Estados Unidos: inmigrantes ilegales no podrán trabajar
A un mes de que Senado de Estados Unidos aprobara una versión de reforma migratoria que incluye una vía para legalizar a millones de inmigrantes ilegales, el gobierno de Washington pidió al Congreso incorporar una enmienda que prohibirá a las empresas contratar extranjeros sin estatus legal de permanencia en el país.
La petición, confirmada este lunes por el secretario adjunto de política del departamento de Seguridad Nacional, Stewart Baker, dijo que la administración del presidente George W. Bush había solicitado incorporar a la versión final de reforma migratoria medidas para impedir que empresas contraten indocumentados, según informó Univision.com.
Algunas de las medidas contempladas son la adopción de un polémico sistema electrónico de verificación de trabajadores y mayores multas por quebrar la ley.
"Si vamos a controlar la inmigración ilegal no podemos solamente concentrarnos en la frontera", indicó Stewart durante una audiencia ante el subcomité de Migración, Seguridad Fronteriza y Ciudadanía del Comité Judicial del Senado. Además, el funcionario destacó la dificultad de controlar a las empresas que contratan indocumentados cuando los extranjeros obtienen fácilmente tarjetas de seguridad social falsas y las multas "son ridículamente bajas".
En ese sentido, destacó que una empresa que no chequea los documentos de un empleado puede ser multada con apenas 110 dólares, mientras la pena por contratar a un indocumentado a sabiendas puede ser tan baja como 275 dólares y no puede exceder 2.200 dólares en una primera ofensa.
La reforma, que permanece estancada en el Congreso a la espera de que el líder de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, convoque al Comité de Conferencia, instancia que deberá congeniar las versiones de ambas cámaras. En cuento a la versión de reforma migratoria de la Cámara Baja fue aprobada por amplia mayoría el 16 de diciembre de 2005.
El proyecto, entre algunas de las medidas, criminaliza la estadía indocumentada, acelera las deportaciones, permite la construcción de nuevos centros carcelarios para indocumentados, aumenta la dotación de la Patrulla Fronteriza, incrementa el presupuesto para la seguridad en la frontera, cancela el sorteo de la lotería de visas y autoriza un nuevo muro en la frontera con México.
Esta versión no incluye ningún tipo de beneficio migratorio y favorece la expulsión de los 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.