Entrevista con el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Milton Romani.

Anuncian plan permanente contra la pasta base

Ante la aparición de grupos como "Madres de la Plaza", integrados por familiares de adictos a la pasta base, el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Milton Romani, dijo que está dispuesto al diálogo. Anunció un Plan Permanente de Operaciones (PPO) que coordine la actuación de todas las agencias estatales y que fomente la participación de los vecinos.

(Emitido a las 7.40)

EMILIANO COTELO:
"Madres de la Plaza", así se llama un grupo de madres de adictos a la pasta base que todos los sábados, a partir del 1 de julio, se concentrarán en la plaza Fabini, al estilo de las Madres de Plaza de Mayo de la República Argentina.

El objetivo de esta movilización que se inicia es sensibilizar al gobierno para que tome las medidas que sean necesarias para combatir eficazmente el tráfico de la pasta base.

Uno de los problemas más graves que encuentran estas Madres de la Plaza es que, a pesar de haber recurrido a las autoridades, a pesar de haber identificado dónde funcionan numerosas bocas de distribución, no han recibido respuestas satisfactorias.

Así lo explicaba ayer, cuando la entrevistábamos aquí En Perspectiva, la profesora Rocío Villamil, una de las impulsoras de este grupo de madres.

(Audio)

"ROCÍO VILLAMIL:
Esto viene de hace muchos años. Cada una de nosotras ha luchado junto con sus hijos para tratar de sacarlos del consumo, que día a día ha sido peor. Hemos recurrido a diferentes centros, públicos o privados, los privados son muy costosos y los públicos son muy limitados, tienen muy limitado el tratamiento. Concretamente hemos llegado a la conclusión de que realmente no hay certeza de cómo rehabilitar a estos jóvenes, cómo curar a nuestros hijos; rehabilitarlos, porque un adicto no se cura, se rehabilita.

EC - ¿El reclamo es por la rehabilitación, por institutos de rehabilitación, o por el combate al tráfico de la droga?

RV - Por el combate al tráfico, porque se están creando centros, hay mucha gente que tiene buena intención, no dudamos de eso, pero eso es imposible hasta que se erradique la pasta base".

(Fin del audio)

EC - ¿Qué responden las autoridades ante este reclamo? ¿Cuáles son las medidas concretas que prevé aplicar el gobierno para combatir el tráfico de la pasta base? Estamos con el secretario general de la Junta Nacional de Drogas (JND), licenciado en Psicología Milton Romani.

***

Licenciado Romani, la pregunta ya está formulada: ¿cómo observan este tipo de manifestaciones que ahora se inician?

MILTON ROMANI:
Las observamos con buenos ojos en la medida que desde la primera reunión de la JND –que era un organismo que no funcionaba como tal, nosotros nos propusimos darle jerarquía al tema– hemos dicho una cosa que no es un eslogan. Dijimos que el problema drogas es un problema compromiso de todos. Por lo tanto, si hay madres que están dispuestas a ser protagonistas y participar, tienen las puertas abiertas de la misma manera que las tuvieron para sus hijos cuando solicitaron el tema tratamiento. Y si recorrieron un camino y no obtuvieron respuesta, las puertas del Ministerio del Interior y las puertas del JND están abiertas para seguir tratando un tema que, ellas mismas lo dicen, lleva varios años y es de alta complejidad porque desde el punto de vista de la estructuración de políticas no puede tratarse en forma aislada.

No hay un problema tráfico, un problema tratamiento y un problema prevención, hay un problema que es prevención, tratamiento no sólo del adicto sino incorporando a la familia y, en el caso de la pasta base, con una alta prioridad de lo que llamamos reducción de la oferta, que es profundizar en los mecanismos de una nueva modalidad.

EC - Es un gesto muy valiente el de estas madres, porque lo primero que están haciendo es poner su cara, su nombre y su apellido y están reconociendo públicamente: "Tengo un hijo, o más de un hijo, adicto a la pasta base, estoy desesperada". Hay que medir eso en toda su dimensión. Por ejemplo, la señora Villamil decía: "¿Qué cosa peor me puede pasar? Lo más importante que tiene una madre es su hijo. Lo que quiero es movilizar las cosas para que algo de esto pueda cambiar".

