún no ha formado la Comisión Asesora en materia de Academias de Conducción, que incluye un jefe de examinadores que Andipec señala que no hay. Esto también está en el digesto municipal y se menciona en el artículo R.424.32.10.
En el gremio de las academias se ve mucha informalidad, el mismo Galeano señaló que pone las manos en el fuego por todos los integrantes de Andipec. Además Galeano comentó que como presidente de esa asociación hace cinco años veía mucha más informalidad que ahora. Incluso, destacó que sabía de mucha más gente que prefería acudir a un familiar para aprender a manejar.
Además, Galeano enfatiza que para su criterio, el nivel de los instructores de hoy es bueno y es bastante gráfico al decir que la diferencia entre una academia chica y una institución más grande, como el Automóvil Club, es básicamente que unos usan uniforme y otros no.
Más allá de los conflictos, solucionados o latentes, y los controles, los que se hacen y los que deberían hacerse, lo cierto es que la Intendencia quiere modificar los exámenes y generar un marco para más cambios.
Montevideo no es una "isla" en esto, también pasa en otros departamentos. En Canelones hay una situación particular, ya que es un departamento cruzado por 30 rutas, en las cuales ocurren el 40% de los accidentes carreteros de la región que incluye Florida, San José, Montevideo y, por supuesto Canelones. Según el director de Tránsito de la comuna canaria, Marcelo Fernández, en 2005 se registraron 99 muertes por accidentes en las rutas del departamento.
Según detalló Fernández, en la Semana de Turismo de 2006 la comuna hizo un sondeo a unos miles de conductores en el Parque Roosevelt y los resultados que arrojó esta práctica es que un alto porcentaje no recuerda exactamente cuánto- cree que ante un cartel de pare se debe reducir la velocidad. Es por eso que, al igual que sus pares de Montevideo, la Intendencia de Canelones también está evaluando modificaciones para los exámenes de manejo. "Debemos ajustar algunas cuestiones que tengan que ver con que el examen práctico tenga algún componente de idoneidad en el manejo del vehículo en ruta, conocimiento más acabado de las señales de tránsito, la correcta utilización del cinturón o el casco...", explicó Fernández.
Además, el director de Tránsito de Canelones mencionaba la alarma que generó la prueba piloto en el Parque Roosevelt. Al igual que su par de Montevideo, señaló que se están cumpliendo las etapas para alcanzar esos cambios y que la estrategia ya está delineada.
En Canelones hay registradas entre 10 y 12 academias de conductores. Fernández explicó que la comuna tiene carencias a la hora de llevar a cabo los controles que se deben realizan sobre ellas, tanto en los vehículos como en el personal. "La gran carencia que ha tenido la dirección es la decisión de desmembrar la Dirección e Tránsito y Transporte como tal. Nos falta personal en la calle que observe y sean los ojos y oídos de la dirección. Porque la tarea de control se realiza en la calle, no dentro del palacio municipal"
Además, Canelones corre con una especie de leyenda urbana en contra que indica que es un lugar fácil para sacar la libreta. El año pasado se expidieron 35.000 libretas de conducir entre nuevas y renovaciones.
Se puede decir que tanto en Montevideo como en Canelones, los dos departamentos más poblados del país, los controles sobre las academias de choferes -concretamente sobre la idoneidad de los instructores- son insuficientes. Si bien ahora se mencionan mejoras en ese aspecto. Sólo queda desear que esas mejoras se concreten y no queden en las palabras.
Si bien las academias de manejo no son las responsables de los accidentes, lo cierto es que tanto los instructores de manejo o quien enseñe a manejar a alguien- no han tenido mayor éxito en inculcar a sus conductores el lenguaje y los códigos del tránsito. Todavía se dobla sin poner señalero, se maneja y habla por celular al mismo tiempo, no se detiene totalmente el vehículo ante un cartel de pare.
Como consecuencia de todo esto, se puede indicar que desde enero a marzo de este año se produjeron 616 accidentes en las rutas, un 10$ más que en 2005. 30 de ellos fatales, según datos de Policía Caminera.
En Montevideo, en ese mismo lapso, Policía de Tránsito registró 1.081 accidentes, de los cuales 22 fueron fatales.
En 2005, cuando se presentó el proyecto para el Conasev (Consejo Nacional de Seguridad Vial), otro de los proyectos sobre tránsito que aún no salieron de los papeles, se indicó que la tasa de mortalidad por accidentes de tránsito en Uruguay es de 16 cada 100.000. Poco menos que el doble de hace 20 años.