Qué hacer con estos trabajadores se ha convertido en el asunto más
controvertido de la reforma migratoria que analiza el Congreso de
Estados Unidos. El Senado aprobó este jueves un proyecto de ley que prevé la legalización de los inmigrantes indocumentados que llevan más de cinco años en ese país, tras el pago de multas. No obstante, el proyecto  que la Cámara Baja pasó en diciembre no incluye la regularización de su situación, según informó ABC Internacional.

El presidente del Comité Judicial de ese órgano, el republicano James Sensenbrenner, ha dicho que el programa del Senado es una "amnistía" y que no lo apoyará. Un comité bicameral debe armonizar
ambos proyectos de ley, tras lo cual habrá una votación en los plenos
respectivos.

Frist señaló a finales del año pasado que Estados Unidos debería deportar a los indocumentados, pero cambió de postura durante el debate en el Senado y bajo presión del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que ha apoyado desde el 2000, cuando era sólo candidato, la regularización de los inmigrantes sin papeles.

Este lunes Frist reiteró su nueva opinión: "Tenemos que tratar el tema de los 12 millones de personas y sacarles de las sombras". El republicano negó que se trate de una amnistía. "Yo llamo amnistía a darle a alguien que ha violado la ley una ventaja en el camino a la ciudadanía, y eso no es lo que hace esta ley" (del Senado), dijo.

Además, también descartó la sugerencia de algunos republicanos en la Cámara Baja de que se fortalezca la vigilancia en las fronteras primero y que solo en una segunda fase se apruebe un programa de trabajadores temporales. "Necesitamos un buen programa de
trabajadores temporales ahora", recalcó Frist.