MR - Totalmente de acuerdo con esa reflexión, somos muy respetuosos del dolor de estas y de todas las madres, que muchas veces no saben qué hacer, es muy meritoria una actitud como esta, que está en las antípodas de los hechos desgraciadamente violentos que vivimos la semana anterior. Me estoy refiriendo a la muerte de un adicto en manos de su padre, que es un drama también pero que no es justificable. Transitar por el camino de una actitud proactiva y de manifestación de una preocupación, lejos de nosotros ser insensibles, al contrario, repetimos: hay que volver a hablar y estamos dispuestos a sentarnos donde sea a hablar con ellas y revisar las dificultades que han tenido.

EC - Pero concretamente, ¿cuáles son las dificultades? ¿Por qué no se están atacando como podrían atacarse las bocas de distribución, cuando estas madres dicen "hemos dado información abundante a la Policía y no hemos tenido resultado"?

MR - Un señalamiento. Ellas han dicho que van a manifestar con un velo en la boca, yo las convido a que no se pongan un velo en la boca. En el tema adicciones –en el que algunos juegan con la metáfora de lo no dicho (a-dicto)– lo peor que les puede pasar a la sociedad y a las autoridades es no hablar. Hay que hablar, hay que hablar entre los padres y los adictos, hay que hablar con los vecinos, hay que quebrar el tabú. Y con respecto al tema del minitráfico hay que hablar también, y nosotros ofrecemos el diálogo para solucionar.

¿Por qué no se ataca? Las autoridades de gobierno están atacando, con dificultades, con escasez de recursos y con la complejidad que tiene el tema. Esto es muy difícil de explicar, fundamentalmente a una madre y a un padre que están sufriendo.

EC - ¿A qué alude con la complejidad?

MR - En primer lugar, estamos ante una nueva modalidad del narcotráfico en el caso de la pasta base: por la forma de distribución responde a verdaderas redes vecinales, sociales, y hablo de redes porque son familias que se dedican a esto, partes de barrios enteros; por el propio ingreso al territorio nacional transportado por "mulas" –llámense mulas a las personas que traen la droga ingerida en su propio cuerpo–; y por la propia existencia de la pasta base, que responde a una modalidad nueva del narcotráfico, que es fruto de la fiscalización y la represión que se han hecho internacionalmente de los precursores químicos y que se tradujo en la existencia de minilaboratorios en el territorio boliviano y en el territorio argentino –y no estamos libres de que acá aparezca alguno– que producen el clorhidrato, es decir la cocaína, para los mercados europeos y estadounidense, y trabajan al menudeo el precursor de la cocaína que es la pasta base. Cito toda esta cadena –partiendo de la premisa de que no calma ninguna angustia– para demostrar que no siempre profundizar las medidas represivas resuelve el problema.

EC - Usted decía que se ha generado una distribución muy atomizada, que hay familias que han encontrado su fuente de ingresos alternativa en la venta de pasta base. Así de duro es el panorama. Hay familias, no es alguien, no es un joven, no es un mayor, es una familia.

MR - Hay vecinos que colaboran. No es la figura que teníamos en el imaginario del narcotráfico o el dealer, sino la comunidad, son redes sociales que han sustituido otras redes. Y con esto no tengo la intención de justificar nada.

EC - Son familias humildes que encuentran una fuente de ingresos en la venta de pasta base. Pero si los vecinos las identifican, si dicen "en esa casa, calle tal, número de puerta tal, se está distribuyendo pasta base", ¿por qué no se actúa? Es lo que preguntan estas madres.

MR - Obviamente tenemos un problema que estamos empeñados en solucionar. Pero quiero aclarar que no basta con señalar un lugar para la actuación, tenemos que respetar derechos y garantías, hay que reunir la prueba y convencer a veces a jueces de que existen tales y tales pruebas para realizar el allanamiento, y muchas veces se realiza pero lo que vale, como dice el inspector Guarteche, la reina de las pruebas es encontrar la droga. Obviamente hay que hacer un seguimiento de inteligencia especializado a nivel de las unidades básicas de la Policía. La última vez que hablamos fue en octubre pasado, cuando habíamos comenzado este tema con una jornada que se llamaba "Hacia una estrategia de reducción de la oferta de droga", que era la exposición de cada agencia, porque en este Uruguay, en este como en otros temas, trabajaba cada cual por su lado respondiendo a chacras y celos. Entonces desde la JND, desde principios de este año, las hemos sentado alrededor de una mesa para crear un Plan Permanente de Operaciones (PPO) que vaya desde los organismos especializados, como las brigadas, la Prefectura y Aduanas, hasta las unidades básicas de la Policía que tienen que hacer un seguimiento y van a tener que reportar sus actuaciones paso a paso.

