Andrew Green, presidente de "Migrationwatch", dijo que una de las responsabilidades principales del gobierno es el control de las fronteras nacionales. "Una amnistía sería una clara admisión de fracaso y una invitación para que otros intenten probar suerte", indicó Green, para quien las regularizaciones de este tipo no han atajado el problema de la inmigración ilegal, según publicó Univision.com.

En junio el viceministro británico de Inmigración, Liam Byrne, se negó a descartar una amnistía, pero puntualizó que no había planes para poner una en marcha. "La intención de las políticas del gobierno no es aumentar o reducir el número de gente que viene al Reino Unido, sino asegurar que los que pueden contribuir al Reino Unido sean seleccionados para entrar y que el país reciba sólo la cantidad de gente que nuestra economía necesita", dijo.