EC - ¿Usted dice que está habiendo un cambio en la coordinación con la Policía? ¿Hay una esperanza por ese lado?

MR - Estamos impulsando este PPO, que implica la coordinación de distintas agencias. Son agencias que responden a ministerios distintos, porque la JND está compuesta por nueve subsecretarios, estamos trabajando con los secretarios de Economía, de Defensa y del Interior para coordinar las actuaciones de Prefectura, Aduanas y de la brigada de la Dirección General de Represión de Tráfico Ilícito de Drogas, pero también estamos incorporando a este PPO las actividades específicas que tienen que realizar y reportar las seccionales de Policía.

EC - Las seccionales también.

MR - Sí, y posiblemente haya que asignar recursos a otra modalidad para garantizar esto, que es actuar de acuerdo a derechos y garantías, que implica mucho tiempo de observación.

EC - Eso está claro, se entiende, sé perfectamente que con que alguien vaya y diga "en esa casa se distribuye pasta base" no alcanza. Sería un país cuya Policía y cuya Justicia funcionaran de una manera muy irregular si de esa manera y con esa denuncia se procediera a detener a la gente. Pero hay una pista, hay una convicción en los vecinos de que en ese lugar está ocurriendo eso y hay cómo investigar para obtener efectivamente las pruebas.

MR - Por eso. Más allá de lo que estamos estructurando desde el punto de vista de construcción de políticas, que lleva su tiempo, como plan de contingencia, si estas madres han visto coartada la posibilidad de actuación, las estamos invitando a que vengan a hablar otra vez. En esto hay que recuperar la confianza de la ciudadanía, por eso la JND también se integra a la iniciativa del Ministerio del Interior que son las mesas zonales, para que haya un protagonismo de la ciudadanía en la seguridad pública y un diálogo permanente con los funcionarios policiales. No estamos diciendo que está todo bien, estamos construyendo una estrategia de represión al narcotráfico, estamos dispuestos a utilizar el conjunto del aparato represivo, no se nos escapa que allí tenemos que invertir recursos, pero con los recursos actuales y con las normas legales que tenemos se puede hacer mucho. Estamos invitando a la ciudadanía a participar en lo que es participable en este punto y persuadiendo a estas madres y al conjunto de la ciudadanía a incorporarse a un problema que es de todos y que no se soluciona sólo atacando las bocas, aun cuando reconocemos que esto es un problema fundamental. Yo fui docente del programa Apex, recorro el Cerro permanentemente y es evidente que esto lesiona brutalmente la credibilidad de cualquier política.

Duplicamos las incautaciones y los procedimientos y la gente en los barrios dice "y a mí, ¿con eso qué?", en el año 2005 duplicamos la cantidad de droga incautada y la cantidad de procedimientos, y este año vamos en la misma curva. Hemos creado una red de atención en drogas y el primer centro público. Y aprovecho esta ocasión para convocar a la responsabilidad social del subsector privado para que disponga recursos y modalidades de atención integral, y repito que esto de integral también tiene que ver, el tratamiento al adicto es difícil, no es que sea irreversible, es difícil, pero hay que intentarlo con modalidades individuales, familiares y comunitarias. Estamos comprometidos en una actividad descentralizada en Montevideo con los 18 comunales y en el interior con las Juntas Departamentales de Drogas a incorporar a la comunidad, el compromiso de todos.

EC - Pero en concreto, con respecto a este grupo que acaba de formarse, el de las Madres de la Plaza, ¿va a haber un diálogo específico? ¿Ustedes van a convocar a un encuentro, a una conversación a estas mujeres en particular?

MR - Sí, tenemos las puertas abiertas, a algunas de ellas las conocemos, conocemos su padecimiento y en su oportunidad las hemos orientado, y por supuesto que conversamos y hablamos con quien sea. La Secretaría Nacional de Drogas, que está a mi cargo, está abierta permanentemente al diálogo, y si ellas no vienen, nosotros vamos a procurar conversar con ellas y convencerlas de ponerse a trabajar juntos en este como en otros temas.

EC - El tema es enorme, lo vamos a seguir tratando. En especial nos va a interesar saber qué frutos surgen de esta colaboración que usted está dispuesto a encarar con estas y otras organizaciones preocupadas por esta cuestión.

MR - Es enorme pero no es imposible si cada uno toma el tema que le corresponde y avanzamos por lo menos en esto. Como en algunos grupos de autoayuda, es juntarse, comentar el problema, coparticipar con las autoridades en el emprendimiento. No es imposible de abordar.

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Edición: Mauricio Erramuspe